Mismamente
Ya puede usted dormir tranquilo. Poco a poco los ayuntamientos y diputaciones van configurando sus equipos de gobierno. Los mandatos en funciones y las inc¨®gnitas sobre el futuro de los consistorios se diluyen. Si su alcalde sigue siendo el mismo, puede sentir la seguridad que siempre proporciona la continuidad. Si hay cambios en sus dirigentes, tenga la esperanza de que todo ir¨¢ a mejor. Es cierto que seguir¨¢ maldiciendo el nombre del concejal de urbanismo de su ciudad, sea el mismo de siempre o el nuevo. Por ser novato en su cargo no dejar¨¢ de realizar obras ruidosas y absurdas, y no dude de que provocar¨¢ el mismo caos circulatorio de su predecesor. Va aparejado al cargo, no puede evitarlo.
A m¨ª me gustar¨ªa pensar que las cosas cambian, que la alternancia es real y que las pol¨ªticas de los diferentes partidos son ricas y variadas. Pero cada d¨ªa que pasa estoy m¨¢s convencido de que se fotocopian los programas de gobierno entre ellos como si fueran los apuntes del primero de la clase el d¨ªa antes de un examen. Pero sin primero de la clase.
Da igual que la alcald¨ªa o la diputaci¨®n la ocupen gentes del PSE, PNV o Ezker Batua, por poner unos ejemplos de la supuesta variedad pol¨ªtica de la que disfrutamos. A pie de calle, cuando usted est¨¦ en un atasco, o le suban el impuesto de las basuras, o tenga que pedir al camarero de un bar que le d¨¦ al mando de la m¨¢quina de tabaco, no se acordar¨¢ de opciones pol¨ªticas. B¨¢sicamente, porque ha vivido bajo gobiernos de diferentes signos y ha notado que las diferencias en su vida diario son bastante escasas.
Muchas veces se acusa a los pol¨ªticos de ser unos mentirosos (o de forma m¨¢s t¨®pica a¨²n, de ser actores: cojan cualquier entrevista a un actor o actriz profesional y comprobar¨¢n que siempre le preguntan eso de si "son Rajoy, Zapatero o Aznar buenos actores"), pero creo que ese no es el principal problema. Lo peor de los pol¨ªticos -mejor dicho, de los partidos pol¨ªticos- es que nos hacen creer que son ¨²nicos, diferentes de los dem¨¢s y por lo tanto insustituibles y necesarios. Desde luego, es una barbaridad afirmar que el PP y ANV son iguales, pero es una cuesti¨®n m¨¢s ideol¨®gica que pr¨¢ctica, m¨¢s de unas ideas que salen m¨¢s en ruedas de prensa o m¨ªtines que del d¨ªa a d¨ªa de la actividad pol¨ªtica. Un diputado general popular y uno de la izquierda abertzale actuar¨ªan de manera diferente en muchos temas, sobre todo culturales, pero ser¨ªa ingenuo pensar que uno instaurar¨ªa en su provincia el libre comercio mientras el otro construir¨ªa granjas comunales.
Por eso, cuando los partidos intentan convencer al ciudadano que los pactos de gobierno son cruciales, es como si mi vecino me dijera que ha movido de sitio su sof¨¢ y eso va a determinar mi vida. Es un reparto de pastel que s¨®lo les afecta a ellos, a su trozo. Si usted no encuentra aparcamiento en su ciudad, el nombre o el signo pol¨ªtico de quien vaya a gobernarle esta legislatura le va a importar un pimiento. Que "todos los pol¨ªticos son iguales" no significa que todos sean unos ladrones, sino que se parecen mucho m¨¢s de lo que a ellos les gustar¨ªa reconocer.
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