Un juez frena una adopci¨®n porque cree que dos lesbianas no son una familia "normal"
El magistrado exige la opini¨®n de todos los psic¨®logos de la Direcci¨®n de Familia de Murcia
Susana tiene una hija y quiere que su esposa, Vanesa, sea tambi¨¦n madre legal. La ley la ampara desde julio de 2005: los matrimonios gays tienen el mismo derecho a adoptar que los heterosexuales. Pero un juez de Murcia lleva un a?o poniendo trabas. Ahora, despu¨¦s de un informe favorable de una psic¨®loga del Gobierno murciano, exige que ¨¦sta -y tambi¨¦n, en un hecho sin precedentes, todo el resto de psic¨®logos de la Direcci¨®n General de Familia- le respondan si la ni?a no tiene derecho a una familia "normal" y si no es alta la probabilidad de que la peque?a se vuelva lesbiana.
Adoptar al hijo de un c¨®nyuge suele ser sencillo: el matrimonio presenta una solicitud ante el juez. El adoptante y la madre o el padre oficial deben consentir. Despu¨¦s, el fiscal tiene que emitir un informe, y, si es favorable, por lo general el juez autoriza la adopci¨®n y ¨¦sta se inscribe en el registro. Es todo, salvo que haya alguna circunstancia excepcional que exija otras diligencias.
Estos tr¨¢mites son iguales para matrimonios homosexuales o heterosexuales. O al menos deber¨ªan serlo. Pero son los jueces los que deben aplicar la ley, y pueden empe?arse en poner obst¨¢culos. Vanesa de las Heras y Susana Meseguer, c¨®nyuges desde noviembre de 2005 y que decidieron juntas que Susana tuviera una hija por inseminaci¨®n artificial, se los han encontrado todos. Ellas hicieron su petici¨®n en mayo de 2006, dieron su consentimiento a la adopci¨®n de la peque?a Candela, que tiene ahora 15 meses, y el fiscal inform¨® favorablemente. A partir de ese momento, nada sigui¨® los cauces habituales.
Un a?o de obst¨¢culos
El titular del juzgado de primera instancia n¨²mero 9 de Murcia, Fernando Ferrin Calamita, primero pidi¨® un informe al equipo psicosocial para ver si la adopci¨®n iba a perjudicar a la ni?a. "Nos cit¨® en agosto del a?o pasado", recuerda Susana. "Fuimos, y la psic¨®loga y la trabajadora social nos dijeron que no nos iban a entrevistar. Que la ley permit¨ªa la adopci¨®n a matrimonios homosexuales y que ellas no ten¨ªan nada que decir al respecto".
Tardaron ocho meses en volver a saber algo nuevo. El pasado abril, el juez emiti¨® un auto en el que, entre otras cosas, cuando se refiere al "matrimonio" entre Vanesa y Susana, o a que son "c¨®nyuges", lo hace en letra cursiva. En esa resoluci¨®n asigna a la ni?a, Candela, un defensor judicial. Sostiene que la madre es "parte interesada" en la adopci¨®n y que, por lo tanto, no va a velar por sus intereses. As¨ª que nombra defensor a la Direcci¨®n General de Familia de la Comunidad de Murcia. "Fuimos a hablar con ellos", se?ala Vanesa, "y nos dijeron que no entend¨ªan lo que pretend¨ªa el juez, pero que, para salir de esta situaci¨®n, un psic¨®logo de su gabinete har¨ªa un estudio". As¨ª fue. Una psic¨®loga entrevist¨® a Vanesa y elabor¨® un informe.
La respuesta del juez no se hizo esperar. El 18 de junio requiri¨® a la psic¨®loga para que respondiera a preguntas como ¨¦stas: "?No es un derecho del menor el de ser insertado en una familia "normal", compuesta por dos personas de distinto sexo y que, por ello, son complementar¨ªas entre s¨ª, lo que no ocurre en el caso contrario? ?No es alta la probabilidad de que sea homosexual, imitando el patr¨®n que ha vivido en casa en sus a?os fundamentales para la formaci¨®n de su personalidad?". Indica que, dada la "trascendencia" del caso, quiere que las preguntas sean respondidas no s¨®lo por la persona que elabor¨® el informe sino por "todos los psic¨®logos que presten sus servicios en la Entidad P¨²blica", y advierte que, si no es as¨ª, se reserva la facultad de citarlos a todos.
"Yo no s¨¦ qu¨¦ pretende", se desespera Susana. "Un prejuicio del juez no puede provocar que no se cumpla la ley. No es legislador. ?No tenemos separaci¨®n de poderes o qu¨¦? Lo est¨¢ parando todo, y hasta que llame a todos los psic¨®logos pueden pasar tres a?os. Mientras tanto, si a m¨ª me pasa algo, Vanesa no tiene ning¨²n derecho legal sobre Candela. Lo que est¨¢ haciendo con nosotras es inconstitucional y, si deniega la adopci¨®n, recurriremos donde haga falta".
Despu¨¦s de una reforma legal del pasado marzo, en casos de reproducci¨®n asistida como el de Susana, la esposa de la madre biol¨®gica puede ya inscribirse directamente como madre en el registro. Pero la reforma no dec¨ªa nada sobre la retroactividad de la norma, as¨ª que muchas parejas como Susana y Vanesa tienen que pasar por el proceso de adopci¨®n. Habitualmente, no plantea problemas. Pero a veces, como en este caso, s¨ª. "Depende mucho del juez que lo lleve, y hay alguna pareja m¨¢s en esta situaci¨®n", se?ala Antonio Poveda, presidente de la Federaci¨®n de Gays, Lesbianas y Transexuales. "Nosotras s¨®lo queremos que se cumpla la ley y que nos dejen de discriminar por ser lesbianas. Es lo ¨²nico que pedimos", concluye Susana.
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