Salarios
Andan estos d¨ªas las aguas de los medios de comunicaci¨®n y de la pol¨ªtica revueltas tras la publicaci¨®n de un informe de la OCDE, en el que parece que se conclu¨ªa que en los ¨²ltimos diez a?os los asalariados espa?oles hab¨ªan perdido poder adquisitivo. Tratar¨¦ de aclarar el tema, aunque no es f¨¢cil contestar si los salarios han perdido o no poder adquisitivo. En los gr¨¢ficos izquierdo y central se presenta la evoluci¨®n de un conjunto de indicadores de precios y salarios desde 1995 hasta 2007. Partiendo de un valor 100 en 1995, en 2007 el IPC alcanza un valor de 142,3. Por su parte, el ¨ªndice de los salarios fijados en los convenios colectivos se sit¨²a en 150,1; el de los salarios brutos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral se sit¨²a en 146,4; y el salario m¨ªnimo, en 146,2, con dos periodos claramente diferenciados: hasta 2003 fue qued¨¢ndose rezagado respecto al IPC y desde 2004 recupera terreno hasta superarlo en 2007. A la vista de estos indicadores cabr¨ªa deducir, por tanto, que el salario medio no ha perdido poder adquisitivo.
Entre 1995 y 2007, los salarios han perdido 5,6 puntos de participaci¨®n en el PIB
Sin embargo, la cuesti¨®n no es tan simple, pues todos estos indicadores de salarios no dejan de ser indicadores parciales. El indicador m¨¢s completo ser¨ªa la remuneraci¨®n media del trabajo asalariado estimada por la contabilidad nacional. Pues bien, el ¨ªndice de remuneraci¨®n media por asalariado alcanza un valor de 139,3 en 2007, cuatro puntos porcentuales menos que el IPC. Pero de esto tampoco se puede concluir ahora que los salarios, individualmente considerados, hayan perdido poder adquisitivo, porque hay m¨²ltiples efectos composici¨®n. En primer lugar, ahora hay m¨¢s trabajadores a tiempo parcial que antes, lo que tira a la baja el salario medio. As¨ª, si para evitar este efecto, utilizamos la remuneraci¨®n media por hora, el ¨ªndice se sit¨²a en 143,4 en 2007, ligeramente por encima del IPC. Otros efectos composici¨®n provienen del hecho, ya comentado estos d¨ªas en los medios, de que la mayor¨ªa de los nuevos empleos creados en estos a?os han sido en actividades con salarios inferiores a la media. En todo caso, los principales beneficiarios, entre los asalariados, del progreso de la econom¨ªa espa?ola no han sido los trabajadores ya ocupados (insiders en la terminolog¨ªa inglesa), sino los outsiders: los j¨®venes y las mujeres que han podido acceder a su primer trabajo, los que estaban en paro y los inmigrantes. Entre 1995 y 2006, el empleo total ha aumentado un 46% y el asalariado, un 54%. La moderaci¨®n salarial, derivada de la pol¨ªtica sindical y de la presi¨®n de la oferta de trabajo en un mercado m¨¢s flexible, ha sido fundamental en ello.
Esta moderaci¨®n salarial es mayor si tomamos como referencia no el IPC, sino el indicador relevante a la hora de calcular el reparto de la tarta, el deflactor del PIB. Como se ve en el gr¨¢fico central, este indicador toma un valor en 2007 (151,6) notablemente por encima del de las remuneraciones medias por unidad producida (CLU), lo que implica que las otras dos partes en el reparto, el excedente bruto de las empresas (incluidas las rentas mixtas) y/o los impuestos indirectos netos, lo han hecho por encima, aumentando su parte de la tarta. As¨ª, entre 1995 y 2007, las remuneraciones salariales, a tasa de salarizaci¨®n constante, han perdido 5,6 puntos porcentuales de participaci¨®n en el PIB, de los cuales, 2,9 puntos han ido a engrosar el excedente y los otros 2,7 puntos, los ingresos del sector p¨²blico. No s¨¦ si todo esto aclara algo la cuesti¨®n.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.