Par¨¢lisis en el gobierno de los jueces

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha echado el freno. A punto de cumplirse ocho meses desde que finaliz¨® su mandato, su actividad se ha ralentizado y ha dejado de copar titulares cr¨ªticos hacia cualquier iniciativa del Ejecutivo. Desde que el ¨®rgano de gobierno de los jueces act¨²a en funciones, sus sesiones plenarias se han distanciado en el tiempo y en ellas no se suelen abordar asuntos de gran trascendencia pol¨ªtica, sino m¨¢s bien cuestiones administrativas de tr¨¢mite. Los nombramientos m¨¢s importantes, que obligan a conservadores y progresistas a ponerse de acuerdo al necesitar un qu¨®rum de tres quintos, han quedado aparcados a la espera de la renovaci¨®n. "El Consejo est¨¢ muerto", admiten algunos vocales que preparan las maletas mientras PSOE y PP siguen sin ponerse de acuerdo.

El Consejo saliente es, por ahora, el segundo m¨¢s prorrogado de la democracia

La marcha del vocal conservador Enrique M¨ªguez por jubilaci¨®n (que redujo considerablemente el control absoluto del ¨®rgano de los consejeros propuestos por el PP), el esc¨¢ndalo por la alteraci¨®n de la Sala del 61 (la que ilegaliz¨® Batasuna y anul¨® algunas de las candidaturas de ANV antes de las elecciones municipales del 27-M) y la reticencia a hipotecar el futuro Consejo que salga del proceso de renovaci¨®n son algunas de las razones que han provocado esta desaceleraci¨®n, aunque el portavoz del ¨®rgano, el conservador Enrique L¨®pez, no deja de repetir que los vocales siguen actuando "con plena legalidad y legitimidad".

Una de las se?ales de este declive final son sus plenos. La primera decisi¨®n que se tom¨® tras finalizar el mandato el pasado noviembre fue la de reducir su frecuencia. Las sesiones se programan desde entonces cada tres semanas, en lugar de cada dos como se hizo durante los cinco a?os del periodo regular, y en ellas ya no se discuten asuntos de gran calado que hayan polarizado a las dos sensibilidades. Se acabaron esos plenos interminables trufados de enfrentamientos que se prolongaban por la tarde. El ¨²ltimo, celebrado la pasada semana, dur¨® unas dos horas. Hora y cuarto el anterior. Y el previo a este ¨²ltimo, apenas tres cuartos de hora.

La excepci¨®n fue el del pasado 28 de marzo, cuando los vocales tuvieron que corregir la maniobra del presidente, Francisco Jos¨¦ Hernando, que alter¨® la composici¨®n de la Sala que juzg¨® a Batasuna dando entrada a Antonio Salas, propuesto por los conservadores, en lugar de a Encarnaci¨®n Roca, de perfil catalanista y progresista, a pesar de que, seg¨²n las normas del escalaf¨®n judicial, correspond¨ªa el puesto a esta ¨²ltima. La presentaci¨®n por la izquierda abertzale, a s¨®lo dos meses del 27-M, del nuevo partido Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB, cuya inscripci¨®n en el registro se deneg¨® finalmente) oblig¨® al Consejo a apresurarse a rectificar aquella decisi¨®n de Hernando.

Previamente, el ministro de Justicia, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, hab¨ªa expresado ante la Comisi¨®n de Justicia del Congreso su "honda preocupaci¨®n" por la alteraci¨®n de la composici¨®n de la Sala. El ministro encarg¨® un informe a la Abogac¨ªa del Estado que concluy¨® que el tribunal se hab¨ªa constituido de forma "defectuosa e irregular", lo que podr¨ªa provocar "graves consecuencias" en caso de que se invocara en un proceso de ilegalizaci¨®n de partidos. A ello se sum¨® el propio Antonio Salas, que solicit¨® al Consejo que se corrigiera el escalaf¨®n lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. El pleno rectific¨® la composici¨®n de la Sala Especial el pasado 28 de marzo dejando en evidencia a Hernando, quien, seg¨²n los servicios t¨¦cnicos del Consejo, hab¨ªa ordenado maniobra.

Otra de las causas de esta distensi¨®n es la desaceleraci¨®n de la iniciativa legislativa del Gobierno. "Estamos llegando al final de la legislatura, con lo que es normal que no se emprendan grandes reformas a largo plazo", explica el vocal a propuesta del PSOE Luis Aguiar. La pr¨¢ctica ausencia de nuevos proyectos de ley ha privado a los conservadores de uno de sus mejores foros de oposici¨®n: la comisi¨®n de estudios. Mediante sus informes, este ¨®rgano se consolid¨® durante el mandato como una de las mejores tribunas cr¨ªticas con Ejecutivo. Tan buena que, en ocasiones, sus argumentos serv¨ªan a los parlamentarios del PP en los debates del Congreso y el Senado.

Estudios de esta comisi¨®n fueron los que compararon el matrimonio homosexual con la zoofilia o la poligamia, cargaron contra el nuevo Estatuto catal¨¢n o se pronunciaron en contra de la despenalizaci¨®n de la clonaci¨®n terap¨¦utica, fundamental para avanzar en la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre. Sin embargo, en los ¨²ltimos ocho meses, el ¨²nico informe pol¨¦mico aprobado fue el del nuevo r¨¦gimen disciplinario de la Guardia Civil, que pretend¨ªa excluir a los agentes del C¨®digo Penal Militar, algo que fue tildado de inconstitucional en el informe elaborado por Adolfo Prego, propuesto por el PP. El que pidi¨® que las entidades de adopci¨®n internacional tuvieran derecho a la objeci¨®n de conciencia en caso de que los adoptantes fueran homosexuales, redactado por el conservador Jos¨¦ Luis Requero, fue modificado en el pleno para retirar precisamente esa sugerencia, que escandaliz¨® a los vocales progresistas.

Esta sensaci¨®n de saldo, de final de ciclo, que acrecienta los continuos rumores sobre la renovaci¨®n, afecta tambi¨¦n a los nombramientos. Quedan por designar cinco cargos del Supremo y los presidentes de los TSJ de Galicia y Madrid. Utilizando palabras del portavoz de Justicia del PP, Ignacio Astarloa, el presidente, Francisco Jos¨¦ Hernando, culp¨® al Gobierno del par¨®n en las designaciones por la reforma de finales de 2004 que oblig¨® a elegir esos puestos por mayor¨ªa de tres quintos. "En pleno partido se cambiaron las reglas de juego", afirm¨® Hernando tras recordar que antes "se nombraba de com¨²n acuerdo".

De los 20 nombramientos del Supremo que se eligieron por esta v¨ªa antes de la reforma, 14 fueron propuestos por los conservadores. De los 20 posteriores, s¨®lo 10 fueron apoyados por ¨¦stos, ocho por los progresistas y dos por consenso. Los vocales progresistas son partidarios de que sean sus sustitutos los que aborden las nuevas designaciones.

El Consejo saliente es, por ahora, el segundo m¨¢s prorrogado de la democracia, s¨®lo por detr¨¢s del que presidi¨® Pascual Sala (1990-1996). Si los partidos no se ponen de acuerdo, el pr¨®ximo 26 de julio tendr¨¢ el dudoso honor de convertirse en el primero.