Investigadores de Atapuerca buscan los primeros restos de gallegos del Paleol¨ªtico

Un equipo del que forman parte arque¨®logos de Atapuerca entrar¨¢ este verano en las cuevas de Os Ancares y O Courel para buscar al gallego m¨¢s antiguo de la historia. Los investigadores creen que los restos de los primeros habitantes de Galicia se esconden entre las estalagmitas de la monta?a de Lugo, ya que la acidez del suelo del pa¨ªs impide que los huesos se conserven al aire libre desde el Paleol¨ªtico. Los responsables del proyecto, dirigido por Ram¨®n F¨¢bregas, esperan encontrar en las grutas de Becerre¨¢ y Folgoso do Courel la huella de los que residieron en la zona hace 500.000 a?os.

El gallego m¨¢s primitivo estar¨¢ en busca y captura desde este mismo verano. Investigadores del equipo de Atapuerca rastrear¨¢n en julio palmo a palmo dos cuevas de Os Ancares y O Courel para localizar los primeros restos humanos de la Galicia paleol¨ªtica, el per¨ªodo que abarca el 99% de la historia del ser humano y que se extiende desde 2,5 millones de a?os para atr¨¢s hasta hace 10.000. Los cient¨ªficos conf¨ªan en que la primera pista de los hom¨ªnidos que habitaron esta esquina atl¨¢ntica est¨¦ en las viejas monta?as de Lugo, en cavernas donde la humedad y temperatura constantes hayan permitido que su huella se conserve durante tanto tiempo.

Nunca se han encontrado en Galicia los huesos de quienes habitaron el pa¨ªs en las primeras etapas de la Prehistoria. El vestigio humano m¨¢s antiguo hallado hasta el momento data hace unos 4.000 a?os. Los indicios que manejan los arque¨®logos que peinar¨¢n las grutas de Os Ancares y O Courel apuntan a que estos refugios sirvieron de hogar a los gallegos de hace medio mill¨®n de a?os o incluso m¨¢s, aunque dif¨ªcilmente se superar¨¢ el r¨¦cord de Atapuerca, la localidad de Burgos en la que los cient¨ªficos acaban de toparse con los huesos de hom¨ªnidos que vivieron sus d¨ªas hace m¨¢s de un mill¨®n de primaveras.

En la b¨²squeda del gallego m¨¢s viejo de la Prehistoria participar¨¢n arque¨®logos de las universidades de Santiago, Cantabria, Tarragona y Burgos, algunos de ellos miembros del equipo de Atapuerca. Las excavaciones se desarrollar¨¢n durante la segunda quincena de julio. Manuel Vaquero, de la Universidad de Tarragona, dirigir¨¢ la prospecci¨®n en la Cova de Valdavara, en Becerre¨¢, donde hace unos a?os aparecieron herramientas y restos ¨®seos de personas que moraron entre sus piedras hace 3.000 a?os.

El otro frente de la investigaci¨®n estar¨¢ en Folgoso do Courel. Los integrantes del equipo de Atapuerca Xos¨¦ Pedro Rodr¨ªguez, Marcos Terradillos, Arturo Lombera, Tal¨ªa Lazu¨¦n y otros compa?eros rastrear¨¢n las cavidades de la Cova da Tralalastra. Seg¨²n los arque¨®logos, este enclave lucense tiene "condiciones id¨®neas de altura e insonorizaci¨®n" para ser utilizada como vivienda en el Paleol¨ªtico. Se trata de una caverna ubicada en los bajos de la monta?a, un lugar que sol¨ªan elegir los habitantes del planeta para esquivar el fr¨ªo de esta dura ¨¦poca de glaciaciones. Si los hallazgos en la Cova da Tralalastra son prometedores, los investigadores har¨¢n una batida en otra gruta de Folgoso, la Cova do Xato.

Las cuevas de Os Ancares y O Courel son la esperanza de los arque¨®logos. De que en Galicia no haya aparecido a¨²n ninguna huella de sus habitantes primitivos tiene bastante culpa el tipo de suelo. La tierra en este pa¨ªs es muy ¨¢cida y con esa composici¨®n s¨®lo sobreviven durante cientos de miles de a?os los restos de piedra, no los org¨¢nicos. Las cavernas, con su superficie caliza, son el ¨²nico lugar posible para seguir la pista del homo antecessor, el hom¨ªnido del Paleol¨ªtico.

En las grutas todo est¨¢ en su sitio, en el punto donde fue depositado en el pasado. Al aire libre, en cambio, los movimientos del terreno y la erosi¨®n desbaratan el orden impuesto por el paso del tiempo.

La elecci¨®n de las cuevas de Os Ancares y O Courel tambi¨¦n tiene un porqu¨¦. Estos enclaves est¨¢n situados en el extremo oriental de la denominada depresi¨®n de Monforte, una cuenca sedimentaria del Cuaternario, el per¨ªodo durante el cual se desarroll¨® el Paleol¨ªtico. "Consideramos muy probable que en esa zona hubiera asentamientos humanos", afirma Tal¨ªa Lazu¨¦n, una de las arque¨®logas del proyecto Ocupaciones humanas del Pleistoceno en la cuenca media del r¨ªo Mi?o, que se prolongar¨¢ por lo menos dos a?os m¨¢s y que pretende poner una pieza al incompleto puzzle del pasado m¨¢s remoto de la pen¨ªnsula. "Otro objetivo es formar un equipo de j¨®venes investigadores interesados en estudiar el Paleol¨ªtico en Galicia", a?ade Lazu¨¦n.

Los investigadores se desplazar¨¢n con sus b¨¢rtulos a las cuevas de Valdavara y Tralalastra el pr¨®ximo 15 de julio. Durante dos semanas realizar¨¢n prospecciones y catas, embalar¨¢n el material que encuentren y lo enviar¨¢n a laboratorios y centros de investigaci¨®n para ponerles fecha. Este dato fundamental lo desvelar¨¢n con diversas t¨¦cnicas, entre ellas la del Carbono 14, las series de uranio (revelan la edad de una costra estalagm¨ªtica) y la termoluminiscencia.

Los arque¨®logos est¨¢n inmersos ahora en el an¨¢lisis de los objetos hallados hace unos meses en las excavaciones realizadas en Monforte. En este caso fueron prospecciones al aire libre en las que, como era de esperar, s¨®lo aparecieron herramientas de piedra tallada, las propias de esta etapa de la Prehistoria.

Ni rastro f¨ªsico de los gallegos primitivos. En los 18 yacimientos abiertos en tierras monfortinas entre esta primavera y la pasada, los investigadores recopilaron 176 piezas. Las m¨¢s antiguas proceden del Paleol¨ªtico Medio (entre el a?o 40.000 y el 33.000 antes de Cristo) y el resto son del Superior.

En las excavaciones de Lugo, el Ayuntamiento de Becerre¨¢ les proporcionar¨¢ a los investigadores el alojamiento y la comida, al igual que hizo el de Monforte la pasada primavera. El Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia les ha concedido 45.000 de los 90.000 euros que pidieron para financiar el proyecto. El equipo de arque¨®logos que comanda el catedr¨¢tico gallego Ram¨®n F¨¢bregas prev¨¦ acudir a la Xunta para completar el presupuesto.