Adi¨®s a la tranquilidad a bordo
Vodafone, Air France y Ryanair ultiman el servicio para que los pasajeros usen el m¨®vil en vuelo
Quienes no pueden vivir una sola hora sin su m¨®vil est¨¢n de enhorabuena. Los que consideran, como un ejecutivo del sector, que la obligaci¨®n de apagar el tel¨¦fono es el "¨²nico placer" que conlleva volar, lamentar¨¢n o¨ªr que Vodafone tiene ya lista la tecnolog¨ªa y anunciar¨¢ en unos d¨ªas su acuerdo con una aerol¨ªnea espa?ola para lanzar la telefon¨ªa m¨®vil en vuelo a principios de 2008, a precio de llamada desde el extranjero (roaming).
Ryanair prev¨¦ comenzar a instalar el sistema de OnAir (empresa vinculada a Airbus) en toda su flota de Boeing a final de a?o, y Air France probar¨¢ el mismo en uno de sus aviones en vuelos al norte de ?frica, pero s¨®lo para intercambio de datos en una primera fase. La australiana Qantas tambi¨¦n est¨¢ ensayando el de Aeromobile en un Boeing 767 en vuelos dom¨¦sticos, pero s¨®lo para mensajes cortos y correo el¨¦ctronico. Y no por casualidad.
La gran preocupaci¨®n de las aerol¨ªneas reside en c¨®mo evitar que la cabina de pasajeros se convierta en "una jaula de grillos", en expresi¨®n del subdirector de dise?o de servicio de Iberia, Pedro Barranco. Un responsable de la FAA (la autoridad de Aviaci¨®n Civil de EE UU) expresa su prevenci¨®n ante los posibles ataques de ira a¨¦rea (un cuadro en el que influye el miedo, el mono de tabaco o las fuertes medidas de seguridad) "si varios pasajeros usan el m¨®vil a la vez en el estrecho espacio de un avi¨®n".
En Estados Unidos el regulador de las telecomunicaciones (FCC) descart¨® hace tres meses abrir la puerta a las llamadas desde el aire mediante m¨®vil, pese a que no encontr¨® informaci¨®n suficiente para determinar si su uso podr¨ªa interferir con las redes en tierra. Europa est¨¢ yendo m¨¢s lejos. La Comisi¨®n Europea est¨¢ tratando de resolver con la Agencia Europea de Seguridad A¨¦rea (EASA) diversos asuntos regulatorios, para los que pretende tener "resultados concretos" a final de a?o.
Los presuntos problemas de interferencia de los m¨®viles con los sistemas de navegaci¨®n y comunicaci¨®n de los aviones han sido cuestionados desde hace a?os. Si constituyesen realmente un peligro para la seguridad del vuelo, simplemente no se permitir¨ªa llevarlos. "Siempre hay alg¨²n tel¨¦fono encendido" a bordo, explica Javier P¨¦rez de Uribarri, director de Aeronaves e Infraestructuras del Colegio de Pilotos.
Y sus efectos son "cosa de brujas", porque "aparecen y desaparecen y son imposibles de reproducir". Afirma que las interferencias haberlas haylas y que producen falsos avisos de falta de combustible o de sobrecalentamientos, pero tambi¨¦n asume que los aviones modernos tienen los cableados muy protegidos (apantallados, en la jerga t¨¦cnica) y que una incidencia realmente cr¨ªtica es muy improbable.
Esos hechizos y las posibles interferencias con las redes terrestres se solventan con la instalaci¨®n de una miniantena (picocell) en el avi¨®n, que crea una red interna en el aparato que se comunica con tierra v¨ªa sat¨¦lite (ver gr¨¢fico), igual que los actuales tel¨¦fonos fijos a bordo que tienen muchas compa?¨ªas, sobre todo en primera clase.
Con eso se evita, explica el director de innovaci¨®n de Vodafone, Pedro Fuertes, que el m¨®vil salte continuamente de una antena terrestre a otra. El sistema de Vodafone dar¨¢ servicios en 3G (UMTS), mientras que los de OnAir son de los est¨¢ndares GSM y GPRS.
Las operadoras de telefon¨ªa pretenden vender el servicio con los precios de roaming normales, mientras que OnAir, por ejemplo, cobrar¨¢ una tarifa de roaming para aviones, seg¨²n explica el responsable de Andy Schweiger, encargado de la oficina de dise?o de sistemas electr¨®nicos en cabina de Airbus.
De esa tarifa se llevar¨¢ una parte tanto la aerol¨ªnea como el proveedor de sat¨¦lite, el de la infraestructura en tierra, el operador de telefon¨ªa contratado por el usuario y la propia empresa OnAir.
Medio mill¨®n por avi¨®n
La instalaci¨®n del sistema a bordo incluye varias operaciones de cierta complejidad (alimentaci¨®n aut¨®noma, peso a?adido al avi¨®n) y cuesta entre 250.00 y 300.000 euros por avi¨®n, de modo que en Iberia y otras compa?¨ªas se est¨¢n pensando qu¨¦ modelo de negocio elegir¨¢n.
Barranco explica que Iberia pretende que sea el operador el que pague la instalaci¨®n de la antena y una peque?a cantidad variable por la cesi¨®n del espacio, como ocurre con las antenas terrestres.
Para ligero alivio de los que buscan cierta paz a bordo, los m¨®viles deber¨¢n seguir apagados como hasta ahora en las fases de despegue y aterrizaje, y adem¨¢s los sistemas disponen de la posibilidad de ser bloqueados por la tripulaci¨®n en determinados momentos (cuando la mayor¨ªa de pasajeros duerman, por ejemplo). "El avi¨®n puede dejar de ser un espacio de serenidad, pero no se le pueden poner puertas al campo", concluye Barranco.
El ¨¦xito est¨¢ en el precio
Todos los implicados en la implantaci¨®n del m¨®vil en vuelo coinciden en que ser¨¢ el precio el que determine que los pasajeros lo usen. Seg¨²n una encuesta de Iberia, m¨¢s del 50% de los clientes lo utilizar¨ªan a la tarifa normal de roaming, que la Comisi¨®n Europea acaba de establecer en 49 c¨¦ntimos por minuto como m¨¢ximo.
Los actuales tel¨¦fonos a bordo v¨ªa sat¨¦lite se usan muy poco porque resulta muy caro (unos ocho euros el minuto). Boeing lanz¨® en 2004 su servicio de Internet de banda ancha a bordo, que cerr¨® el 31 de diciembre pasado para evitar m¨¢s p¨¦rdidas (unos 320 millones de d¨®lares en 2006).
Lufthansa y otras nueve aerol¨ªneas ofrec¨ªan el servicio de Boeing. La compa?¨ªa alemana instal¨® esa tecnolog¨ªa en 66 de sus 82 aviones para vuelos intercontinentales, que utilizaban unos 30.000 viajeros, seg¨²n la compa?¨ªa. Est¨¢n buscando otro operador, ya que el 94% desear¨ªa volver a usarlo.
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