Los sindicatos critican a Sarkozy por renunciar al indulto de presos

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha renunciado a ejercer el derecho del indulto, convertido en tradici¨®n por los ex presidentes Giscard d'Estaing, Mitterrand y Chirac y heredado de la vieja costumbre del perd¨®n generoso dictado por los reyes cuando acced¨ªan al trono. La gracia del perd¨®n del 14 de julio -d¨ªa de la Revoluci¨®n- se utiliza en Francia desde 1980. Los sindicatos de prisiones han criticado esta medida de Sarkozy.

"Una elecci¨®n presidencial no equivale a tener derecho a borr¨®n y cuenta nueva. ?Por qu¨¦ deber¨ªa amnistiar a los delincuentes? ?Y si en cambio decido perdonar las multas de tr¨¢fico?", se preguntaba el presidente Sarkozy.

El perd¨®n presidencial beneficiaba a muchos reos y adoptaba formas diferentes cada 14 de julio. En 2006, por ejemplo, se opt¨® por reducir hasta un m¨¢ximo de cuatro meses las penas de c¨¢rcel pendientes de ser cumplidas. Otras veces se decid¨ªa que todos los prisioneros se beneficiaran excepto aquellos por delitos contra menores. En otras ocasiones quedaban excluidos quienes hab¨ªan atacado a polic¨ªas, etc¨¦tera. El presidente decid¨ªa.

El tradicional perd¨®n del 14 de julio tiene un sentido pr¨¢ctico: reducir el n¨²mero de encarcelados antes de que lleguen los d¨ªas m¨¢s calurosos del verano. En estos momentos hay en Francia 60.870 prisioneros y la capacidad real en las instituciones penitenciarias es de 50.000, repartidos en 188 puntos.

"Las reducciones de pena son muy esperadas por los presos. Con 12.000 reos de m¨¢s y malas condiciones de higiene en c¨¢rceles construidas antes de la II Guerra Mundial, la situaci¨®n es inquietante", dec¨ªa al diario Lib¨¦ration un responsable del sindicato de funcionarios de prisiones. "No creo que la amnist¨ªa deba servir para gestionar las c¨¢rceles", responde Sarkozy.

El diputado socialista Andr¨¦ Vallini aplaude la argumentaci¨®n del presidente. Para Fran?ois Hollande, primer secretario del Partido Socialista, renunciar al indulto est¨¢ bien "pero hay que ofrecer alternativas, como la generalizaci¨®n del brazalete electr¨®nico, por ejemplo".

La CGT del sector penitenciario denuncia "la situaci¨®n explosiva en las c¨¢rceles" y critica "la sordera presidencial". Para ellos, la liberaci¨®n de unos 3.000 presos equivale a una "v¨¢lvula de escape" necesaria para la seguridad del sistema. El Observatorio Internacional de Prisiones tacha a Sarkozy de "pir¨®mano" y le acusa de "echar le?a al fuego".

La decisi¨®n de Sarkozy, sin duda popular aunque le enemista tambi¨¦n con los miles de conductores que esperaban ver perdonadas sus multas, es adem¨¢s un nuevo pulso lanzado a un poder judicial al que el presidente ha criticado en repetidas ocasiones: "Que los jueces apliquen las leyes y entonces se respetar¨¢ la independencia judicial. La justicia reclama a gritos su independencia y lo primero que hace es pedirme que libere a 3.000 personas. Y yo digo que no", concluye Sarkozy.