El Bellas Artes expone un paisaje de Van Gogh

Vicent Van Gogh (1853-1890) pint¨® en las afueras de Par¨ªs en el verano de 1887, no se sabe la localizaci¨®n exacta, un paisaje de un campo de trigo, el primero de una serie sobre el mismo tema que realiz¨® despu¨¦s de abandonar los Pa¨ªses Bajos y entrar en contacto con el arte de los impresionistas y conocer a artistas como Paul Gauguin y Henri Toulouse-Lautrec. Campo de trigo con perdiz, propiedad del Museo Van Gogh de ?msterdam, se muestra desde hoy en el Museo Bellas Artes de Bilbao. La obra estar¨¢ expuesta al p¨²blico en Bilbao hasta el pr¨®ximo 30 de septiembre.

La pintura es de composici¨®n sencilla, con tres franjas horizontales en las que destacan las amapolas y la perdiz que remonta el vuelo sobre el campo de trigo. La pintura revela la admiraci¨®n de Van Gogh por la naturaleza y los paisajes rurales y el cambio que sufri¨® su t¨¦cnica al vivir en Par¨ªs rodeado de las tendencias que estaban renovando el arte en el ¨²ltimo tercio del siglo XIX. El conservador de pintura del Museo Van Gogh, Leo Jansen, destaca que la obra que su museo ha cedido temporalmente al Bellas Artes cuenta con "una variedad de pinceladas alegres" que le otorgan una sensaci¨®n de movimiento. "A uno se le antoja que el suspirar del viento puede o¨ªrse en el cuadro", explica. Van Gogh utiliz¨® diferentes pinceladas para plasmar el cielo, el trigo y el rastrojo. "Los tallos que ondean en la zona del medio, inclin¨¢ndose hacia la izquierda, son especialmente sugerentes y rompen la monoton¨ªa del borde del campo", a?ade. "El rastrojo puntiagudo, orientado diagonalmente hacia la derecha, contrasta con el cielo m¨¢s amplio y pintado m¨¢s fluidamente, principalmente con pinceladas horizontales".

Los paisajes de campos de trigo fueron recurrentes en la trayectoria de Van Gogh. Comenz¨® copiando muchas veces el cuadro El sembrador, de Millet. Despu¨¦s dibuj¨® en Holanda campos de trigo mecidos por el viento y en los ¨²ltimos a?os de su vida sigui¨® pintando campos resplandecientes y gavillas de cereal. Los especialistas han encontrado en esta plasmaci¨®n del ciclo de la siembra y la recogida "una met¨¢fora de la vida y la muerte".