El l¨ªder del PP y Aznar compiten en dureza contra la pol¨ªtica antiterrorista de Zapatero

Mariano Rajoy y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar nunca dan dos discursos en un mismo lugar. La ¨²ltima vez en un acto masivo fue en el congreso de 2004, y el ex presidente arras¨® en el aplaus¨®metro. Ayer no hubo acto conjunto, pero s¨ª dos discursos en Bilbao -ma?ana y tarde- en los que compitieron en dureza contra la pol¨ªtica antiterrorista de Zapatero. Mientras el l¨ªder del PP consider¨® "milagroso" que la polic¨ªa mantenga su capacidad operativa tras la confusi¨®n generada por el presidente, Aznar compar¨® la traici¨®n de los nacionalistas con el Pacto de Lizarra, que en su opini¨®n dio aire a ETA, con el "oportunismo" de Zapatero que ha permitido a la banda "escapar a su derrota". "ETA ha tenido suerte" con este Gobierno, dijo.

Bilbao vivi¨® ayer, cuando se cumpl¨ªan 10 a?os del asesinato de Miguel ?ngel Blanco, dos actos centrales del PP y su entorno, muy distintos pero con un eje com¨²n: todos los oradores, pol¨ªticos como Jaime Mayor Oreja, periodistas como Isabel San Sebasti¨¢n o v¨ªctimas como Marimar Blanco, la hermana del concejal asesinado, intercalaron discursos emocionados y emocionantes sobre la tragedia vivida en Ermua con ataques sin cuartel al presidente del Gobierno y su pol¨ªtica antiterrorista. La periodista San Sebasti¨¢n resumi¨® la sensaci¨®n de este grupo: "Hace 10 a?os hab¨ªa unidad inquebrantable, hoy divisi¨®n. Donde hab¨ªa lealtad hoy hay traici¨®n. Donde hab¨ªa firmeza, apaciguamiento. Algunos seguimos aqu¨ª, no hemos abandonado a Miguel ?ngel. Somos menos, es verdad, pero somos fuertes, somos mejores y vamos a ganar".

Por la ma?ana, Rajoy, rodeado de los j¨®venes de Nuevas Generaciones, evit¨® por completo las cr¨ªticas al nacionalismo vasco que dominaron las intervenciones de la tarde. Pero insisti¨® en el ataque a Zapatero. El l¨ªder del PP hab¨ªa dicho tras la ruptura de la tregua de ETA que ¨¦l apoyar¨ªa a Zapatero si, como anunci¨®, era "implacable" con la banda. Sin embargo, ante la ola de detenciones de etarras, el jefe de la oposici¨®n se limit¨® a decir que los errores de Zapatero han llevado a un desenlace ruinoso y a considerar "milagroso que, en medio de esta confusi¨®n [generada por el presidente], la Guardia Civil y la polic¨ªa conserven su capacidad operativa". Rajoy mostr¨® su apoyo a las fuerzas de seguridad, pero no al Gobierno que las dirige, y sostuvo que el presidente no ha cancelado del todo el "proceso".

Por la tarde, Aznar, en un gran acto en el palacio Euskalduna, rodeado de la c¨²pula del PP -y la socialista Rosa D¨ªez-, pero con la notable ausencia de Rajoy, que se march¨® de Bilbao en cuanto termin¨® su intervenci¨®n, recibi¨® un ba?o de afecto. Incluso una mujer le lleg¨® a gritar "Aznar, vuelve". Y ¨¦l respondi¨®: "No he o¨ªdo nada".

Rajoy, 250; Aznar, 1.000

Si Rajoy hab¨ªa reunido a 250 j¨®venes, Aznar congreg¨® a m¨¢s de 1.000 personas -en su mayor¨ªa veteranas- para recibir el Premio a la convivencia Miguel ?ngel Blanco. El ex presidente, que autoriz¨® los contactos con ETA y acerc¨® a 160 presos unos meses despu¨¦s del asesinato, mostr¨® toda su crudeza con el Gobierno, pese a todo, menor que la agresividad mostrada por v¨ªctimas como Mikel Buesa o la propia hermana de Blanco.

Aznar situ¨® en el mismo plano el pacto de Lizarra y el intento de final dialogado de la violencia protagonizado por Zapatero. "La banda terrorista ha tenido suerte", explic¨®. "Porque cada vez que ha sido empujada al borde de su derrota, han aparecido para rescatarla de ese destino una legi¨®n de oportunistas muy escasos de escr¨²pulos, siempre pensando que podr¨ªan sacar algo que les beneficiara impidiendo que esa derrota se consumara. Ocurri¨® en 1998 con un pacto incalificable en el que el nacionalismo hac¨ªa suyos los objetivos pol¨ªticos de la banda. Y ha vuelto a ocurrir ahora. ETA ha visto c¨®mo se abr¨ªa una v¨ªa para escapar a su derrota en virtud de un c¨¢lculo oportunista y falso, pero no de un partido que se define a s¨ª mismo como extraconstitucional, sino del propio Gobierno de la naci¨®n". Dentro de esta visi¨®n pesimista de la situaci¨®n, Aznar sostuvo que la "traici¨®n" de Zapatero ha dejado al Estado bajo m¨ªnimo y anim¨® a los suyos a resistir.