Bush: "Podemos tener ¨¦xito en Irak"

El presidente de EE UU, George Bush, situ¨® ayer el nivel de progresos en los ¨²ltimos meses en Irak exactamente en la mitad de la tabla: se han producido avances en ocho de las condiciones marcadas por el Congreso, no hay mejoras significativas en otras ocho y no existen elementos suficientes para juzgar las dos restantes. Es decir, las cosas quedan m¨¢s o menos como estaban, y el Congreso tendr¨¢ que decidir ahora si acepta la petici¨®n del presidente de esperar hasta septiembre para proceder a la retirada de tropas. Sin embargo, frente al optimismo de Bush, que dijo: "Podemos tener ¨¦xito en Irak, y s¨¦ que debemos tenerlo", la C¨¢mara de Representantes desafi¨® otra vez el veto presidencial y aprob¨® anoche un proyecto que fija la retirada para el 1 de abril de 2008.

Entre los progresos destacados por el presidente en una conferencia de prensa en la Casa Blanca est¨¢n "la creaci¨®n por parte del Gobierno iraqu¨ª de tres brigadas para garantizar la seguridad de Bagdad, o el hecho de que el Gobierno de Irak haya dedicado 7.300 millones de d¨®lares (5.300 millones de euros) a comprar equipamiento para modernizar las tropas". Entre los fracasos, destac¨® "la no convocatoria de elecciones locales o no haber promulgado una ley para organizar el reparto del petr¨®leo".

La Casa Blanca anota, en resumen, avances en las ¨¢reas de seguridad y malos resultados en las ¨¢reas pol¨ªticas. Podr¨ªa llegar a concluirse que, puesto que hay dos condiciones sin juzgar, el Gobierno iraqu¨ª s¨®lo ha cumplido ocho de las 18 marcas establecidas. Pero, en realidad, es un caso t¨ªpico del vaso medio lleno o medio vac¨ªo. Como dijo Bush, "los que creen que todo est¨¢ perdido se fijar¨¢n en las ¨¢reas en las que no hemos avanzado y aquellos que creen que debemos ganar esta guerra se fijar¨¢n en los avances satisfactorios". El presidente que, obviamente, est¨¢ entre estos ¨²ltimos, sac¨® la conclusi¨®n de que "con los avances en los temas de seguridad podemos allanar el camino para avanzar m¨¢s en las ¨¢reas pol¨ªticas".

George W. Bush insisti¨® ayer en que este informe, exigido por el Congreso al aprobar en primavera los fondos extraordinarios para la guerra, es "s¨®lo preliminar" y que ser¨¢ necesario esperar hasta el segundo y concluyente informe, que tiene que presentar el jefe de las fuerzas estadounidenses en Irak, general David Petraeus, el 15 de septiembre, para decidir sobre el rumbo de la guerra.

Salida escalonada

"Entonces", dijo Bush, "discutir¨¦ las recomendaciones del general Petraeus con el secretario de Defensa, con los jefes del Estado Mayor, continuar¨¦ las consultas con miembros de ambos lados del Congreso y tomar¨¦ una decisi¨®n". El presidente Bush se neg¨® a especular sobre cu¨¢l puede ser esa decisi¨®n, pero est¨¢ claro que est¨¢ aceptando impl¨ªcitamente la posibilidad de una salida escalonada de Irak si el informe de Petraeus no fuese claramente positivo.

Retirarse antes de esa fecha, sin esperar a que la estrategia puesta en marcha con el refuerzo de 30.000 soldados (el llamado surge) se desarrolle, provocar¨ªa, seg¨²n Bush, "una oleada de asesinatos masivos a gran escala en Irak" y la extensi¨®n del caos por todo Oriente Pr¨®ximo.

No opina lo mismo la mayor¨ªa dem¨®crata del Congreso. El l¨ªder de ese grupo en el Senado, Harry Reid, declar¨® ayer que el informe presentado por la Casa Blanca "demuestra que no hay progresos" en Irak y que es necesario que el Congreso "le d¨¦ a los militares la estrategia que ¨¦stos merecen". "Y el tiempo para hacerlo es ahora, no septiembre", advirti¨® Reid.

Los congresistas dem¨®cratas destacaron, adem¨¢s, la contradicci¨®n entre la estrategia de Bush de mantenerse en Irak para derrotar a Al Qaeda e impedir que los terroristas vuelvan a atacar Estados Unidos y el hecho de que, como muestran datos oficiales presentados ayer mismo a la Casa Blanca, Al Qaeda ha ganado fuerza, capacidad organizativa y destructiva.

Aunque no se conocen los t¨¦rminos precisos por su car¨¢cter secreto, un informe del Centro Nacional Antiterrorista afirma, en efecto, que Al Qaeda se ha reorganizado en Pakist¨¢n, ha reunido m¨¢s dinero, ha mejorado sus comunicaciones, ha aumentado sus conexiones internacionales y est¨¢ en mejores condiciones de atacar a Occidente. Bush reconoci¨® ayer la existencia de este informe, pero lo interpret¨® como un motivo m¨¢s para continuar en Irak.

Los dem¨®cratas en el Congreso quieren, sin embargo, precipitar la retirada. Otra cosa es que cuenten con fuerzas suficientes para hacerlo. En mayo pasado, cuando intentaron por primera vez aprobar un calendario preciso para la salida de las tropas, no tuvieron los votos suficientes para evitar el veto presidencial.

Ahora, m¨¢s congresistas republicanos quieren un cambio de rumbo en Irak -hasta una docena de senadores republicanos han criticado la pol¨ªtica de la Casa Blanca en los ¨²ltimos d¨ªas-, pero es incierta a¨²n la suerte que les espera a las iniciativas que los dem¨®cratas someter¨¢n a votaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas.

La C¨¢mara de Representantes abri¨® el fuego anoche, al aprobar, con 223 votos a favor y 201 en contra, un calendario que establece que se inicie la retirada en los pr¨®ximos cuatro meses, y que est¨¦ finalizada para el pr¨®ximo 1 de abril. El Senado, donde se libra la batalla principal, votar¨¢ tambi¨¦n algo similar la pr¨®xima semana.

El mi¨¦rcoles, en una votaci¨®n que puede servir de indicador sobre la voluntad de los republicanos de votar contra el presidente, una enmienda que exig¨ªa que los soldados pasaran m¨¢s tiempo en sus bases entre cada misi¨®n en Irak fue respaldada por 56 senadores, cuatro menos de los que se exigen para evitar el veto. Siete republicanos votaron a favor, seis de los cuales tienen que someterse a elecci¨®n el a?o pr¨®ximo.

Obviamente, la actitud de esos senadores se ve condicionada por su necesidad de marcar distancias con una guerra impopular y un presidente que, seg¨²n una encuesta de esta semana de USA Today / Gallup, s¨®lo tiene el respaldo del 29% de los ciudadanos, ligeramente por encima de Carter y Nixon, los presidentes menos queridos de la historia reciente.