Chapuzones en agua fr¨ªa de monta?a para combatir el calor
Pocos placeres m¨¢s elementales e intensos que zambullirse en pleno verano en una charca rebosante de las aguas fr¨ªas de la monta?a, cuya pureza atestiguan las truchas y las nutrias. La Pedriza del Manzanares, el valle del Lozoya y la cuenca alta del Eresma ofrecen las mejores ocasiones para ello en la sierra de Guadarrama. A continuaci¨®n se proponen cuatro sencillas rutas a pie para acercarse a las pozas m¨¢s bellas y solitarias de la regi¨®n.
- R¨ªo Cambrones. La poza del Guindo semeja un gran espejo ovalado: un espejo de 20 metros de largo por la mitad de ancho, enmarcado en una orla de hierba sobre la que se yerguen y contonean, mir¨¢ndose y remir¨¢ndose en el cristal de las aguas, varios ¨¢lamos, fresnos, sauces y un l¨¢nguido cerezo, o guindo, que es el que da nombre al remanso.
Los Chorros forman un rosario de pozas solitarias asombradas por pinos corpulentos
M¨¢s arriba de la del Guindo, que, con su corte de ¨¢rboles presumidos, es la reina de las pozas de la sierra, quedan la de Enmedio, la Negra -negr¨ªsima su agua en un tenebroso hond¨®n, al pie de una espumeante cascada-, la del Barbas y un interminable rosario de pozas escalonadas que, de tan alto como suben, ya s¨®lo espejan el cielo. Son las pozas o calderas del Cambrones, un riacho bravo y saltar¨ªn que desciende 900 metros en 14 kil¨®metros, desde su cuna en el puerto de Malagosto hasta las vecindades de La Granja, donde se lo bebe el Eresma. A las pozas se llega andando en una hora desde La Granja, por una senda que se desv¨ªa del viejo paseo de la Casa de Vacas a 500 metros del puente de la Princesa. La descripci¨®n y el croquis de la ruta se hallar¨¢n en www.segoviasur.com y en la oficina de informaci¨®n tur¨ªstica del paseo del Pocillo (tel¨¦fono: 676 457 395), cerca del punto de partida.
- Angostura. Desde el ¨¢rea recreativa Las Presillas, en El Paular, hasta la poza de S¨®crates, junto al puerto de los Cotos, el r¨ªo de la Angostura o alto Lozoya ofrece 15 kil¨®metros de buenas razones para darse un chapuz¨®n. Las charcas m¨¢s solitarias y apetecibles son las que quedan a medio camino, donde no se puede llegar directamente en coche.
Para disfrutar de ellas, nos echaremos a andar por la pista forestal cerrada al tr¨¢fico con barrera que nace en el kil¨®metro 32,4 de la carretera M-604 -a mano izquierda, seg¨²n se sube hacia Cotos-, la cual nos llevar¨¢ en media hora hasta el anciano puente de piedra de la Angostura, donde cambiaremos de margen.
Entre este puente y el de madera de los Hoyones, que est¨¢ a dos kil¨®metros r¨ªo arriba -otra media hora-, veremos sucederse los r¨¢pidos, las cascadas y las pozas profundas, m¨¢s que muchas piscinas, a la sombra de los pinos albares, los robles y los abedules. Ba?istas, en cambio, no veremos otros que los martines pescadores y las nutrias. Para orientarnos, hay sendos centros de educaci¨®n ambiental en Cotos (tel¨¦fono: 918 520 857) y El Paular (tel¨¦fono: 918 691 757). Otra referencia ¨²til para caminar por la zona es www.andarines.com/madrid/laangostura/angostura.htm
- Alto Manzanares. Caminando r¨ªo arriba desde el ¨²ltimo aparcamiento de la Pedriza se llega en tres cuartos de hora a la archifamosa Charca Verde, una poza de 20 metros donde al agua adquiere un vivo color de elixir de clorofila al remansarse entre gigantescas lanchas de granito que sirven de sol¨¢rium para la muchedumbre habitual de ba?istas. Muy tranquilo, el lugar, no es.
Si lo que se busca es intimidad, hay que seguir remontando el Manzanares casi dos horas; de hacerlo as¨ª, hallaremos, justo por encima de las cascadas conocidas como los Chorros, un rosario de pozas solitarias asombradas por pinos silvestres de a?os¨ªsima corpulencia, con vistas a la riscosa cuerda de las Milaneras.
Sobre la ruta de los Chorros -diez kil¨®metros y cinco horas de duraci¨®n, incluida la vuelta por el mismo camino- informan en el centro de educaci¨®n ambiental (tel¨¦fono: 918 539 978) que abre todos los d¨ªas junto al control de acceso a la Pedriza, a dos kil¨®metros de Manzanares El Real.
En los d¨ªas m¨¢s calurosos del verano, mejor opci¨®n que subir, es efectuar el descenso del Manzanares desde su nacimiento en el Ventisquero de la Condesa, cerca del puerto de Navacerrada, recorrido que se describe con detalle en www.excursionesysenderismo.com.
- Aguil¨®n. Este arroyo, uno de los principales afluentes del Lozoya, se tropieza en su curso medio con una impresionante quebrada, l¨®brega y vertiginosa, por la que se abre paso brincando de poza en poza con saltos de hasta 15 metros de altura.
El Purgatorio, que as¨ª se llama el paraje, es uno de los enclaves de mayor valor ecol¨®gico de la regi¨®n, habitado por la nutria y el desm¨¢n de los Pirineos, lo que habla de la pureza casi te¨®rica de estas aguas reci¨¦n nacidas en la umbr¨ªa de la Najarra. El camino de acceso, bien se?alizado, parte del centro de educaci¨®n ambiental Puente del Perd¨®n (tel¨¦fono: 918 691 757), en el kil¨®metro 27,6 de la carretera M-604, a dos de Rascafr¨ªa, y se va abriendo paso por robledales y pinares hasta llegar a la quebrada de marras.
La senda acaba en un mirador de madera frente a una de las cascadas, pero se puede seguir subiendo con cuidado por los escarpes rocosos de la margen derecha -izquierda, seg¨²n se asciende- para gozar de las pozas que se esconden allende el Purgatorio. Este lugar, m¨¢s alto, bello y solitario, es, apurando la met¨¢fora, el para¨ªso. Son 12 kil¨®metros y cuatro horas de paseo, incluida la vuelta por el mismo camino. Se encuentran m¨¢s detalles de la ruta en www.madrid.org/inforjoven.
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