S¨ªntomas de cruzada
El arzobispo Garc¨ªa-Gasco levantar¨¢ una Parroquia Santuario de los Beatos M¨¢rtires Valencianos, en una nave de la antigua f¨¢brica Cross, cedida por la alcaldesa Rita Barber¨¢, a cambio de un solar. La iniciativa cuenta con el apoyo del gobierno municipal y de la c¨²pula del PP. Es parad¨®jico que quienes abominan de una t¨ªmida, a¨²n nonata y mal llamada Ley de la Memoria Hist¨®rica, no exhiban dudas a la hora de recordar monumentalmente a estos presuntos "m¨¢rtires de la fe", que no tuvieron empacho en ponerse al lado de los facciosos; y s¨ª cuando se trata de honrar, desde la justicia, la dignidad, y la reparaci¨®n necesaria y suficiente, a los muertos, encarcelados y despojados, por una dictadura tan feroz. El cardenal Isidro Gom¨¢, en el Congreso Eucar¨ªstico de Budapest, en 1938, enunci¨® la filosof¨ªa sanguinaria de aquella sublevaci¨®n, al afirmar: "Paz, s¨ª, pero cuando no quede un adversario vivo". ?Suscribe un partido que se llama democr¨¢tico, aunque sea escasamente fiable, actitudes tan fan¨¢ticas?, ?o acaso, lo que es un suponer, las aplaude desde el recogimiento del reclinatorio? Las cosas como son: al arzobispado de Valencia, lo que mande; a los familiares y amigos de los republicanos enterrados en fosas comunes del cementerio de la ciudad, ni una menci¨®n. Qu¨¦ dura, arbitraria e intolerable, resulta una medita tan reveladora y cargada de posibles miedos y odios. El concejal socialista del Ayuntamiento valenciano, Juan Soto, ha calificado certeramente a este conjunto de fuerzas y motivaciones viscosas, como "uno de los ¨²ltimos bastiones del nacionalcatolicismo". ?ltimos bastiones que se deben de desmantelar, por higiene democr¨¢tica y respeto a las libertades conquistadas por el pueblo. ?ltimos bastiones diseminados y en ocasiones enmascarados, por toda nuestra cartograf¨ªa. Y en la ciudad de Alicante, como en otros tantos lugares, lo saben. Su Comisi¨®n C¨ªvica por la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, en los dos ¨²ltimos a?os, ha conseguido erigir un monolito en una fosa donde yacen los restos de 27 republicanos, con sus nombres. Sin embargo, el Memorial del Campo de los Almendros y al monumento, con una obra de Eusebi Semper, pensado para levantarlo en el puerto, donde concluy¨® la guerra, con sus presupuestos y memorias, y matasellados en los registros correspondientes, para dar en vaguedades, ni s¨ª ni no, y largas, precisamente cuando el Ministerio de la Presidencia ha concedido al primero de tales proyectos la subvenci¨®n de 28.950 euros, es decir, la cantidad solicitada, para su construcci¨®n. La comisi¨®n C¨ªvica ha convocado recientemente un concurso de ideas para recordar el criminal bombardeo que sufri¨® el Mercado Central de Alicante, el 25 de mayo del 38, en una incursi¨®n de la aviaci¨®n fascista italiana sobre la poblaci¨®n civil, y se est¨¢n recibiendo ideas de todo el mundo, que se expondr¨¢n en el Museo de la Universidad de Alicante. Y, ?luego? Luego, le alcanzar¨¢ el turno al infame Campo de Albatera. Pero hay que aventar esos s¨ªntomas de cruzada. Son perversos y apestan.
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