Ni yate ni Bugatti, ahora se llevan submarinos privados
Cuestan entre 8,7 millones y 58 millones. Pueden tener gimnasio, bodega y observatorio. Hay unos 100 construidos y 26 ricos en lista de espera
Los barcos gigantes y, en ocasiones un poco horteras, est¨¢n pasando de moda entre los multimillonarios. Ahora el lecho marino es la ¨²ltima frontera donde gasta su dinero la gente m¨¢s rica del mundo. Viajar para ver lo que hay en el fondo del mar a bordo de un sumergible personal es un vil exceso que sin duda supera cualquier entretenimiento t¨ªpico de magnate como los Bugattis de colecci¨®n o un pasaje de ida y vuelta a la Estaci¨®n Espacial Internacional a bordo de un cohete ruso, que vale 27,5 millones de euros (38 millones de d¨®lares).
Los fabricantes y vendedores de submarinos de lujo, desde el Oc¨¦ano Pac¨ªfico hasta el Golfo P¨¦rsico, dicen que la fantas¨ªa y el sigilo son los fundamentos de este nicho del segmento n¨¢utico construido sobre la locura de algunos s¨²per multimillonarios.
Allen, de Microsoft, tiene uno de 12 metros, que vale 8,7 millones y est¨¢ una semana sumergido
"Todo el mundo all¨ª es un ricacho exc¨¦ntrico", dice Jean- Claude Carme, subdirector general de comercializaci¨®n en US Submarines, un constructor de submarinos de Portland (Oreg¨®n). "Todo es sumamente secreto".
Qui¨¦nes son los due?os de los aproximadamente 100 submarinos de lujo que surcan los siete mares sigue siendo un misterio Adem¨¢s, hay 26 clientes esperando la entrega de estas naves, desde el popular y relativamente peque?o Stingray al muy de moda de lujo Proteus, de 65 pies de largo (19,8 m).
Paul Allen, cofundador de Microsoft, posee uno y advirti¨® a su astillero que los deslenguados pierden negocios. "Realmente se supone que no debo hablar del submarino, pero es fant¨¢stico, una pieza ¨²nica", dice Fred Rodie, uno de los ingenieros que dise?aron el yate submarino de Allen en Olympic Tool & Engineering. El submarino de Allen tiene 40 pies de largo (12 metros) y vale 8,7 millones; los extras que incluye son suficientes para permanecer sumergido una semana. Su color, amarillo.
Bruce Jones, director general y fundador de U.S. Submarines, de 50 a?os e hijo de un ingeniero naval, construy¨® su primer submarino a di¨¦sel y bater¨ªas en 1993. Desde entonces, cada contrato de venta ha incluido una cl¨¢usula de confidencialidad para proteger la identidad del comprador.Herve Jaubert, ex comando de la armada francesa, cambi¨® su sable por un destornillador en 1995 para construir su primer submarino de lujo. Ahora, m¨¢ximo responsable de Exomos, un fabricante de submarinos a medida con sede en Dubai, Jaubert tiene una visi¨®n m¨¢s rom¨¢ntica del trabajo: "Soy un poeta que construye yates sumergibles para gente rica".
"Gastar 58 millones de euros por una nave que va por debajo del agua cuando una que no lo hace cuesta 109 millones es negocio", dice Jones. "Nuestro Phoenix 1000 tiene cuatro pisos de alto y 65 metros de largo, es una mezcla de submarino tur¨ªstico y militar" a?ade.
El m¨¢s avanzado submarino de guerra, el New Attack Submarine de la clase Virginia, cuesta 1.740 millones y lleva 16 misiles de crucero Tomahawk. Jones dice que el proyectil m¨¢s peligroso a bordo del Phoenix 1000 es un corcho de champ¨¢n. "Construyo sistemas de lujo para personas que tienen m¨¢s dinero del que pueden gastar", comenta Jones. No es barato navegar silenciosamente por las profundidades del mar.
El sumergible para 10 pasajeros de Jaubert cuesta 10,87 millones. El gimnasio es opcional. El modelo de tama?o mediano de submarinos es el Seattle 1000, de 18 millones de euros, una nave de tres pisos de alto con cinco camarotes, cinco ba?os, dos cocinas, un gimnasio, una bodega para vinos y un portal de observaci¨®n de 30 pies de largo por 15 pies de ancho (9 por 4,5 metros). Tiene un alcance de 3.000 millas n¨¢uticas (5.500 km).
En el sal¨®n donde se exhibe el Exomos, uno de los modelos, en la Jebel Ali Free Zone, de Dubai, los clientes eligen entre 14 modelos de lujo. Desde 2005, los 170 empleados de Jaubert han lanzado 18 naves.
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