Harry Potter ya es mayor...
La primera vez que Daniel Radcliffe se present¨® a la prensa como el joven aprendiz de mago que cautivaba a lectores de todas las edades desde cuatro a?os antes, su parecido se torn¨® asombroso incluso sin esas gafas redondas o la marca en la frente caracter¨ªsticas del personaje literario. Fue en 2001, para el estreno de Harry Potter y la piedra filosofal, la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del primer libro de esta popular saga literaria. Reservado, pero muy articulado en sus respuestas, parec¨ªa alguien capaz de sugerir m¨¢s bagaje de los 12 a?os que ten¨ªa en ese momento. Entonces dijo lo normal en estos casos: que esperaba mantener aquella normalidad incluso con la fama aporreando su puerta, y que su familia y sus amigos le ayudar¨ªan a mantener los pies en el suelo.
Hoy es el adolescente m¨¢s rico del Reino Unido. La prensa encuadra su fortuna por encima de 40 millones de d¨®lares
"El papel de la obra 'Equus' me pareci¨® todo un plus para ayudar a la gente a verme bajo una luz diferente"
Seis a?os despu¨¦s de aquel estreno y cinco pel¨ªculas m¨¢s tarde, el estreno de Harry Potter y la Orden del F¨¦nix devuelven al mismo joven, pero a punto de cumplir 18 a?os. El rostro ha cambiado y las mejillas forman parte de unas facciones afiladas que acompa?an a un cuerpo mucho m¨¢s fornido. La barba no constituye su mayor se?al de hombr¨ªa, aunque hace tiempo que se afeita. La estatura tampoco es su fuerte, estancada en 1,67 metros. Ha llegado a la madurez de una manera normal, como era su deseo. "Como mucho, nos ha hecho crecer a todos m¨¢s r¨¢pido", confes¨® al presentar su ¨²ltimo estreno. "Pero en ning¨²n caso como un personaje famoso, sino como alguien que trabaja para ser mejor actor".
La vida de un ni?o actor nunca es f¨¢cil. Lleva aparejada crecer a la vez delante y detr¨¢s de las c¨¢maras, con todas las etapas de la adolescencia expuestas en los cines, ante la mirada de todos en enormes pantallas. Pero cuando ese nuevo prodigio se llama Radcliffe o, mejor dicho, cuando interpreta a un personaje como Harry Potter, las proporciones son a¨²n mayores. Unos cuantos n¨²meros sirven para ilustrar este fen¨®meno: 325 millones de ejemplares de la saga literaria vendidos en todo el mundo, distribuidos en 200 pa¨ªses y traducidos a 64 idiomas, del albano al zul¨²; y, sin contar por el momento el estreno de Harry Potter y la Orden del F¨¦nix, otras cuatro entregas cinematogr¨¢ficas -La piedra filosofal (2001), La c¨¢mara de los secretos (2002), El prisionero de Azkab¨¢n (2004) y El c¨¢liz de fuego (2005)- llevan recaudados 3.500 millones de d¨®lares en la taquilla internacional.
"Pero yo nunca lo he visto en esos t¨¦rminos. Para m¨ª siempre ha sido un viaje, un viaje centrado en la p¨¦rdida de la inocencia, desde ese primer filme en el que Harry era todo ojos. Unos ojos que gradualmente se va dando cuenta del lado oscuro que tambi¨¦n hay en su maravilloso mundo", comenta Radcliffe. Un resumen que puede aplicar a su persona. Porque al margen o precisamente por la popularidad de su personaje, Dan -como le llaman quienes le rodean- es uno de los actores m¨¢s famosos del mundo por debajo de los 18 a?os. Y, sin duda, la mayor estrella juvenil europea. El fruto de una selecci¨®n que dej¨® fuera a otros 400.000 aspirantes cuando s¨®lo ten¨ªa 11 a?os, y que hoy le ha convertido en el adolescente m¨¢s rico del Reino Unido. La prensa encuadra su fortuna neta por encima de 40 millones de d¨®lares, sin sumar los r¨¦ditos de la venta de los productos que llevan su imagen.
Sin entrar en detalles econ¨®micos, lo importante para David Heyman -el productor que adquiri¨® los derechos del libro para los estudios Warner y figura clave en la contrataci¨®n de Radcliffe- es la integridad y la falta de ego que ha acompa?ado a este joven. "Trabajar con ¨¦l es un privilegio. Es responsable, brillante, apasionado, sensible, entusiasta, lleno de humanidad y ambici¨®n. Un joven, un hombre, perd¨®n, que desde que era peque?o siempre ha sido de lo mejor". Los lugares comunes dejan paso a un cierto tono de orgullo casi paternal (bueno, sin el casi): "Siempre consideramos que lo mejor era dejar a los ni?os que fueran quienes son, porque los tres [Radcliffe, Emma Watson, en el papel de Hermione Granger, y Rupert Grint, como Ron Weasley] son estupendos. Les proporcionamos un ambiente donde ser normales desde el comienzo".
Quiz¨¢ perfectamente consciente de lo que dicen de ¨¦l, Radcliffe da su visi¨®n. "La pregunta m¨¢s habitual es si echo en falta una infancia normal. Como si existiera tal cosa. La vida de cada uno cambia de un ni?o a otro, as¨ª que no tengo el sentimiento de haberme perdido nada. Quiz¨¢ tengo el sentimiento de que hemos crecido algo m¨¢s r¨¢pido que otra gente de mi edad por estar rodeados de adultos. He trabajado con ellos, hemos bromeado y he mantenido relaciones laborales diarias con ellos", admite sin mover una ceja.
?l tambi¨¦n se va convirtiendo en un adulto. Algo que subraya con esa camiseta algo punk con el eslogan de "platillos volantes para todo el mundo", bajo una chaqueta que confiere cierto aspecto formal a sus vaqueros ra¨ªdos y al pelo desmadejado. Pero la transici¨®n a la madurez a¨²n no es completa, como demuestra no tanto su voz -ya casi cambiada por completo-, sino sus palabras, al bajar la guardia por un segundo. ?Hay algo de lo que se arrepienta durante esa infancia acelerada? "Mi firma. Ya me lo dijo David Heyman cuando conced¨ª mi primer aut¨®grafo como Daniel Radcliffe. Me avis¨® de que deb¨ªa pensar en algo m¨¢s breve, como DJR. Ten¨ªa que haberle hecho caso, porque llevo firmando Daniel Radcliffe, as¨ª con todas sus letras, demasiado tiempo. Me tendr¨ªa que cambiar de nombre a Bill", r¨ªe como un adolescente.
Pero Daniel Jacob Radcliffe estuvo muy cerca de no llegar a ser quien es. O al menos, de no llegar a ser Harry Potter. De hecho, la obra literaria de J. K. Rowling estuvo a punto de quedarse en un filme de animaci¨®n a lo Toy story, generado por ordenador y dirigido por Steven Spielberg. Chris Columbus se sali¨® con la suya, pero su b¨²squeda "brutal" por el perfecto Harry parec¨ªa abocada al fracaso hasta semanas antes de comenzar la producci¨®n de La piedra filosofal. "Hab¨ªa visto David Copperfield cuando comenc¨¦ la b¨²squeda y estaba excitado porque hab¨ªa encontrado al perfecto Harry Potter. Pero mi directora de reparto me dijo que sus padres no estaban interesados, as¨ª que tuvimos que seguir buscando otros tres meses", confiesa el realizador de las dos primeras entregas. Pero ¨¦ste es uno de esos puntos donde las mentiras promocionales oscurecen la verdad: la versi¨®n de Radcliffe, protagonista del telefilme que vio Columbus, es bien distinta. Seg¨²n sus primeros recuerdos de Harry Potter, el actor asegura que sus padres le estaban protegiendo "para que no tuviera muchas esperanzas" de obtener un papel que deseaba con toda su alma. "Estaba en el ba?o cuando o¨ª la llamada y mi padre cogi¨® el tel¨¦fono. Le o¨ª decir eso de 'Hola, David' y supe que era David Heyman, el ¨²nico David que conoc¨ªamos. Mi padre me dijo que me lo hab¨ªan dado y recuerdo que me ech¨¦ a llorar de lo contento que estaba". Heyman, amigo de los padres de Dan -el agente literario Alan Radcliffe y su esposa, la directora de reparto Marcia Gresham-, tiene su propia versi¨®n: lo que ambos quer¨ªan para su hijo era la seguridad de que disfrutar¨ªa de una infancia normal.
?sa es la promesa hecha por los estudios Warner al centenar de actores, a los 800 miembros del equipo y los miles de extras de media que han pasado por cada una de las cintas, rodadas en su gran mayor¨ªa en los estudios Leavesden, al norte de Londres. Una normalidad interrumpida a partir de la tercera entrega con un nuevo director para cada cinta. Tras Columbus vino el mexicano Alfonso Cuar¨®n. "Con Alfonso, la direcci¨®n fue mucho m¨¢s intensa, diferente de la energ¨ªa de Chris", recuerda el actor, que se embols¨® unos 17 millones de d¨®lares por las tres primeras entregas de la saga. "Con Mike Newell sab¨ªa que era ingl¨¦s, pero no lo incre¨ªblemente brit¨¢nico que pod¨ªa llegar a mostrarse. Chris y Alfonso nos daban notas, pero las de Mike fueron las m¨¢s detalladas", apostilla no sin algo de iron¨ªa quien cobr¨® 12 millones de d¨®lares por esta cinta. Para la quinta, dirigida por el tambi¨¦n ingl¨¦s David Yates, ya hab¨ªa firmado un contrato por 14 millones de d¨®lares. "Creo que hasta la fecha es quien ha realizado un trabajo m¨¢s sorprendente", a?ade sobre el que tambi¨¦n ser¨¢ el realizador de la sexta entrega, Harry Potter y el pr¨ªncipe mestizo.
Este trasiego de realizadores, en opini¨®n de Radcliffe, m¨¢s que crear problemas, "ha mantenido la producci¨®n fresca, evitando los ritmos y los lugares comunes" en los que f¨¢cilmente habr¨ªan ca¨ªdo los actores despu¨¦s de tantos a?os. Durante este tiempo, una t¨®nica se ha mantenido constante: el contacto personal con Columbus, una especie de padre y amigo para los j¨®venes que debutaron a sus ¨®rdenes. "Pongamos las cartas sobre la mesa", aclara Heyman. "Todos nos acordamos de esas primeras pel¨ªculas que fueron posibles gracias al trabajo de Chris con los ni?os. 'Sube esa barbilla, Dan'. 'No est¨¢s poniendo atenci¨®n'. 'Rupert, deja de re¨ªr'. 'Emma, conc¨¦ntrate".
Dan mantiene ahora la barbilla levantada, dado su ligero complejo de estatura. Y reconoce haber encontrado algo m¨¢s en sus aventuras junto a Harry Potter: una carrera. "Ten¨ªa claro que prefer¨ªa esto al colegio", explica con los dedos entrelazados, como en una disertaci¨®n. "Me gusta la interpretaci¨®n porque es lo ¨²nico en lo que he dado lo mejor de m¨ª mismo, lo ¨²nico en lo que he podido ser realmente bueno. No digo que sea un buen actor, pero me siento m¨¢s yo que haciendo cualquier otra cosa". ?Y el dinero, ayuda? "He tenido la suerte de encontrarme en esta posici¨®n financiera a una edad temprana, aunque pod¨ªa haber acabado con mi motivaci¨®n. Pero ¨¦se no soy yo. Quiero trabajar y quiero mejorar".
Cuando ten¨ªa 12 a?os, hablaba de su admiraci¨®n por su compatriota Jude Law. M¨¢s tarde dej¨® que las hormonas hablaran por su boca al expresar sus ganas de conocer a Cameron D¨ªaz y Scarlett Johansson. Ahora, Radcliffe cita como h¨¦roes de la pantalla a Peter Sellers -"por todas las cosas incre¨ªbles que ha hecho, como el Goon Show, las pel¨ªculas de La Pantera Rosa, Dr. Strangelove o Being There"- y, quiz¨¢ por cercan¨ªa, a Gary Oldman, a quien describe como "un camale¨®n". Lo que ¨¦l querr¨ªa ser como actor. El int¨¦rprete del papel de Sirus, padrino de Harry Potter. "Durante nuestra ¨²ltima escena juntos, yo tuve problemas de conexi¨®n porque nunca he perdido a nadie en mi vida. Gary me pidi¨® permiso para que hici¨¦ramos una toma m¨¢s f¨ªsica y pens¨¦ que me iba a dar un abrazo. Pero empez¨® a gritarme y a zarandearme hasta que, sin perder el contacto visual, comenzamos a rodar. Me hizo volver a mi ni?ez, y me puse a llorar como requer¨ªa la escena".
Si algo se puede criticar a este joven, es que para rondar los 18 a?os se toma la vida demasiado en serio. As¨ª le defini¨® desde un principio Robbie Coltrane, el actor que da vida a Hagrid, hijo de un gigante y un humano que guarda las puertas del colegio de magia Hogwarts. "Siempre est¨¢ ocupado. Es dif¨ªcil verle fuera de rodaje", lamenta Robert Pattinson, otro de los j¨®venes actores que pasaron por estos filmes. Incluso Grint, el ¨²ltimo de los "tres mosqueteros" protagonistas de la saga m¨¢gica, ofrece una cr¨ªtica velada a su amigo por no conseguirle entradas para ver Equus, la obra de teatro que Dan protagoniz¨® en el West End londinense hasta junio.
Adem¨¢s del rodaje contrarreloj de las entregas de Harry Potter para mantener la edad de sus personajes, la agenda de Radcliffe para este a?o se encuentra m¨¢s llena que nunca. A su paso teatral por la obra de Peter Shaffer se suma el estreno en septiembre de un peque?o proyecto independiente rodado en Australia, December boys, y su primer papel protagonista en televisi¨®n desde David Copperfield con My boy Jack, sobre la muerte del hijo del novelista Rudyard Kipling. "?Te das cuenta de que para cuando se estrene el ¨²ltimo Harry, probablemente en 2010, se habr¨¢ cumplido una d¨¦cada de mi vida? Eso es un mont¨®n de tiempo". Por mucho amor que sienta hacia su ¨¢lter ego literario, el joven actor quiere ser visto y conocido como algo m¨¢s que el ni?o de Harry Potter. Y nada m¨¢s rompedor que Equus o su cameo junto a Rick Gervais en la serie Extras, donde se interpreta a s¨ª mismo como si se le hubiera subido la fama a la cabeza.
Las expectativas del p¨²blico o de la cr¨ªtica siempre se han mostrado favorables a verle caer. De ah¨ª la sorpresa ante la c¨¢lida recepci¨®n que tuvo su trabajo en Equus cuando las hachas estaban afiladas para acabar con este jovencito dispuesto a cargarse su angelical imagen desnud¨¢ndose en el escenario. Pese a los rumores que circularon, el actor nunca tuvo ning¨²n impedimento por parte del estudio para interpretar algo tan contrario al esp¨ªritu de Rowling, seg¨²n David Heyman. "Ese papel me pareci¨® todo un plus para ayudar a la gente a verme bajo una luz diferente", a?ade el actor.
Radcliffe, como el resto de sus compa?eros, ha firmado ya para las dos pr¨®ximas pel¨ªculas. "Una vez que has llegado a la sexta, ser¨ªa una tonter¨ªa no acabar la saga". C¨®mo acabar¨¢ es otro tema. No tiene ni idea, y teme la mera posibilidad de seguir haciendo entrevistas una vez que el ¨²ltimo libro, Harry Potter and the Deathly Hallows, salga publicado. ?l reconoce leer despacio. Y el s¨¦ptimo volumen es gordo (784 p¨¢ginas, en la edici¨®n estadounidense). Su publicaci¨®n est¨¢ finalmente fijada para despu¨¦s del estreno de Harry Potter y la Orden del F¨¦nix. "S¨¦ que hay una clara posibilidad de que Harry muera", admite. "?Me entristece? Si muere de una manera heroica, supongo que est¨¢ bien".
Puede que Rowling, habitualmente apartada del mundo, estuviera escuchando a quien lleg¨® a describir como "el hijo que nunca tuvo". Radcliffe r¨ªe y niega con la cabeza: "Supongo que despu¨¦s de todo este tiempo, Harry y yo nos parecemos en muchas cosas, pero en realidad somos muy diferentes. ?l es un personaje de papel. Yo simplemente soy ese chico que ha crecido a su lado", resume divertido. Pero muy en serio.
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