Euforia econ¨®mica, d¨¦ficit social
Me preocupa que el presidente Rodr¨ªguez Zapatero est¨¦ cometiendo el mismo error que el presidente Bush en las ¨²ltimas elecciones legislativas al Congreso de EE UU, cuando, consciente ¨¦ste de la escasa popularidad de su intervenci¨®n en Irak, enfatiz¨® durante la campa?a electoral los ¨¦xitos de su pol¨ªtica econ¨®mica, que se reflejaban en unos indicadores macroecon¨®micos muy satisfactorios. La tasa de desempleo de EE UU, la m¨¢s baja desde el a?o 2001, iba acompa?ada con una elvada tasa de creaci¨®n de empleo, una baja inflaci¨®n y un elevado crecimiento econ¨®mico. Y sin embargo, el Partido Republicano perdi¨® las elecciones no s¨®lo como consecuencia de la oposici¨®n a su pol¨ªtica en Irak, sino tambi¨¦n como resultado de la insatisfacci¨®n de gran parte del electorado con la situaci¨®n econ¨®mica y social del pa¨ªs, tal como mostraron las encuestas a pie de urna.
Espa?a contin¨²a siendo uno de los pa¨ªses desarrollados que tiene mayores desigualdades de renta
En Espa?a, el Gobierno de Zapatero est¨¢ enfatizando tambi¨¦n los indicadores macroecon¨®micos, los cuales son tambi¨¦n muy favorables. La lista de ¨¦xitos econ¨®micos es larga. La econom¨ªa espa?ola es de las que tiene un mayor crecimiento econ¨®mico en la UE (el 4% en el ¨²ltimo trimestre, una tasa mayor que la de EE UU), una reducci¨®n considerable de la inflaci¨®n en 1,5 puntos, un crecimiento notable de la poblaci¨®n activa (porcentaje de la poblaci¨®n en el mercado de trabajo), con la perspectiva de alcanzar tres millones de nuevos empleos durante esta legislatura. La tasa de paro de 8,5% es la m¨¢s baja desde 1979, y un largo etc¨¦tera. Los foros empresariales y financieros espa?oles e internacionales hablan ya incluso de "milagro econ¨®mico espa?ol".
Ahora bien, es un gran error asumir que la bondad de los indicadores macroecon¨®micos se traduce autom¨¢ticamente en mejoramiento del bienestar social y calidad de vida de la ciudadan¨ªa y en apoyo electoral. En EE UU, aquellos indicadores exitosos coincid¨ªan con una percepci¨®n de inseguridad laboral y social ampliamente extendida entre la poblaci¨®n y muy en particular entre la clase trabajadora y amplios sectores de las clases medias. Los economistas David Kusner, Lawrence Mishel y Ruy Teixeira del Economic Policy Institute de Washington, en su an¨¢lisis de la opini¨®n de la ciudadan¨ªa estadounidense sobre la econom¨ªa (What everyday Americans Really Think -and Elites don't get- about the economy) citaron varias encuestas que mostraban que la gran mayor¨ªa de los ciudadanos, el 72% de la poblaci¨®n, percib¨ªan que las desigualdades sociales "estaban creciendo excesivamente y que los beneficios del crecimiento econ¨®mico no estaban bien distribuidos". El 68% de la poblaci¨®n cre¨ªa que las desigualdades sociales en EE UU eran demasiado grandes. Varias encuestas se?alaron tambi¨¦n que el sentimiento cr¨ªtico hacia el mundo empresarial y hacia la comunidad bancaria hab¨ªa crecido muy notablemente durante la Administraci¨®n de Bush por haber sido percibidos tales estamentos como especialmente favorecidos por las pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales de la Administraci¨®n de Bush. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n no vio notables mejoras en su bienestar, mientras s¨ª que percibi¨® que las rentas de los grupos m¨¢s pudientes estaban aumentando desmesuradamente.
Y es ah¨ª donde me temo que algo similar podr¨ªa ocurrir en Espa?a, y eso a pesar de las grandes diferencias existentes entre las pol¨ªticas sociales del Gobierno de Zapatero y las del de Bush. Mientras que el ¨²ltimo se ha caracterizado por una gran austeridad social, el primero ha incidido exitosamente en varias dimensiones sociales como son: un aumento del salario m¨ªnimo interprofesional de 110 euros al mes (un crecimiento del 24% en tres a?os: durante el Gobierno de Aznar fue s¨®lo del 8,4% en sus ¨²ltimos cuatro a?os), un aumento de las pensiones m¨ªnimas del 20% (durante el Gobierno del PP hab¨ªa sido s¨®lo del 13%), el 8,7% del crecimiento del gasto en protecci¨®n social, superior al crecimiento del PIB nominal, una Ley de Dependencia de gran calado y muchas otras medidas, que muestran una sensibilidad social que no tuvo el Gobierno conservador del PP y tampoco tiene la Administraci¨®n de Bush. Pero las encuestas se?alan que grandes sectores de las clases populares -la base electoral del Gobierno de Zapatero- contin¨²an insatisfechas, lo cual debiera hacer reflexionar al Gobierno sobre la bondad de algunas de sus pol¨ªticas econ¨®micas y fiscales (que condicionan en gran manera el desarrollo de sus pol¨ªticas sociales), heredadas del Gobierno conservador anterior, pol¨ªticas p¨²blicas que est¨¢n contribuyendo al incremento de las desigualdades sociales en nuestro pa¨ªs. Muchas de estas pol¨ªticas son mera continuaci¨®n de las pol¨ªticas del Gobierno de Aznar y son semejantes a las del de Bush. Entre ellas cabe destacar las pol¨ªticas fiscales encaminadas a reducir los impuestos (manteniendo en l¨ªneas generales las reformas fiscales regresivas del gobierno de Aznar), un ¨¦nfasis en alcanzar un elevado super¨¢vit en las cuentas del Estado (el 1,83% del PIB) con excesiva cautela hacia el crecimiento del gasto p¨²blico y un crecimiento del gasto p¨²blico social por habitante, que aunque es mucho mayor que el seguido por el Gobierno de Aznar, es todav¨ªa insuficiente para converger con el promedio de la UE-15 (tal como prometi¨® el partido gobernante en su programa electoral).
Espa?a contin¨²a siendo uno de los pa¨ªses desarrollados, junto con EE UU, que tiene mayores desigualdades de renta. Y la percepci¨®n popular de que estas desigualdades son demasiado elevadas est¨¢ creciendo. El 74% de la poblaci¨®n espa?ola considera que las desigualdades sociales son demasiado altas, el mayor porcentaje existente en los ¨²ltimos 10 a?os. Las causas de tales desigualdades son el crecimiento de las rentas del capital, mucho mayor que el crecimiento de las rentas del trabajo; una elevada dispersi¨®n salarial con gran crecimiento de los salarios bajos; unas pol¨ªticas fiscales de impacto redistributivo limitado y un Estado del Bienestar poco desarrollado. El gasto p¨²blico social per c¨¢pita y como porcentaje del PIB contin¨²a siendo uno de los m¨¢s bajos de la UE-15. El Gobierno de Zapatero deber¨ªa ser consciente de que el crecimiento de la percepci¨®n de que las desigualdades sociales est¨¢n aumentando puede incrementar la abstenci¨®n entre amplios sectores de las clases populares que tradicionalmente han identificado socialdemocracia con redistribuci¨®n de recursos y justicia social.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la UPF.
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