"Esta ocupaci¨®n es como una m¨¢s, deber¨ªa estar pagada"
Luisa De Arriba tiene 54 a?os y hace 35 que trabaja de ama de casa. Empez¨® a hacer las labores de su hogar cuando nacieron sus hijos y, desde entonces, no ha hecho otra cosa que cuidar de ellos, de su marido y de la casa. "Este trabajo deber¨ªa estar remunerado, por supuesto. Es como uno m¨¢s, acabas la jornada agotada. No son seis ni ocho horas de trabajo al d¨ªa, ?son muchas m¨¢s!", exclama. El trabajo que realiza es pesado y continuo: "Las faenas son varias y lo peor de todo es que son repetitivas. Cada d¨ªa es lo mismo: lavar, planchar, limpiar, ir a comprar, hacer la comida... Adem¨¢s, yo no tengo ning¨²n d¨ªa de fiesta: los s¨¢bados y domingos en mi casa tambi¨¦n se come", se queja Luisa.
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