Ventajas pr¨¢cticas de un familiar mestizo
Ni turismo ni todoterreno, o las dos cosas a la vez. El Nissan Qashqai es un modelo compacto de fusi¨®n que aplica soluciones de diferentes tipos de coches para crear un familiar mestizo m¨¢s pr¨¢ctico y polivalente. Tiene una carrocer¨ªa alta inspirada en los 4¡Á4 que mejora la visibilidad y ampl¨ªa el espacio interior. Pero el tacto y el comportamiento est¨¢n m¨¢s cerca de los turismos y muestra una manejabilidad equiparable y sin los inconvenientes de los todoterrenos. Adem¨¢s, se vende en versiones con tracci¨®n delantera o 4¡Á4, las primeras pensadas para ciudad y asfalto, y las otras, para salir al campo. Y tiene precios correctos (desde 16.680 euros) y un buen equipo de serie.
Carrocer¨ªa de fusi¨®n
El Qashqai es un modelo diferente creado para responder a nuevas tendencias sociol¨®gicas. Su carrocer¨ªa de turismo, unida a unas suspensiones altas, casi de todoterreno, permite disfrutar las ventajas din¨¢micas de los primeros con un puesto de conducci¨®n m¨¢s elevada. Y esta soluci¨®n, una de las causas del ¨¦xito de los 4¡Á4, se valora cada vez m¨¢s entre los compradores, en especial mujeres, que circulan en ciudad con ni?os a bordo y se sienten m¨¢s protegidos y seguros en los coches altos.
El Qashqai cumple esta premisa con un tama?o compacto y m¨¢s manejable que el de otros todoterrenos. Mide 4,31 metros de largo, 11 cent¨ªmetros m¨¢s que un Golf, pero es m¨¢s alto (1,60) y se sit¨²a entre el VW (1,48) y un Toyota Rav4 (1,72), aunque su altura se debe a las suspensiones, porque la carrocer¨ªa es estilizada.
Bien resuelto por dentro
El aspecto poderoso del frontal, alto y robusto, unido a la cintura elevada de las puertas, transmite la solidez de los 4¡Á4. Y el parabrisas inclinado y el techo, que cae por detr¨¢s para unirse al port¨®n, aligeran la figura y acercan la l¨ªnea a los turismos. Pero la aerodin¨¢mica es s¨®lo aceptable (CX: 0,35).
La carrocer¨ªa alta aporta ventajas pr¨¢cticas. Aparte del puesto de conducci¨®n, las cuatro puertas permiten un acceso f¨¢cil y tiene un port¨®n muy funcional en el uso diario, que permite cargar de todo con comodidad en un maletero bien aprovechado, desde las sillas de los ni?os sin tener que plegarlas hasta la compra o el equipaje. Las plazas delanteras son desahogadas, y las traseras tienen suficiente espacio para las piernas, pero los asientos presentan un dise?o mejorable, y ha faltado ambici¨®n en los posteriores, que no se regulan en longitud e inclinaci¨®n, y penalizan su flexibilidad y sentido pr¨¢ctico.
Los huecos para objetos son correctos y est¨¢ bien presentado por dentro, con un estilo moderno, pl¨¢sticos de calidad y acabados satisfactorios que crean un ambiente atractivo. Adem¨¢s, tanto la insonorizaci¨®n como el tacto de los mandos permiten viajar a buen ritmo con confort, y aunque las suspensiones son algo secas, filtran bien las irregularidades.
Cuatro motores y cinco acabados
El Qashqai se vende con dos motores de gasolina, 1.6 y 2.0 de 115 y 140 CV (desde 18.680 y 20.480 euros), y dos turbodi¨¦sel, 1.5 y 2.0 dCi de 106 y 150 CV (20.680 y 23.480), todos con tracci¨®n delantera y cambio manual de seis marchas, salvo el 1.6, que tiene cinco. El 2.0 dCi se ofrece con un autom¨¢tico de seis marchas (1.000 euros), y al igual que el 2.0 de gasolina, puede llevar tracci¨®n 4¡Á4 (2.900 euros). Los precios son ajustados y hay tres acabados: Visia, Acenta (800 euros m¨¢s) y Tekna (2.000 m¨¢s que el Acenta), pero el primero incluye ya seis airbags, ABS, ESP, aire acondicionado, radio-CD, ordenador de viaje y todo lo habitual.
Conclusi¨®n
El Qashqai es un familiar de fusi¨®n moderno y pr¨¢ctico. Su carrocer¨ªa alta da seguridad y tiene un interior funcional y bien acabado. Cuenta con buenos motores, equipamientos completos y precios ajustados, y puede incluir la tracci¨®n 4¡Á4 para cumplir como un todoterreno ligero en el campo.
PRESENTACI?N CUIDADA
El Qashqai presenta un interior moderno y bien elaborado que transmite calidad y solidez. Destaca el salpicadero, de formas suaves y elaborado con pl¨¢sticos mullidos para reducir lesiones en caso de accidente. Pero la instrumentaci¨®n, la consola central o los mandos, en especial el volante, est¨¢n muy bien presentados y dentro de su sencillez crean un ambiente atractivo y cuidado en el que s¨®lo desentonan los asientos, algo justos en tama?o. El dise?o original de la carrocer¨ªa, que permite disfrutar la altura de los todoterrenos sin sacrificar el dinamismo, no va acompa?ado de la flexibilidad interior y soluciones pr¨¢cticas que ofrecen los 4¡Á4 m¨¢s modernos. Tanto delante como atr¨¢s se viaja en una posici¨®n alta y desahogada, pero no sobran huecos para objetos: lleva unas bolsas normales en las puertas, un buen cofre en el apoyabrazos central y cuatro posavasos, dos delante y dos en el apoyabrazos posterior. Pero se echa en falta sobre todo una banqueta trasera regulable en longitud e inclinaci¨®n para variar el reparto del espacio, muy habitual en otros rivales. Al menos, el respaldo se abate por partes para ampliar el maletero, que pasa as¨ª de 410 a 1.513 litros. La luneta estrecha y el parachoques liviano estilizan la imagen de la zaga.
POCAS ALTERNATIVAS
Hay pocos modelos de fusi¨®n como el Qashqai. El nuevo Nissan es unos 3.600 euros m¨¢s caro que un familiar convencional de su tama?o, como el Mazda 3, que incluye tambi¨¦n de serie seis airbags, ABS, ESP, pero viene sin detalles como sensores de lluvia, faros y aparcamiento o control de velocidad. El Dodge Caliber, en cambio, un turismo mestizo de dise?o tambi¨¦n muy peculiar, es s¨®lo 1.480 euros m¨¢s asequible y tiene cuatro airbags, dos menos, y un interior mucho m¨¢s austero.Los todoterrenos ligeros de sus medidas con tracci¨®n 4¡Á2, como el Tucson, tienen tarifas parecidas. El Hyundai es 1.480 euros m¨¢s barato, pero viene sin ESP y otros detalles. El Qashqai cuesta 5.200 euros menos que un VW Cross Golf, la versi¨®n de est¨¦tica campera y tracci¨®n delantera del superventas alem¨¢n, y ¨¦ste no incluye un equipo de serie que lo justifique.
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