La RAG trat¨® de recuperar la biblioteca de Pardo Baz¨¢n

Nueve musas adornan el balc¨®n de La Quimera, el nombre con el que Emilia Pardo Baz¨¢n bautiz¨® la torre rectangular de Meir¨¢s, la ¨²nica que mira hacia la villa costera de Sada y concebida por la escritora, al construir el pazo en 1893, como su santuario literario y fuente de inspiraci¨®n. All¨ª es donde a¨²n permanece parte de la biblioteca de la autora de Los Pazos de Ulloa, que lleg¨® a reunir m¨¢s de 17.000 vol¨²menes. La Real Academia Galega (RAG), que ya tiene en su poder la mitad, se ha propuesto recuperar el resto, o lo que qued¨® tras el incendio que devast¨® en 1978 parte del pazo.

Con ayuda de la Diputaci¨®n de A Coru?a y de la heredera del t¨ªtulo de Condesa de Pardo-Baz¨¢n, Carmen Colmeiro, la RAG, que tiene por sede la casa coru?esa donada por la escritora, ya tom¨® contacto con los descendientes de Franco para hacerles saber su inter¨¦s por adquirir los m¨¢s de 3.000 libros que, seg¨²n sus estimaciones, a¨²n conviven, junto a la literatura que le gustaba al dictador, en las estanter¨ªas de La Quimera. La RAG consigui¨® m¨¢s que la Xunta.

Hace seis a?os, una representaci¨®n de la academia y del Cervantes que mantiene viva la memoria, figura y obra de Pardo Baz¨¢n en Internet pudo visitar Meir¨¢s y la famosa biblioteca, instalada tras el incendio en la planta baja de la torre. Carmen Franco Polo, que acept¨® abrir Meir¨¢s por la faceta cultural de la delegaci¨®n, actu¨® de gu¨ªa.

No pudo entrar

Los libros de la escritora siguen donde estaban. El fuego no ocasion¨® "p¨¦rdidas importantes" en ese legado literario, afirma Xulia Santiso, secretaria de la RAG. En realidad, la instituci¨®n pensaba que ya estaba en su posesi¨®n toda la biblioteca ya que, apenas tres meses despu¨¦s del incendio de 1978, la esposa de Franco, Carmen Polo, don¨® m¨¢s de 8.000 libros de la escritora al Ministerio de Cultura, entonces dirigido por P¨ªo Cabanillas, que se los entreg¨® a la RAG. "Algunos llegaron con humo por el fuego y otros deteriorados por haber sido dejados a la intemperie, bajo la lluvia, tras ser rescatados de las llamas", cuenta Santiso. Ella estuvo en Meir¨¢s en aquella visita y calcula que como m¨¢ximo se debieron de quemar 4.000 vol¨²menes.

A la actual condesa de Pardo-Baz¨¢n, no le sorprende que a¨²n siga parte del patrimonio de su insigne familiar en las Torres de Meir¨¢s. Su padre cuenta que la hija de la escritora, Blanca Quiroga, tras vender el pazo "por una miseria" a la Diputaci¨®n en 1938 "fue con su ch¨®fer a recoger sus pertenencias personales. Pero no pudo, la Guardia Civil ya no le dej¨® entrar" a la propiedad adquirida por el caudillo.