All¨ª
SEA POR SU condici¨®n de periodista, por escribir verdades que, en cierto momento, nadie estaba dispuesto a leer, o, seguramente, por ambas cosas a la vez, hoy resulta dif¨ªcil comprender c¨®mo pudo caer en semejante olvido el escritor sevillano Manuel Chaves Nogales (18971944), del que acaba de reeditarse El maestro Juan Mart¨ªnez que estuvo all¨ª (Libros del Asteroide), con un pr¨®logo de Andr¨¦s Trapiello, el cual completa nuestra escasa informaci¨®n al respecto y responde con tino a nuestras desconcertadas conjeturas acerca de la silenciada memoria de un autor de indudable enjundia. Hace a?os, es cierto, Alianza Editorial public¨® Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus haza?as, la excelente biograf¨ªa que Chaves Nogales dedic¨® al m¨ªtico torero, pero, algunos de quienes entonces la le¨ªmos y admiramos, no imagin¨¢bamos -pluralizo, evidentemente, desde mi concreta poquedad- la formidable obra literaria restante de este periodista andaluz, que vivi¨® poco y escribi¨® mucho. Desde luego, la primera mitad del siglo XX, con sus dos guerras mundiales y sus revoluciones, dio sobrados temas para cualquier escritor, pero quiz¨¢ m¨¢s si ¨¦ste era historiador o cronista, y, no digamos, si el tal era encima espa?ol, de talante liberal y profundamente perspicaz, como lo fue Manuel Chaves Nogales.
En cualquier caso, volviendo sobre El maestro Juan Mart¨ªnez que estuvo all¨ª, libro publicado originalmente en 1934, hay que aclarar que se trata de un relato supuestamente autobiogr¨¢fico de un bailar¨ªn de flamenco, nacido en Burgos y afincado profesionalmente en Par¨ªs hacia 1914, al que el vendaval de la historia, siempre entreverada por el industrioso azar, le arrastra de la capital francesa a Turqu¨ªa, y, desde el Imperio Otomano, tras estallar la Gran Guerra, ya dando tumbos, hasta la Rusia en v¨ªsperas de la Revoluci¨®n de Octubre, donde qued¨® varado durante casi un quinquenio, no s¨¦ si el peor, pero ciertamente uno de los m¨¢s terribles de la muy espantosa historia de este sufrido pa¨ªs a lo largo del siglo XX. ?Fue Juan Mart¨ªnez, y hasta qu¨¦ punto, un ser real, o, como sugiere la calificaci¨®n de su relato, denominado "novela", un ente de ficci¨®n inventado por Chaves Nogales para encauzar sus propias vivencias e informaciones privilegiadas de reportero in situ? Parte del genio narrativo del escritor sevillano consiste en dejarnos con el poso de la duda, pero no tanto por la verosimilitud del personaje, sino por la sensaci¨®n de aplastante verdad de lo que, a trav¨¦s de ¨¦l, se nos describe sobre los avatares de la ca¨ªda del zar, el asalto bolchevique al poder en 1917, la guerra civil y la despiadada y mort¨ªfera imposici¨®n de la dictadura comunista, cuyas decenas de millones de muertos parece que a¨²n no acabamos de poder contar.
Teniendo en cuenta que Chaves Nogales fue pol¨ªticamente un dem¨®crata, seguidor de Manuel Aza?a, y que muri¨® como exiliado pol¨ªtico en Londres, no cabe descalificar su testimonio, ni en los que se refiere a los avatares narrados sobre la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ni los que, posteriormente, relat¨® horrorizado, sobre el transcurso de la Guerra Civil espa?ola, sin reparar en el bando de los autores de las fechor¨ªas. M¨¢s a¨²n. La publicaci¨®n de El maestro Juan Mart¨ªnez que estaba all¨ª dos a?os antes del estadillo de la Guerra Civil, nos revela la estremecedora capacidad de videncia de Chaves Nogales, que no es que estuviera, en efecto, "all¨ª", guerra civil rusa o espa?ola, sino en el all¨ª del hondo sufrimiento de la gente cuando se abate sobre ella la plaga del fanatismo redentor. Ciertamente, hay que estar all¨ª, pero, adem¨¢s, hay que saber contarlo: esto es lo que yo llamo "memoria hist¨®rica" o el aqu¨ª del all¨ª.
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