El incendiario detenido puede ser condenado a 20 a?os de c¨¢rcel

El vigilante forestal que provoc¨® el incendio de Gran Canaria en el que han ardido ya 20.000 hect¨¢reas puede enfrentarse a una pena de c¨¢rcel que variar¨¢ seg¨²n el resultado final del incendio hasta los 20 a?os de prisi¨®n.

La lucha legal contra los fuegos intencionados es compleja. Casi todas las investigaciones acaban archivadas pese a las evidencias de intencionalidad. El C¨®digo Penal castiga a los incendiarios con penas dispares que se deciden en funci¨®n de la gravedad del fuego y el peligro en que pongan la vida de personas. Si se prueba que un incendiario actu¨® intencionadamente, amenazando vidas humanas, y con plena conciencia del peligro que ocasionaba, puede enfrentarse a una pena de hasta 20 a?os. Estos casos son poco comunes porque implican que el imputado reconoce su culpa y confiesa que era consciente de las posibles consecuencias de sus actos.

En los ¨²ltimos a?os, varios incendios intencionados se han castigado con penas de c¨¢rcel, aunque s¨®lo una condena ha alcanzado los diez a?os de prisi¨®n:

- El pir¨®mano ecologista. Juan Jos¨¦ Cos¨ªn, de 39 a?os y miembro de un movimiento ciudadano contrario a la instalaci¨®n de un almac¨¦n de pararrayos radioactivos en Los Serranos (Valencia), destruy¨® 5.300 hect¨¢reas de pinos en 1994. Las llamas duraron dos semanas y obligaron a desalojar a 800 vecinos. El valor ecol¨®gico de la zona result¨® un agravante. Al acusado no se le pudieron imputar m¨¢s incendios a pesar de que la Guardia Civil identific¨® un veh¨ªculo igual al suyo, una furgoneta roja cargada de latas de combustible, en fuegos anteriores. Fue condenado a diez a?os de prisi¨®n y una multa de 30.000 euros.

- Reincidente a la espera de juicio. J. M. G., un pir¨®mano de 42 a?os con una causa pendiente por otro incendio en 1999, provoc¨® en 2001 un incendio forestal con tres focos que dur¨® cuatro d¨ªas y arras¨® 270 hect¨¢reas en Oj¨¦n (M¨¢laga). A pesar de reconocerle una merma en sus capacidades, la sentencia no eximi¨® de la pena al incendiario. Fue condenado a ocho a?os de c¨¢rcel y 385.000 euros de indemnizaci¨®n a los propietarios de las viviendas afectadas por el fuego.

- Incendio por venganza. En 2003 los juzgados rechazaron el ¨²ltimo recurso del propietario de unas tierras en Puerto del Moral (Huelva) que decidi¨® quemar las fincas de sus vecinos como parte de una venganza. Previamente recogi¨® su propio ganado y limpi¨® sus tierras. Ardieron pastos, matorral y 330 olivos. Fue condenado a dos a?os de prisi¨®n y una indemnizaci¨®n de 2.610 euros.

- Un asunto de familia. En 2004, padre e hijo prendieron con mecheros 31 puntos distintos de monte en Las Machorras (Burgos) para obtener terrenos de pastoreo. Cost¨® dos millones de euros extinguir el incendio. Fue condenado a a?o y medio de prisi¨®n.