Aclaraci¨®n

En relaci¨®n con la informaci¨®n publicada en el d¨ªa de ayer por su peri¨®dico en la que dan p¨¢bulo a unas declaraciones judiciales de alguno de los imputados en la presunta corrupci¨®n a favor de la mafia rusa en la delegaci¨®n del Gobierno en Barcelona, con la que me relacionan, he de puntualizar las siguientes cuestiones:

1. No tengo ni he tenido ninguna relaci¨®n personal o profesional con ning¨²n miembro de la mafia rusa, y concretamente con el ciudadano Tetruashili, al que ustedes mencionan y con el que me vinculan en su art¨ªculo; tampoco conozco ni he tenido jam¨¢s trato alguno con empleados o familiares suyos, ni con nadie que lo represente.

2. En mi ejercicio profesional como abogado no se incluyen temas de tramitaci¨®n de expedientes de inmigraci¨®n y no he desarrollado, ni antes ni ahora, en mi bufete actividades de este tipo, ya que mi actividad profesional est¨¢ vinculada exclusivamente al derecho mercantil, del que soy profesor universitario.

3. Espor¨¢dicamente y hace muchos a?os tramit¨¦, a solicitud de la Agrupaci¨®n de Veteranos del RCD Espa?ol, club del que a la saz¨®n era directivo, los expedientes de renovaci¨®n de residencia de dos ex jugadores (Galiam¨ªn y Kouznezov) y su familia, por los que evidentemente no cobr¨¦ nada, y sin que interviniera mi esposa.

4. Personalmente no entiendo que su diario pueda dar portada y p¨¢gina entera a las intoxicaciones de un imputado, sin que exista ninguna prueba que demuestre la realidad de lo publicado y que, sin embargo, afecta a mi honor e imagen personal y profesional, as¨ª como de mi familia.

5. Por cierto, ninguna instancia judicial, ni de la fiscal¨ªa ni siquiera policial, me ha llamado a declarar, ni tampoco me ha solicitado informaci¨®n de ning¨²n tipo despu¨¦s de los varios a?os que parece ser se est¨¢ llevando a cabo la investigaci¨®n, por lo que me resultan sorprendentes las manifestaciones e imputaciones que se expresan en el citado art¨ªculo.

6. No dude de que, si dichas imputaciones se mantienen, realizar¨¦ las acciones legales que correspondan en defensa de mi persona y la de la familia, por ser calumniosas y no ajustarse ni remotamente a la verdad.

7. En los siete a?os que mi esposa fue delegada del Gobierno en Catalu?a mantuvo un reconocido y escrupuloso cumplimiento, no solamente de la legalidad, sino tambi¨¦n desde el punto de vista ¨¦tico y moral que toda persona que ocupa un cargo p¨²blico debe mantener, y que, ¨²nicamente desde la intencionalidad pol¨ªtica, se puede pretender mancillar.