Desde la pasarela
Desde la pasarela de Momp¨¢s se contempla una vista extraordinaria. Apoyado en su barandilla, suspendido sobre el mar, me recreo ante una de esas vedute donostiarras de las que todos ustedes habr¨¢n o¨ªdo hablar. Es tal el esplendor de lo que se ofrece a la mirada, que les dir¨¦ que desde aqu¨ª, desde esta serpentina colgada, se divisa hasta el Vaticano. No se alarmen, no tengo fiebre, ni confundo Urgull con la c¨²pula vaticana. No, contemplo lo que les cuento, y no veo por qu¨¦ no voy a poder divisar la ciudad de los papas si puedo estar apoyado como estoy en una pasarela que no existe. Ah¨ª tienen, yo el Vaticano lo veo desde donde me da la gana, y les puedo asegurar que desde donde mejor se ve es desde la pasarela de Momp¨¢s. Que no existe. Tal vez sea ese el motivo por el que los confabulados de la traici¨®n no pudieron llegar a tiempo para entregarle el documento al guardia suizo, que los esperaba ansioso a la puerta de las estancias papales mientras Benedicto tocaba el piano para despistar. Lo que no entiendo es por qu¨¦ ten¨ªan tanto empe?o en depositar el documento en el Vaticano y no en Padua, ciudad que amo, como un exvoto en la bas¨ªlica de san Antonio. Hubiera quedado muy bien entre las muletas y dem¨¢s artilugios como un agradecimiento por el milagro. Aunque bien pudiera ser que, como la pasarela de Momp¨¢s, ese documento tampoco existiera. Y por si les da la curiosidad, les advierto de que, as¨ª como el Vaticano s¨ª, Padua no se ve desde la pasarela.
Miren, en un pa¨ªs virtual conviene desarrollar capacidades taumat¨²rgicas. Hace unos d¨ªas, Deia y otros peri¨®dicos afines volvieron a sacar a relucir el culebr¨®n, que no es lo mismo que la serpentina de la pasarela, aunque se le parece bastante. Dicen que hablaron y que todos se portaron muy bien y que se pusieron muy contentos y que hasta Eguiguren habl¨® de Euskal Herria y que no hay motivos para darles ca?a. Que hasta ten¨ªan un documento vaticano, el Dogma del Conflicto Superado, tan intocable como el de la Inmaculada Concepci¨®n, dogma que iba a ser proclamado urbi et orbe, y no por un guardia suizo, aunque Benedicto siguiera tocando el piano para despistar. Y en esas estaban, con el dogma ya enrollado para su traslado cuando, ?paff!, sin saber por qu¨¦, se apag¨® la luz. Todo hizo ?paff!, as¨ª que no ven motivos para que se metan con ellos, con la tan estupenda disposici¨®n que siempre han tenido, habiendo llegado como llegaron al m¨¢ximo de lo que se pod¨ªa permitir Eguiguren, al que no le vendr¨¢n mal los curritos que le vayan a caer por haber dicho que Euskal Herria es una naci¨®n y haber dado el visto bueno para configurar una eurorregi¨®n. ?Una eurorregi¨®n! ?Cuarenta a?os pegando tiros para conseguir una eurorregi¨®n, mejor dicho, para hacerla imposible! Eso s¨ª, lo de la eurorregi¨®n ha metido mucho ruido entre los de la orquestina bulliciosa, seguidores, m¨¢s que del ¨¢nsar, del buitre, de ah¨ª que el lugar id¨®neo para depositar el documento tampoco hubiera sido Padua, sino las cavernas del sinsentido, o alg¨²n manicomio.
Es muy posible que todo este loquer¨ªo tenga alguna finalidad, es decir, que sirva a alg¨²n negocio, pero uno tiene que echar las cartas para averiguarlo. Es uno de los motivos por los que a?oro la pasarela, para sosegar la raz¨®n y olvidarme de la quiromancia y de estas historias para adivinadoras en las que se est¨¢ convirtiendo la pol¨ªtica. Sin ir m¨¢s lejos, Juan Carlos Prieto nos hab¨ªa asegurado que iba a ser diputado general de ?lava porque ten¨ªa un pacto con el PP, pese a que el PP lo negaba una y otra vez. Y yo me dec¨ªa, ?vaya!, este hombre es un brujo y ha conseguido entrar en contacto con el Pacto, ese algo sobrenatural que a¨²n no se les ha revelado a los del PP, pero que se manifestar¨¢ y se impondr¨¢ en la asamblea como el Esp¨ªritu Santo en Pentecost¨¦s. Asombrado estaba ante esos poderes taumat¨²rgicos, hasta que se manifest¨® la verdad y result¨® que Samael era Madrazo. O, sin ir tampoco m¨¢s lejos, como ocurre con la pasarela a¨¦rea de Momp¨¢s, esa que no existe. Nos la hab¨ªa prometido nuestro alcalde Od¨®n, pero desde el Gobierno vasco le han dicho que tarar¨ª, que para eso est¨¢ Second Life: esos acantilados son de m¨¢xima protecci¨®n, son intocables. Sorprendente cuando unos acantilados m¨¢s all¨¢ quieren construir un puertazo, y no precisamente a¨¦reo. ?Ser¨¢n tambi¨¦n intocables? ?O ser¨¢ que el Gobierno vasco, poco partidario de que se haga ese gran puerto en Pasaia, quiere sentar un precedente para impedirlo y nos castiga por ello sin la pasarela de la raz¨®n? ?Al abordaje, Od¨®n!
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