El gran l¨ªo del patr¨®n

El l¨ªo en el que est¨¢ metido Ron Dennis es monumental. Tiene a dos de los mejores pilotos del paddock, pero no parece capaz de controlarlos. Su enfado con Fernando Alonso tras sus declaraciones de ayer debe ser en estos momentos monumental. Pero debe a¨²n sentirse m¨¢s frustrado al comprobar que un piloto como Lewis Hamilton, por el que ha apostado desde los 13 a?os y al que ha dado este mismo a?o la alternativa para entrar en la F-1, se atreva a discutir sus ¨®rdenes y no le haga caso cuando le manda algo desde la radio del box.

Conoci¨¦ndole como le conozco, s¨¦ que debe estar pas¨¢ndolo realmente mal. Es una persona muy orgullosa y est¨¢ viviendo situaciones muy duras que est¨¢n poniendo en entredicho todo aquello por lo que ¨¦l ha luchado durante tantos a?os: su credibilidad y su honestidad. En el equipo, siempre ha intentado mantener un ambiente familiar, proteger no s¨®lo a sus empleados sino tambi¨¦n a sus pilotos, a pesar de que algunas veces ha vivido enfrentamientos entre ellos.

Pero ahora da la impresi¨®n de que todo se le est¨¢ escapando de las manos. No logra cerrar el asunto del espionaje, que est¨¢ pendiente de resoluci¨®n en el Tribunal de Apelaci¨®n y puede concluir con una dura sanci¨®n de la FIA a McLaren e incluso con la descalificaci¨®n, y sus dos pilotos se le est¨¢n desmadrando.

Con Senna y Prost, el enfrentamiento fue siempre en la pista. Pero con Alonso y Hamilton las cosas est¨¢n traspasando ya esta barrera y amenazan con desestabilizar incluso todo el funcionamiento del equipo. Que Alonso afirme que no tiene ninguna duda de que el equipo prefiere que gane Hamilton a que lo haga ¨¦l es muy grave. Y Dennis no lo aceptar¨¢.

No es que el equipo vaya a tomar medidas contra ¨¦l. Pero est¨¢ claro que en este equipo no hay uni¨®n. Y eso no ayuda a nadie, ni a los patrocinadores, ni a los t¨¦cnicos, ni a la propia escuder¨ªa. Adem¨¢s, McLaren tiene una amena latente que se llama Ferrari y da la sensaci¨®n de que se est¨¢n olvidando de su enemigo principal.

En McLaren hab¨ªa motivos ayer para estar contentos, pero no lo estaban. Ron Dennis no enga?a a nadie. Y su cara delataba el enfado que llevaba encima. Sus dos pilotos no se conforman con la situaci¨®n. Ya no es s¨®lo Fernando Alonso, que ha sido una apuesta clara de Dennis y que le ha costado mucho dinero al equipo, el que no est¨¢ bien en el equipo. Hamilton parece que tampoco. Y eso puede acabar resultando positivo para el asturiano. Qui¨¦n sabe, a lo mejor Alonso se convierte en el mejor aliado de Dennis. Incre¨ªble. Pero cosas m¨¢s imprevisibles hemos visto en la F-1.