Quince puestas de sol al d¨ªa

Por el m¨®dico precio de tres millones de euros, en 2012 podr¨¢ pasar tres d¨ªas en el espacio, en un hotel situado en la ¨®rbita terrestre que le permitir¨¢ contemplar la salida y la puesta de sol 15 veces al d¨ªa. Parece ciencia-ficci¨®n, pero el estudio de arquitectura de Xavier Claramunt, con sede en Barcelona, lleva trabajando alg¨²n tiempo en el proyecto y, adem¨¢s de haber dise?ado ya las instalaciones y el paquete vacacional -que incluye una preparaci¨®n de 18 semanas en una isla tropical-, asegura que hay inversores japoneses y de los Emiratos ?rabes interesados en invertir los 2.000 millones de euros necesarios.

Xavier Claramunt (Igualada, Barcelona, 1965) es un arquitecto at¨ªpico y aventurero que tanto construye delicadas piezas de joyer¨ªa como rascacielos -est¨¢ construyendo dos torres de 220 metros en Shangai, las Flamenco Towers-, y que reconoce que de peque?o era un fan del profesor Franz de Copenhague del TBO. Tambi¨¦n ha planeado un hotel submarino, el Sea Suite, que no ha tenido de momento tanto ¨¦xito como el espacial. "Hace casi dos a?os fuimos a un congreso de lanzadoras espaciales y explicamos el proyecto del Galactic Suite. Recibimos muchas cr¨ªticas, pero tambi¨¦n despert¨® mucho inter¨¦s", recuerda el arquitecto. Tanto es as¨ª que consiguieron colaboraci¨®n de ingenieros aeron¨¢uticos de Florida y algunas empresas interesadas. De momento, ya promocionan el proyecto en una p¨¢gina web (www.galacticsuite.com) en la que adem¨¢s de los detalles del proyecto pueden hacerse tambi¨¦n las prerreservas.

Ayer, el arquitecto explic¨® a Efe que se estima que en 2012 habr¨¢ unas 40.000 personas con capacidad econ¨®mica para pagar los tres millones de euros que vale todo el paquete vacacional. El viaje comenzar¨ªa en una isla tropical en la que habr¨ªa un conjunto de lujo en el que adem¨¢s de las instalaciones para preparar a los turistas habr¨ªa otra oferta para sus acompa?antes, que incluyen un museo aeroespacial y una zona de ocio desde la que podr¨ªan verse los lanzamientos de los transbordadores, cuya base estar¨ªa en una isla vecina. Despu¨¦s, con este transbordador, con capacidad para seis personas -dos tripulantes y cuatro turistas-, se acceder¨ªa al hotel espacial en forma de racimo -las habitaciones cuelgan de un n¨²cleo central-. No tendr¨ªan muebles para evitar que el usuario, que podr¨ªa moverse flotando en 360 grados, no choque con ellos. Eso s¨ª, dispondr¨ªa de asideros para poder comer y dormir tranquilamente. Las vistas, por descontado, estar¨¢n aseguradas con grandes ventanales con los que ver el panorama del planeta, cuya ¨®rbita completar¨¢ la nave cada 80 minutos.

Aunque a¨²n en fase de proyecto, la promoci¨®n ha empezado a todo trapo y la idea ha provocado un considerable revuelo medi¨¢tico. Falta por ver si los inversores, finalmente, se animar¨¢n.