2012: Galactic Suite, el primer hotel del espacio

Un total de 38 personas ya han reservado una habitaci¨®n en Galactic Suite, el primer hotel del espacio, que en el 2012 tiene previsto abrir sus puertas a 450 kil¨®metros de la tierra, y que contar¨¢ con un spa en gravedad cero para que los clientes puedan disfrutar con una burbuja de agua. De las reservas realizadas a partir de enero de 2008 a trav¨¦s de la web de la compa?¨ªa (www.galacticsuite.com), solo cuatro son de espa?oles, mientras que ocho proceden de Estados Unidos, siete de los Emiratos ?rabes, seis de China, cinco de Rusia, otras cinco de Australia y tres de Sudam¨¦rica, seg¨²n ha explicado Xavier Claramunt, creador de este proyecto de turismo global.

El viaje tendr¨¢ un coste de tres millones de euros e incluye, adem¨¢s de la estancia en el Galactic Suite, 18 semanas de preparaci¨®n en una isla del Caribe para entrenar al turista en su experiencia espacial, donde podr¨¢ viajar acompa?ado de su familia. Claramunt ha explicado que la compa?¨ªa trabaja ahora en el programa de actividades f¨ªsicas, l¨²dicas y cient¨ªficas que los turistas realizar¨¢n durante los cuatro d¨ªas que dura la estancia, concebida "como si se tratara de la llegada al refugio m¨¢s extremo de la Tierra". Ha asegurado que una de las experiencias m¨¢s novedosas que podr¨¢n experimentar los clientes del hotel espacial es el spa que est¨¢n desarrollando ingenieros y arquitectos de Galactic Suite, concebido como una esfera transparente en la que se introducir¨¢ una burbuja de agua de 20 litros.

Una burbuja dividida en mil burbujas

El turista, debidamente entrenado para evitar los efectos del agua en estado de gravidez, podr¨¢ jugar con la burbuja dividi¨¦ndola en miles de otras burbujas en un juego de nunca acabar. Adem¨¢s, la esfera transparente podr¨¢ ser compartida con los otros hu¨¦spedes del hotel. Xavier Claramunt ha explicado que al llegar al hotel los turistas ser¨¢n recibidos con un combinado energ¨¦tico y conducidos a sus habitaciones para dejar el equipaje y acomodarse mientras los miembros de la tripulaci¨®n revisan los sistemas y ponen en marcha el alojamiento. Est¨¢ previsto que enseguida se conecten con la Tierra para saludar a familiares, amigos y a los medios de comunicaci¨®n que lo soliciten. Despu¨¦s se proceder¨¢ a preparar entre todos la comida y tanto los turistas como la tripulaci¨®n se retirar¨¢n a sus habitaciones para descansar.

El segundo y el tercer d¨ªa se iniciar¨¢n con ejercicios f¨ªsicos, alguno de ellos en una cinta cil¨ªndrica sin fin de bicicleta en la que se podr¨¢n ejercitar piernas y brazos. En las habitaciones los turistas tendr¨¢n tiempo para meditar, leer y observar el espacio, y las superficies de velcro que se han previsto permitir¨¢n movimientos controlados para las actividades que m¨¢s les apetezcan. Tambi¨¦n podr¨¢n consultar informaci¨®n referente a la posici¨®n y velocidad del hotel en el espacio, as¨ª como buscar zonas geogr¨¢ficas en la Tierra o en el mapa sideral del espacio a trav¨¦s de unas pantallas instaladas junto a las ventanas de los m¨®dulos.

Seis personas, dos tripulantes y cuatro turistas en cada vuelo

Seg¨²n ha recordado Claramunt, en cada vuelo viajar¨¢n seis personas, dos tripulantes y cuatro turistas, y durante los cuatro d¨ªas de estancia en el hotel orbital el transbordador permanecer¨¢ anclado en el m¨®dulo base de llegada para dar seguridad al pasajero. Este m¨®dulo cumplir¨¢ la funci¨®n de zona com¨²n de estar, y conectar¨¢ con las habitaciones, cada una de ellas para dos personas, y con un m¨®dulo de servicios. Durante los cuatro d¨ªas de estancia los turistas podr¨¢n ver salir y ponerse el sol 15 veces al d¨ªa, y cada 80 minutos se completar¨¢ una ¨®rbita alrededor de la Tierra. Inicialmente est¨¢ previsto programar dos viajes a la semana y enviar unas 350 personas al a?o al espacio, pero no se descarta lanzar m¨¢s m¨®dulos si la demanda de plazas es superior.

Asegura Xavier Claramunt que en el a?o 2012 habr¨¢ unas 40.000 personas con capacidad econ¨®mica para comprar un billete de tres millones de euros, una cantidad que, pese a ser astron¨®mica, dista mucho de los m¨¢s de 20 millones de d¨®lares que pag¨® el multimillonario Dennis Tito para ser el primer turista del espacio.