Con el pez detr¨¢s de la oreja
Buenos Aires indemnizar¨¢ a las pesquer¨ªas asaltadas por los marineros de la Patagonia
La disputa por los beneficios de la exportaci¨®n de peces y mariscos enfrenta a los marineros de los puertos atl¨¢nticos de la Patagonia argentina con las empresas pesqueras, en su mayor¨ªa de capital espa?ol. Los trabajadores de la ciudad de Puerto Deseado piden un aumento de n¨®mina y que el presidente N¨¦stor Kirchner les exima del IRPF. El Gobierno espa?ol ya ha obtenido garant¨ªas de que Buenos Aires indemnizar¨¢ a los afectados.
Las pesquer¨ªas espa?olas instaladas en el sur argentino exportaron 123 toneladas de materia prima en 2006 por valor de 374 millones de d¨®lares
Entre las afectadas figuran algunas de las principales empresas, como Dimarosa, Pesquer¨ªas Marinenses, Pescanova, Vieira, Amasua y Galfr¨ªo
Unas trece pesquer¨ªas espa?olas, la mayor¨ªa gallegas, est¨¢n instaladas en el sur argentino, donde recalaron desde fines de los a?os setenta para iniciar sus actividades en este conf¨ªn del mundo. En el principal puerto pesquero argentino, Mar del Plata, ya estaban instalados desde principios del siglo XX los italianos y sus descendientes. Las empresas espa?olas, que exportan casi toda su producci¨®n, enviaron el a?o pasado al exterior unas 123.000 toneladas de pescados y mariscos (el 21% del total de las exportaciones argentinas) por un valor de 374 millones de d¨®lares (el 30% del total), seg¨²n fuentes del mercado. La diferencia entre un porcentaje y otro se atribuye a que las compa?¨ªas ib¨¦ricas se dedican principalmente a la captura del langostino, la presa que m¨¢s cotiza y que se env¨ªa sobre todo a Espa?a, Italia y Jap¨®n. Las espa?olas tambi¨¦n pescan calamar y merluza.
Empresas afectadas
Entre las principales empresas figuran algunas de las afectadas por el ataque registrado a finales de julio en Puerto Deseado (2.099 kil¨®metros al sur de Buenos Aires), el segundo caladero patag¨®nico, en el que viven 13.000 personas. Son Dimarosa, Pesquer¨ªas Marinenses, Pescanova, Vieira, Amasua y Galfr¨ªo. Otras pesqueras como Pescafina, Iberconsa, Pereira y Pescapuerta est¨¢n radicadas en el mayor caladero patag¨®nico, Puerto Madryn (1.450 kil¨®metros al sur de la capital argentina), una ciudad tur¨ªstica de 65.000 habitantes.
Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, vicepresidenta del Gobierno espa?ol, estuvo hablando esta semana sobre este problema con el presidente argentino, quien se comprometi¨® a que las empresas afectadas reciban las indemnizaciones reparadoras. Las p¨¦rdidas todav¨ªa no han sido totalmente cuantificadas, pero podr¨ªan superar los 80 millones de euros.
La flota espa?ola en la Patagonia totaliza unos 85 barcos que emplean a 2.500 marineros. En tierra se suman otros 2.500 empleados, entre administrativos y operarios en las plantas. Las provincias de la regi¨®n obligan a las empresas a instalar f¨¢bricas y a contratar determinada mano de obra como condici¨®n para conseguir los permisos de pesca, que deben renovarse cada a?o. La actividad tambi¨¦n da trabajo a empresas proveedoras, estibadores portuarios, astilleros, talleres navales, empresas frigor¨ªficas, de empaquetado y almacenes navales.
La mayor¨ªa de las empresas espa?olas amarraron en los puertos patag¨®nicos despu¨¦s de que en 1994 se firmara un acuerdo entre Argentina y la Uni¨®n Europea. Una de las candidatas presidenciales de la oposici¨®n para las elecciones de octubre pr¨®ximo, Elisa Carri¨®, denuncia que desde entonces los gobiernos argentinos han cometido irregularidades en la concesi¨®n de permisos de pesca.
La ¨¦poca dorada para las pesquer¨ªas espa?olas transcurri¨® entre 2001 y aquel a?o, en plena crisis argentina. El langostino registr¨® en aquellos a?os buenos precios internacionales y capturas sensacionales. El a?o 2004 fue normal y 2005, uno de los peores, pero coincidi¨® con el impulso que dio Kirchner a las negociaciones salariales en todos los sectores, despu¨¦s de a?os de congelamiento por la crisis. Comenzaban entonces las primeras huelgas, y los turistas espa?oles le¨ªan, sin comprender, en un cartel en una sede sindical de Puerto Madryn: "Gallegos chorros" (traducido significa "espa?oles ladrones") encima de un neum¨¢tico encendido.
El a?o pasado fue un buen a?o. El actual era malo en precios, pero positivo en capturas, hasta que a principios de julio estall¨® en Puerto Deseado una huelga que dur¨® un mes. Los marineros de esta localidad rechazaron un acuerdo que hab¨ªa firmado en junio pasado el sindicato, nacionalmente, por el que la n¨®mina aumentar¨ªa el 16,5% en los pr¨®ximos tres a?os y medio. Tambi¨¦n ped¨ªan dejar de pagar el IRPF porque alegaban que los costes de vida de la aislada Patagonia duplica los de Buenos Aires. La protesta deriv¨® en los hechos de violencia contra las seis pesqueras espa?olas, una argentina y otra japonesa.
"Fue un acto terrorista", as¨ª lo define el presidente de la filial de Amasua, Rub¨¦n Celaya Mart¨ªnez, cuya planta sufri¨® los peores da?os porque 100 atacantes encapuchados destruyeron su dep¨®sito y cuatro c¨¢maras frigor¨ªficas. Las reparaciones en esta pesquer¨ªa costar¨¢n siete millones de d¨®lares y llevar¨¢n su tiempo, por lo que no podr¨¢ volver a operar de inmediato. "Es dif¨ªcil de entender: es la gente mejor pagada de Argentina y ganan m¨¢s que en Espa?a. Desde 2001, los sueldos subieron un 117%", argumenta Celaya Mart¨ªnez, que asegura que nadie gana menos de 27.500 euros anuales en el sector del langostino. "Lo que sucedi¨® no tiene justificativo", admite el l¨ªder de los marineros de Puerto Deseado, Daniel Medina, que le ech¨® la culpa a "infiltrados" en una ciudad donde todos se conocen. "No estamos contra las empresas extranjeras, pero que no se hagan las v¨ªctimas porque quieren sacarnos el oro a cambio de espejitos de colores", arremete Medina, que sostiene que un marinero puede cobrar 7.500 euros anuales, mientras que una familia de cuatro miembros necesita para vivir un m¨ªnimo de 6.900.
Un empresario espa?ol radicado en Argentina, que prefiere guardar el anonimato, reconoce que las empresas extranjeras son vulnerables a las cr¨ªticas de la poblaci¨®n porque se las tacha de depredadoras de los recursos naturales, pero tambi¨¦n formula una descripci¨®n sobre el choque cultural entre espa?oles y patag¨®nicos: "Los espa?oles que vienen viven en una burbuja y no son especialmente simp¨¢ticos. Y los NYC, los nacidos y criados en la Patagonia, discriminan hasta a los dem¨¢s argentinos".
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