La estela brossiana
Cada d¨ªa que pasa se nos hace m¨¢s evidente la figura de Brossa como padre espiritual de tantos otros artistas catalanes (siendo los otros Mir¨® y T¨¤pies), un estatus que ¨¦l, como rebelde y antijer¨¢rquico que era, llevaba con total naturalidad y una generosidad sin l¨ªmites. El radio de influencia se inicia en el propio T¨¤pies, ya que una profunda amistad los uni¨® hasta poco antes de morir Brossa: el poeta, mayor que el pintor, no s¨®lo puso t¨ªtulos a muchos de sus cuadros, sino que tambi¨¦n fue ¨¦l quien indujo a T¨¤pies a irse despojando de elementos literarios en las obras del periodo m¨¢gico. "Quita estos signos y haz una pared", le dijo un d¨ªa, seg¨²n me cont¨® el propio Brossa. Aunque el tono de ambos artistas es muy distinto (dram¨¢tico en T¨¤pies, festivo en Brossa), existen muchas confluencias: b¨¢sicamente su amor y manipulaci¨®n de los objetos; es decir, la po¨¦tica de lo cotidiano.
Como vecina que fui de Joan Brossa durante siete a?os en la calle de G¨¦nova 23-27, entre l972 y l979, asist¨ª a su inter¨¦s y desinteresada tutela por la obra de artistas m¨¢s j¨®venes. En su casa (en realidad, la de Pepa Llopis, su compa?era) conoc¨ª a Perejaume, entonces un joven de Sant Pol de Mar, cuya obra pl¨¢stica (y tambi¨¦n literaria) no se entiende sin Brossa: como ¨¦l, es conceptual y postsurrealista. Y de la misma forma que Brossa est¨¢ fascinado por la pl¨¢stica del alfabeto y por el sonido de la propias palabras, Perejaume tambi¨¦n aislar¨¢ los elementos de la pr¨¢ctica de la pintura y de su presentaci¨®n can¨®nica: pigmento, tela, marco, cartela... "Brossa siempre ayudaba a potenciar la imaginaci¨®n y, lo que m¨¢s me gustaba de ¨¦l, aparte de su radicalidad, era el tipo de asociaciones que hac¨ªa", me cuenta Perejaume, quien a?ade: "Era entusiasta como un adolescente, algo impensable hoy en d¨ªa, y algo que los j¨®venes no acaban de entender hoy" .
Otro tocado por el impacto brossiano es el m¨²sico Carles Santos, quien en l966 colabor¨® como pianista en la Suite bufa de Joan Brossa y Mestres Quadreny, y que en l968 compuso la parte musical del famoso Concert irregular de Brossa, acompa?ado por la cantante Anna Ricci, quien en un momento dado cog¨ªa un rifle y parec¨ªa querer disparar al p¨²blico (la obra fue estrenada en la Fundaci¨®n Maeght de St. Paul de Vence). En l979 realiz¨® su filme La Re Mi La, en donde, como un nuevo Fr¨¦goli (personaje idolatrado por Brossa), se disfrazaba, entre otras cosas, de walkiria, guardia civil,camarera y sevillana.
En l972 y l973 tambi¨¦n asist¨ª a las visitas devocionales de un grupo de poetas y artistas pl¨¢sticos que, a falta de nombre, es llamado hoy El Grup de Major de Gr¨¤cia": Carles Camps i Mund¨®, Xavier Franquesa, Carles Hac Mor, Jordi Pablo, Santi Pau, Salvador Saura y Francesc Torres, quienes editaron el libro Pluja en una preciosa colecci¨®n de libros de artista (el de Brossa son p¨¢ginas en blanco que parecen arrugadas por el agua de lluvia). Jordi Pablo, autor entre l968 y l975 de unos magn¨ªficos objetos, vio obras de Brossa tanto como Brossa vio sus creaciones; las de Pablo estaban m¨¢s unidas al concepto de morfolog¨ªa, variaci¨®n y deformaci¨®n de los enseres cotidianos que a una po¨¦tica neosurrealista.
Pero muchos otros lo visitaban: Frederic Amat hizo con Brossa el Llibre de la pluja (l979), con un texto del poeta que est¨¢ entre los mejores entre los textos de presentaci¨®n a un pintor (las serpentinas, el confetti y pierrot son algunos temas brossianos presentes en su pintura). Y antes o despu¨¦s pasaron Beni Rosell y Miralda y todos los conceptuales para quienes Brossa fue un faro intelectual como Mir¨® lo hab¨ªa sido para Dau al Set. La radicalidad del poeta frente al franquismo,frente a la moral burguesa, frente al mundo art¨ªstico oficial, lo convert¨ªan en un referente y en un aliado. Hoy en d¨ªa, la onda brossiana sigue viva en la poes¨ªa visual y en artistas j¨®venes como, por poner tan s¨®lo un ejemplo, Jaume Pitarch.
Brossa, cuyo legado es custodiado y mostrado por una fundaci¨®n que llevan sus herederos, se merecer¨ªa una mayor proyecci¨®n con vistas a un muy merecido reconocimiento internacional.
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