Simondrogas sigue ardiendo
La Casa Grande de Sestao ha sufrido dos incendios en nueve d¨ªas, el ¨²ltimo de ellos cuando la polic¨ªa vigilaba el acceso
La estaci¨®n de Urbinaga, la entrada del metro en Sestao, se halla desierta esta ma?ana. El vigilante pasea aburrido de un extremo a otro del and¨¦n. Si se le pregunta por qu¨¦ nadie sube ni baja all¨ª, responde convencido: "Esto est¨¢ m¨¢s que muerto". Al salir de la estaci¨®n, uno se encuentra de bruces con la Casa Grande de Simondrogas, el edificio m¨¢s degradado de Sestao y quiz¨¢ de toda Vizcaya.
Los inquilinos tienen claro que los dos incendios han sido causados por un vecino
El pasado mi¨¦rcoles a las seis de la tarde el tercer piso del n¨²mero 6 (la casa suma dos n¨²meros de la calle San Inazio, el 6 y el 8) ardi¨®. Los vecinos del inmueble, la Polic¨ªa Local, los bomberos y el Ayuntamiento saben que el suceso no es fruto de la casualidad o la imprudencia. Todos ellos se muestran convencidos de su premeditaci¨®n. No es la primera vez que sucede. El martes de la semana pasada el mismo piso fue tambi¨¦n pasto de las llamas.
Un solo matiz diferencia ambos casos: cuando se produjo anteayer el ¨²ltimo incendio una pareja de la Polic¨ªa Municipal vigilaba la entrada al inmueble para que no accediese nadie ajeno al edificio. Los agentes recalcaban que anteayer s¨®lo entraron vecinos a ambos portales.
Los inquilinos tienen muy claro que el fuego ha sido provocado por uno de los habitantes del edificio. La mayor¨ªa de ellos va m¨¢s all¨¢ y dicen conocer a los responsables de ambos siniestros. "Sabemos qui¨¦nes son, pero no lo podemos demostrar. Ayer los vimos salir minutos despu¨¦s de propagarse el fuego con la cara y la ropa manchadas con restos de holl¨ªn, pero preferimos callarnos antes de acusar a nadie", dice una de las vecinas m¨¢s veteranas, quien se niega a que se publique su nombre. Residente all¨ª desde hace 30 a?os, se muestra muy segura: "Hasta la polic¨ªa sabe que han sido ellos, y no son gitanos, eh".
Todos los consultados aluden a una pareja de vecinos (un hombre y una mujer j¨®venes) que ayer charlaban de forma animada con los t¨¦cnicos municipales y los periodistas. Ambos contaban la circunstancias del incendio ("empez¨® a las seis de la tarde", "salimos corriendo", "hemos pasado la noche fuera"), pero sin hablar de c¨®mo hab¨ªa empezado.
Pese a que los vecinos coinciden al se?alar a los culpables nadie se atreve a poner una denuncia. "Tenemos miedo a las represalias", dice uno de ellos.
El teniente de alcalde, el socialista Jes¨²s Mar¨ªa Ruiz, se muestra tajante al explicar el motivo de ambos fuegos: "Est¨¢ claro que los ha provocado alguno de los vecinos. No cabe otra posibilidad". El consistorio evacu¨® a todos los residentes en ambas ocasiones como medida preventiva.
La Casa Grande se encuentra en un estado tan precario que parece poder venirse abajo en cualquier momento. Tras los dos siniestros los t¨¦cnicos municipales han visitado todos los pisos para evaluar su estado. Algunos vecinos han podido regresar a sus hogares en ambas ocasiones. Quienes no han tenido tanta suerte duermen en un hotel de la localidad y pasan el resto del d¨ªa frente al edificio.
Tras inspeccionar todas las casas, el arquitecto municipal determin¨® que de las 62 viviendas que componen este inmueble construido en 1892, s¨®lo 25 pod¨ªan volver a ser habitadas. Operarios del Ayuntamiento est¨¢n sellando con puertas met¨¢licas los pisos que no pueden ser ocupados. Tanto los propietarios como los vecinos que pagan un alquiler se encuentran pendientes de ser realojados en unas viviendas protegidas que el Gobierno vasco construir¨¢ cerca de Simondrogas, en la zona de La Punta, en el l¨ªmite entre Sestao y Barakaldo. La construcci¨®n de estas 1.300 nuevas casas a¨²n no ha comenzado y no finalizar¨¢ antes de 2010.
El teniente de alcalde reconoce que la situaci¨®n de los vecinos del edificio, casi todos en precaria situaci¨®n econ¨®mica, resulta insostenible. "Lo ¨²nico que podemos hacer es comprobar la habitabilidad y garantizar el suministro de agua y luz. El Ayuntamiento no dispone de viviendas para realojar a todos".
Ruiz pide paciencia. Los socialistas volvieron al gobierno municipal tras las elecciones del pasado 27 de mayo despu¨¦s de cuatro a?os en manos del PNV. A¨²n as¨ª, el edil reconoce que no tienen muy claro qu¨¦ va a pasar con los habitantes del inmueble hasta que puedan ser realojados en 2010. La mayor¨ªa de ellos clama por una casa nueva: "Vivimos en condiciones infrahumanas".
La memoria de Sestao sabe que el pueblo naci¨® en el entorno de este edificio ahora sucio y decr¨¦pito. Los m¨¢s viejos recuerdan con nostalgia los buenos tiempos de Altos Hornos. Entonces, los bajos de la Casa Grande acog¨ªan la bolera m¨¢s popular de la Margen Izquierda y el bar Kaiku. Pero los recuerdos quedan ya muy lejos y para superar el portal de cualquiera de los dos bloques es necesario contener la respiraci¨®n a ratos. El olor resulta indescriptible.
Desde la sexta planta se divisa el patio interior, donde se acumula basura hasta dos o tres metros de altura. Las paredes se ven llenas de grietas, los techos h¨²medos y con la pintura carcomida, y las escaleras lloran al ser pisadas. Al alejarse de Simondrogas se deja atr¨¢s el espacio m¨¢s descorazonador de Sestao, Bilbao o Vizcaya.
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