Cat¨¢strofe en Per¨²
No por estar en una de las regiones de m¨¢s alto riesgo s¨ªsmico un pa¨ªs como Per¨² puede acostumbrarse a soportar un terremoto tan devastador como el que asol¨® el pasado mi¨¦rcoles su costa central y meridional, y principalmente la tur¨ªstica ciudad de Pisco, de 130.000 habitantes, que el temblor, de una magnitud 7,9 en la escala de Richter, ha destruido en sus dos terceras partes. Ayer hubo otra r¨¦plica, aunque de una intensidad bastante menor. Las cifras provisionales arrojan un balance de m¨¢s de 500 muertos, un millar y medio de heridos y decenas de miles de personas sin techo. Por desgracia, se teme que el n¨²mero de fallecidos sea muy superior conforme vayan desarroll¨¢ndose las lentas y dificultosas operaciones de rescate. Baste notar que la iglesia principal de Pisco se derrumb¨® sepultando bajo sus cimientos a unos 200 feligreses que asist¨ªan a un funeral. "Presidente, queremos ata¨²des", le gritaban desesperados los lugare?os durante la visita que el jefe del Estado, Alan Garc¨ªa, realiz¨® a la sure?a ciudad el jueves.
Este terremoto no ha tenido proporciones b¨ªblicas como el que azot¨® la zona central monta?osa del pa¨ªs andino en 1970, que caus¨® nada menos que 67.000 muertos y que tuvo una intensidad semejante a la del se¨ªsmo del mi¨¦rcoles. En cualquier caso, la luctuosa estad¨ªstica es infinitamente m¨¢s elevada que la que podr¨ªa haberse producido en Jap¨®n (el del mes pasado, de 6,8 grados, ocasion¨® s¨®lo una decena de muertos) o en San Francisco. Huelga decir que el primer mundo est¨¢ mejor preparado para afrontar cat¨¢strofes naturales como ¨¦sta gracias a edificios m¨¢s resistentes y mejores infraestructuras. Per¨² comenz¨® a construir viviendas antis¨ªsmicas en las ¨¢reas urbanas en los ¨²ltimos 50 a?os, pero poco o nada hizo para sustituir las de ¨ªnfima calidad. Adem¨¢s, las tareas de auxilio se han visto mermadas por los da?os en la carretera Panamericana, y sobre todo por los accesos destrozados a la ciudad de Pisco. All¨ª pr¨¢cticamente hay carencia de todo: luz, agua potable, alimentos, l¨ªneas de comunicaci¨®n, etc¨¦tera. Hay tambi¨¦n fuertes cr¨ªticas ciudadanas al servicio que ofreci¨® en las primeras horas la filial peruana de Telef¨®nica de Espa?a.
La solidaridad internacional no se ha hecho esperar, comenzando por los vecinos latinoamericanos, incluido Chile, con el que Per¨² afronta actualmente un conflicto mar¨ªtimo. Espa?a comenz¨® a enviar ayer un primer contingente de alimentos, medicamentos y personal de auxilio. Es elogiable que la respuesta mundial suela ser inmediata y generosa despu¨¦s de una cat¨¢strofe, pero son m¨¢s las veces que al final la ayuda no llega, se solapa o se pierde por mala coordinaci¨®n. El caso del tsunami en Asia en 2004 fue un ejemplo de ello. Ojal¨¢ que en Per¨² funcione mejor.
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