Talib¨¢n 'versus' Versace
"?Sexo antes de un partido? Que los muchachos hagan lo que quieran. Pero no durante el descanso". Bertie Vogts, entrenador y ex jugador alem¨¢n
El Manchester United sufre su peor arranque de temporada en 15 a?os (dos partidos, un punto), el Chelsea ya da miedo, el poderoso Liverpool de Rafa Benitez pinta m¨¢s fuerte que nunca, el juvenil Arsenal exhibe un nuevo esp¨ªritu pele¨®n y hoy hay partidazo: Liverpool-Chelsea. ?Pero cu¨¢l ha sido el gran tema de debate esta semana en los pubs, en los blogs, en la prensa deportiva? Las mujeres.
"?Superstars?' No. Son blandos. Son d¨¦biles. Las mujeres mandan en sus vidas", critica Roy Keane
De repente, hay una cuesti¨®n a la que se atribuye una importancia elemental: el papel de las mujeres en el f¨²tbol. ?Hasta qu¨¦ punto influye en el destino de un equipo, se preguntan los estudiosos del deporte, el instinto b¨¢sico de la atracci¨®n sexual?
M¨¢s sorprendente incluso que la irrupci¨®n de esta filigrana filos¨®fica en el sudoroso submundo futbolero ha sido su procedencia: Roy Keane.
Fue Keane el que inici¨® esta semana la pol¨¦mica sobre el f¨²tbol y el sexo; Keane, que, como todo el mundo sabe, es el jugador m¨¢s duro de la historia del dur¨ªsimo f¨²tbol ingl¨¦s, el que intimidaba tanto a sus propios compa?eros como a los rivales, el que confes¨® haberle destrozado la rodilla deliberadamente a un jugador del Manchester City ("ojo por ojo", explic¨® despu¨¦s) como venganza por una falta que el otro le hab¨ªa hecho tres a?os atr¨¢s.
La frase "nada de mariconadas" se invent¨® para Roy Keane.
Cuando uno piensa en la pareja de David Beckham, uno piensa naturalmente en la pijilla Victoria Spice. Cuando uno piensa en la pareja del ex boxeador y antiguo capit¨¢n del Manchester United e Irlanda, le viene a la mente no su esposa (supuestamente, existe, pero nadie la ha visto jam¨¢s), sino la imagen de una foto famosa de ¨¦l acompa?ado de su perro (y gemelo espiritual), un negro, malo, fornido rottweiler.
Hoy, Keane es el entrenador del Sunderland, un club del noreste de Inglaterra con mucha historia, una apasionada afici¨®n y pocos t¨ªtulos. De los finos detalles t¨¢cticos, sorprender¨ªa que Keane entendiera mucho, pero como motivador supera a su maestro, el bull-terrier escoc¨¦s Alex Ferguson. El miedo a lo que les espera a sus jugadores en caso de perder fue la clave de su ascenso la temporada pasada a la Premier League y ser¨¢ la garant¨ªa de su permanencia en ¨¦sta.
Por todo esto, y mucho m¨¢s, resulta poco consecuente, a primera vista, que haya sido Keane el que introdujera el debate sobre las mujeres en el f¨²tbol ingl¨¦s. Pero hay una explicaci¨®n. Para Keane, las mujeres son el demonio.
"Las prioridades han cambiado para los jugadores profesionales a tal grado que sus esposas y sus novias son las que deciden lo que hacen en sus carreras", declar¨®; "?¨¦stos son los superstars que tenemos que admirar? Pues no. Son blandos. Son d¨¦biles. Las mujeres mandan en sus vidas".
Por eso, argumenta Keane, los jugadores se han feminizado. "Cada d¨ªa hay menos jugadores con personalidad. M¨¢s que el f¨²tbol, lo que les motiva es el dinero y vivir en Londres, cerca de las mejores tiendas".
Las declaraciones de Keane provocaron grandes titulares en toda la prensa brit¨¢nica. En el debate que se desat¨®, la opini¨®n estuvo dividida entre aqu¨¦llos que creen que Keane no s¨®lo tiene raz¨®n, sino que est¨¢ expresando un mal que aflige a toda la sociedad, y aqu¨¦llos que opinan que el irland¨¦s es un mis¨®gino talib¨¢n incapaz de adaptarse a los tiempos que corren.
En lo que todos est¨¢n de acuerdo es en que el problema de Keane parte de una dolorosa frustraci¨®n. Keane entrena un equipo que juega en una de las ciudades menos glamurosas, m¨¢s grises (lo cual es mucho decir), del Reino Unido. Cuando uno piensa "Sunderland", la primera palabra que le viene a la mente no es "Versace". Y por eso varios de los jugadores que a ¨¦l le interesar¨ªa fichar optan, dados a elegir, por clubes londinenses como el Fulham o incluso el Queen's Park Rangers, de la Segunda Divisi¨®n. ?l mismo revel¨® el motivo de su indignaci¨®n durante la diatriba que lanz¨® esta semana. "?Cu¨¢l es la prioridad?", pregunt¨®; "?mi esposa y las compras o el f¨²tbol? Si alguien no quiere venir al Sunderland porque a su esposa le gusta irse de compras en Londres, vamos muy mal".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.