Un tifus de 1949

Carmen Mart¨ªn Gaite s¨®lo public¨® dos fragmentos de El libro de la fiebre, escrito en 1949 tras haber padecido un tifus. No le gust¨® a su futuro marido, Rafael S¨¢nchez Ferlosio, pero la joven narradora era obstinada en sus cosas: vulnerable aunque tambi¨¦n segura de s¨ª. Por eso ha sido una excelente idea que Maria Vittoria Calvi -a quien debemos el reciente y suculento rescate de los Cuadernos de todo- haya transcrito y prologado con pericia este breve original. No creo yo que lo m¨¢s importante sea mostrarnos la anticipaci¨®n con que la escritora introdujo el elemento fant¨¢stico en su prosa, antes del juvenil tanteo de El balneario y, por supuesto, de la redacci¨®n de El cuarto de atr¨¢s. Aquella exploraci¨®n en las "brechas en la costumbre" -a la que Mart¨ªn Gaite conced¨ªa tanta importancia- fue siempre un suplemento de su realismo psicol¨®gico que, por supuesto, creci¨® con el paso del tiempo y las nuevas lecturas.

En su estudio preliminar,

Calvi sigue los argumentos de Mart¨ªn Gaite pero tambi¨¦n agota las f¨¦rtiles correspondencias con el resto de su obra, que no siempre avalan aquella tesis. Puede que, al cabo, el mayor inter¨¦s de El libro de la fiebre, ingenuo y atrevido, dimane de dos cosas que se reiteraron despu¨¦s. Una es la desenvoltura con que la autora se justifica y afirma como tal, a despecho de los cr¨ªticos a los que les gusta Concha Espina, de los amigos que no la comprenden o de sus propias vacilaciones. La otra viene de la importancia que aqu¨ª adquiere la materialidad de un libro que parece construirse por s¨ª mismo, aut¨®nomamente, como lo har¨¢n m¨¢s tarde el manuscrito de El cuarto de atr¨¢s, la novela que escriben las dos amigas en Nubosidad variable o el ficticio relato 'La calle de olvido', al fondo de Irse de casa. Los fieles lectores de la inolvidable Carmen Mart¨ªn Gaite y los exploradores de los recursos de la metaliteratura agradecer¨¢n el rescate de este texto de 1949, justo en la v¨ªspera de la publicaci¨®n de unas esperadas obras completas que dirige Jos¨¦ Teruel Benavente.