Una ¨¦tica nada est¨¦tica
"La vida en la ciudad consiste en millones de personas juntas en soledad", escribi¨® Thoreau, ensayista, poeta y fil¨®sofo. Y es que ser amable, conocer a gente y ser sincero son los ingredientes
de la receta para la m¨¢s abyecta infelicidad. Otra son las fiestas de Gr¨¤cia. Pasamos por un hotel a recoger al amigo exiliado. Ante el ruido y la furia que invade el barrio durante una semana, decidi¨® irse de vacaciones al Eixample. Nuestros personajes favoritos, reales (Vlad¨ªmir Nabokov) o de ficci¨®n (Leo McGarry, de El ala oeste de la Casa Blanca), viv¨ªan todos en hoteles (nota: hay que buscar maneras m¨¢s baratas de sublimar la mitoman¨ªa). El disenso se adue?a de la escena cuando se emprenden los primeros pasos hacia la zona sur de Gr¨¤cia. "Esto va a ser m¨¢s infernal que el Mogadiscio de Black Hawk derribado". Calla, que la pel¨ªcula te encant¨®. "Antes juego a ajedrez con la muerte en una playa escandinava que meterme ah¨ª dentro". ?Vas de intelectual, ahora? Si tu pel¨ªcula preferida es El Club de los Cinco, ga?¨¢n. "Cuando ando por la calle de Verdi no puedo m¨¢s que pensar en el pasillo en llamas de Barton Fink". P¨¢same el mechero. A ver, la democracia y el sexo est¨¢n sobrevalorados. Lo primero, lo acab¨¢is de aprender ahora y gratis; lo segundo... bueno, igual ten¨¦is que pagar. Perder amigos es mucho m¨¢s f¨¢cil que ganarlos, y aqu¨ª, como Michael J. Fox en el cl¨¢sico ochentero, somos fans del ¨¦xito f¨¢cil. ?se es nuestro secreto. Ahora suena: Lawyers, guns and money, de Warren Zevon. Aqu¨ª el mejor cronista de Los ?ngeles junto a Alan Rudolph y John Fante, el Springsteen que nunca sucedi¨®, pide que le manden "abogados, armas y dinero" a su refugio en Honduras. Pertenece al disco Excitable boy, de 1978. Una joya.
Un fantasma recorre el barrio. Aqu¨ª, plazas y calles que cambian de direcci¨®n y de nombre hay de sobra. El que a¨²n memoriza los n¨²meros de tel¨¦fono y sigue acumulando conocimiento in¨²til, a pesar de tenerle dicho que gracias a Google y a Wikipedia exhibir en p¨²blico este tipo de informaci¨®n, tan poco ¨²til como supuestamente epatante, es taaan de los noventa, saca datos. Nadie le escucha, todos tenemos ADSL. Las cosas han cambiado, ya lo cantaban los granadinos 091: "A ti te mandan flores y son de invernadero; a m¨ª cartas de amor escritas en ordenador". De cualquier modo, nos recuerda que el alto alquiler de los locales ha provocado que muchas calles no hayan podido engalanarse, ya que la AA VV no ten¨ªa fondos para hacerse con una sede social. Habla de la pasividad de
los Mossos, de los lateros, de las seis de la ma?ana y del festival de percusi¨®n que se desencadena por el barrio una vez que los bares cierran. Carlinhos Brown, sabemos d¨®nde vives. Algo huele a podrido en la Pla?a del Sol, cuando Rosencrantz y Guildenstern se sientan en un banco y observan, con el placer nada culpable del turista accidental una performance ¨²nica. Mientras retumban los bongos, la polic¨ªa se aposta en las esquinas mirando el reloj y escuchando la radio, como si fuera la ¨²ltima jornada de Liga y s¨®lo necesitaran un gol en La Condomina para salir a celebrarlo con los aqu¨ª presentes. Algunos vecinos, desde sus balcones, vac¨ªan cubos de agua sobre los presentes. El l¨ªquido elemento es recibido con alegr¨ªa, como si cayera desde un aeroplano de la ONU sobre el desierto africano, y no como la quinta plaga b¨ªblica, que es la intenci¨®n. Ahora m¨¢ndales los sapos y los discos de Phil Collins, le dice a su mujer el hombre que lleva seis d¨ªas sin poder estrenar ese pijama nuevo que tanto le gusta. Si intentas castigar a alguien, y encima lo celebra, lo mejor es que te retires, o saques el l¨¢tigo y estrenes pluriempleo. Pues ni lo uno ni lo otro. Otro vecino lanza un huevo. "?Vamos a hacer una tortilla!", grita una chica con el pelo rapado. Pedimos un taxi que no llega jam¨¢s. Caminamos hacia la Pla?a del Nord, en busca de La Costa Brava, con la esperanza de que all¨ª se encuentren el escritor Kiko Amat y Los Vorticistas, y nos ayuden a cambiar las coordenadas est¨¦tico ideol¨®gicas de la revoluci¨®n. Est¨¢ cerrado. En fin, no hagas hoy lo que puedas dejar para ma?ana. Ahora suena: Thankfully not living in Yorkshire it doesn't apply, de Dexy's Midnight Runners. Incluida en el disco de debut de la banda de Kevin Rowland, este tema de soul y pastillas azules nos hace pensar que, ya que no eliges d¨®nde naces, por lo menos te queda luchar por morir donde quieres.
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