De vuelta
Ya est¨¢ hecho. El principio del principio, que a veces es casi de lo que m¨¢s cuesta. Primeros 154 kil¨®metros de la carrera (m¨¢s casi 10 neutralizados, que tambi¨¦n cuentan), y ya estamos de vuelta tal y como nos aconsejaban.
Nos lo aconsejaba concretamente un cartel luminoso situado en la misma salida de Vigo, en la carretera general que se dirige hacia Pontevedra: lo importante es volver. Trat¨¢ndose de una etapa en bucle (Vigo-Vigo), no tuve ninguna duda de que el mensaje iba dirigido hacia nosotros de un modo tiernamente maternofilial. Por otra parte, c¨®mo no, y ya que se trata de volver, no hay que olvidar que estamos en La Vuelta.
Ahora, lo que no me quedaba tan claro -ni siquiera ahora, ya reposando que en este caso es lo mismo que reposado- era ver qui¨¦n era el autor del mensaje. Desde luego ten¨ªa que ser alguien que nos quer¨ªa bien, m¨¢s que por el mensaje, por las molestias que se hab¨ªa tomado para hac¨¦rnoslo llegar (poner all¨ª el cartel de diodos, buscar un punto de luz, hacer que el mensaje apareciese a la hora correcta, la traducci¨®n biling¨¹e, etc¨¦tera, etc¨¦tera). Entonces, por eliminaci¨®n, qued¨® descartada autom¨¢ticamente la UCI. La madre de todos los problemas, para que me entiendan. Si alguien no puede haberlo hecho, sin duda son ellos, pens¨¦. Ellos no quieren que volvamos; cuantos m¨¢s nos quedemos por el camino mejor. Y mira que me gustar¨ªa equivocarme, ?eh!, pero tristemente en ese punto s¨¦ que estoy en lo cierto. Quiz¨¢ fue la afici¨®n gallega, puede ser. Tantos a?os abandonada por el ciclismo profesional, y de repente nos tienen aqu¨ª en exclusiva durante unos d¨ªas. Vemos gent¨ªo en las cunetas y la salida y la llegada plagadas tambi¨¦n de gente, algo que ilusiona. Hay adem¨¢s aficionados emocionados, extasiados incluso cuando gritan el nombre de su ¨ªdolo (Pereiro). Eso se ve, se oye y se palpa en el ambiente. As¨ª que quiz¨¢ hayan sido ellos, es posible.
Pero la verdad es que tampoco tiene tanta importancia la autor¨ªa del mensaje. El caso es que estamos de vuelta tal y como ellos deseaban. Todos no, es cierto, que uno se ha marchado a casa ya con la clav¨ªcula rota, y otros cuantos han vuelto, s¨ª, pero machacados -con las secuelas de una fuerte ca¨ªda en mitad de la etapa-. Pero el resto s¨ª, estamos ya de vuelta en Vigo, y en La Vuelta, camino de Madrid -que a¨²n falta, pero llegar¨¢-. Esto ya ha empezado, y curiosamente y de un modo inhabitual, con una etapa en l¨ªnea normal y corriente. Quiz¨¢ sea un buen principio, una buena forma tambi¨¦n de dar la vuelta a La Vuelta. Es decir, de ver el ciclismo desde otro prisma, no solo desde el habitual ¨²ltimamente, l¨¦ase, dopaje, esc¨¢ndalos, guerras fratricidas y decisiones de despachos, entre otros.
Por cierto, qu¨¦ curioso que el lema sea el mismo que el que utiliza la DGT este verano para la Operaci¨®n Retorno. S¨ª, es curioso. As¨ª al menos por un d¨ªa hemos podido ser los ciclistas ejemplo para la sociedad. Porque volver, volvimos, y eso era lo importante.
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