Malestar en la empresa
Se estima que m¨¢s de 7,6 millones de espa?oles sufre alg¨²n trastorno ps¨ªquico como consecuencia de su trabajo
Por mucho que se les trate como m¨¢quinas, los trabajadores son ante todo seres humanos. Los expertos en management insisten en que la "cultura obsoleta" que impera en el 80% de las empresas espa?olas, as¨ª como el "liderazgo t¨®xico" que ejerce la mayor¨ªa de sus jefes, est¨¢ causando un creciente malestar entre la poblaci¨®n activa. Se estima que el 38% de los asalariados (m¨¢s de 7,6 millones de personas) sufre alg¨²n trastorno ps¨ªquico derivado del trabajo, como el estr¨¦s, el burnout, el mobbing y la depresi¨®n.
Cada vez m¨¢s expertos cuestionan la correlaci¨®n entre el crecimiento econ¨®mico que genera el sistema capitalista y el bienestar de la sociedad
Espa?a vive apegada a la cultura de la presencia, postergando su evoluci¨®n hacia la de la eficiencia, basada en la direcci¨®n por objetivos
"La mayor¨ªa de empresas parecen dormidas, esperando a que este malestar sea masivo e inaguantable", alertan los expertos
Nadie pone en duda que el sistema capitalista es muy eficiente a la hora de generar crecimiento econ¨®mico: a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada, Espa?a ha crecido un 2,6% anual de media, seg¨²n un informe de Caixa Catalunya. Entre otras causas que justifican este desarrollo se encuentra la aportaci¨®n de la inmigraci¨®n al producto interior bruto (PIB), y, entre otras consecuencias, la disminuci¨®n del paro, que en el segundo trimestre de este a?o afectaba al 7,95% de la poblaci¨®n activa, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
Adem¨¢s, desde enero a septiembre del a?o pasado el n¨²mero total de empresas constituidas ascendi¨® a 115.753, un 8,49% m¨¢s que durante el mismo periodo de 2005, seg¨²n un estudio realizado por Informa D&B. Y el porcentaje de compa?¨ªas de hasta 42 meses de vida aument¨® durante ese mismo plazo un 35,2%, seg¨²n un informe del Instituto de Empresa.
Estos datos ponen de manifiesto la bonanza econ¨®mica en la que se encuentra este pa¨ªs, ahora mismo, la octava econom¨ªa m¨¢s importante del mundo. Aunque la mayor¨ªa de actores socioecon¨®micos relacionan este auge econ¨®mico con el incremento del bienestar de la sociedad, empiezan a alzarse otras voces que no s¨®lo cuestionan dicha correlaci¨®n, sino que se atreven a decir lo que nadie quiere escuchar: "Cada vez estamos m¨¢s agotados y somos menos felices".
Lo cierto es que "la vor¨¢gine que marca la pauta del sistema de mercado actual parece generar la creencia de que el af¨¢n de lucro es la ¨²nica manera de garantizar la supervivencia de las empresas", se?ala Juan Carlos Cubeiro, director de la consultora Eurotalent, especializada en desarrollo estrat¨¦gico y directivo para la mejora cualitativa de las organizaciones. Este experto lamenta que "muchos empresarios persigan este fin sin preocuparse por los medios para conseguirlo, desbaratando a los profesionales la posibilidad de encontrar el equilibrio con su vida personal y familiar".
No en vano, "Espa?a todav¨ªa vive apegada a la cultura de la presencia -caracterizada por el autoritarismo, el control y la desconfianza-, postergando su necesaria evoluci¨®n hacia la de la eficiencia, basada en la direcci¨®n por objetivos, la flexibilidad y la autonom¨ªa", apunta Cubeiro. As¨ª, los espa?oles son de los que m¨¢s curran: 1.780 horas de media durante 2006, seg¨²n The Economist, esto es, 219 horas al a?o m¨¢s que la media de la Uni¨®n Europea (UE) de los 15.
Ese mismo a?o, el 15% de la poblaci¨®n activa espa?ola dedic¨® m¨¢s de 50 horas semanales a su funci¨®n profesional, sin contar las horas extras, el tiempo destinado a comer o los desplazamientos in it¨ªnere, seg¨²n una encuesta del portal de internet Monster, especializado en ofertas de empleo. La mitad de los profesionales, por otra parte, trabaj¨® m¨¢s de 40 horas; el 25%, entre 25 y 40 horas, y el 10% restante, menos de 25 horas.
Pero estar en el trabajo no es lo mismo que estar trabajando. Prueba de ello es que la productividad espa?ola s¨®lo ha crecido un 0,9% en la ¨²ltima d¨¦cada, y ya se encuentra 16 puntos por debajo de la media de la UE de los 15, seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE). Y ya es un 25% m¨¢s baja que Francia, Italia y Alemania, ocupando la 29? posici¨®n mundial desde el punto de vista de la competitividad, seg¨²n el ranking elaborado en 2006 por el Foro Econ¨®mico de Davos.
As¨ª, orientar la estrategia empresarial exclusivamente al crecimiento econ¨®mico no suele traer consigo el resultado esperado, sino m¨¢s bien todo lo contrario. "El modelo de negocio que s¨®lo tiene en cuenta los n¨²meros es obsoleto e inadecuado porque solamente invierte en aspectos tangibles, los cuales, al estar al alcance de cualquier compa?¨ªa, no generan ning¨²n valor a?adido", afirma el profesor de Harvard Robert S. Kaplan, considerado por The Financial Times como uno de los 25 mejores "pensadores econ¨®micos" del momento.
Parad¨®jicamente, la p¨¦rdida de competitividad y la escasez de valor a?adido producido por las empresas est¨¢n afectando al salario de sus plantillas. A finales del a?o pasado, los espa?oles cobraron una media de 1.553 euros brutos al mes, una cantidad similar a la registrada en 1997, seg¨²n las conclusiones de un estudio de Adecco y el IESE. Mientras, el sueldo de los directivos se ha ido multiplicando, hasta situarse entre 40 y 100 veces por encima del resto de trabajadores, seg¨²n un informe de la consultora de recursos humanos ICSA.
Pero el af¨¢n de lucro no s¨®lo afecta a los salarios de la gran mayor¨ªa: "Como consecuencia de la falta de racionalizaci¨®n de la organizaci¨®n del trabajo y del liderazgo ambicioso, t¨®xico y autoritario ejercido por la mayor¨ªa de directivos y jefes, cada vez m¨¢s asalariados son v¨ªctimas de diversos trastornos ps¨ªquicos", afirma el psic¨®logo laboral I?aki Pi?uel, profesor de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. Esta afirmaci¨®n es corroborada por Valent¨ª Valls, m¨¦dico adjunto y cardi¨®logo del hospital Cl¨ªnico de Barcelona, para quien "las personas que trabajan m¨¢s de 10 horas al d¨ªa pueden estar poniendo en riesgo su salud, aunque no perciban conscientemente el estr¨¦s en su organismo".
Ahora mismo el estr¨¦s afecta al 32% de la poblaci¨®n activa, seg¨²n datos del informe Cisneros VI, y "afecta tanto f¨ªsica como mentalmente, hasta desencadenar crisis de ansiedad, anginas de pecho e infartos", a?ade Valls. Adem¨¢s, "el estr¨¦s suele ser la antesala del s¨ªndrome del trabajador quemado, m¨¢s conocido como burnout, caracterizado por el agotamiento emocional, el aislamiento laboral y el vac¨ªo existencial derivado, sobre todo, de la creencia de que el trabajo que uno hace carece por completo de sentido", describe Pi?uel.
Otro malestar en alza es el acoso laboral (mobbing), que ya afecta al 9% de los trabajadores. "Las v¨ªctimas de esta violencia psicol¨®gica se caracterizan por ser personas que destacan en un ambiente laboral mediocre, marcado por la envidia y la rivalidad entre compa?eros, que luchan por escalar en la jerarqu¨ªa", sostiene Pi?uel.
Este experto tambi¨¦n se?ala la adicci¨®n al trabajo (workaholics) como un fen¨®meno que tiene m¨¢s presencia en las llamadas "empresas t¨®xicas", que suelen premiar los excesos de sus profesionales, "despreocup¨¢ndose de si dicho sobreesfuerzo agrava su deterioro f¨ªsico y ps¨ªquico". Se estima que el 8% de la poblaci¨®n activa dedica m¨¢s de 12 horas al d¨ªa a su profesi¨®n para huir de sus problemas personales.
Todos estos trastornos ps¨ªquicos suelen tener un final com¨²n: la depresi¨®n, descrita como "un profundo sentimiento de tristeza y de apat¨ªa" que ya afecta a entre el 15% y el 30% de los trabajadores, y que supone para las empresas espa?olas un desembolso anual de 750 millones de euros en bajas laborales, sin contar el impacto brutal que tiene sobre su productividad, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Tanto Cubeiro como Pi?uel, opinan que "dado que todos los actores implicados est¨¢n perdiendo, la transformaci¨®n empresarial espa?ola ha dejado de ser una opci¨®n para convertirse en una necesidad vital". Y concluyen: "Lamentablemente, la mayor¨ªa de empresas parecen dormidas, esperando inconscientemente a que este malestar sea masivo e inaguantable". Todo apunta a la tesis formulada por el fil¨®sofo espa?ol Jos¨¦ Antonio Marina, para quien "la realidad demuestra que ninguna situaci¨®n cambia hasta que deviene insoportable".
Vuelta a la 'normalidad'
Como cada a?o, el llamado s¨ªndrome posvacacional vuelve a ser protagonista durante las primeras semanas de septiembre, cuando la mayor¨ªa de los trabajadores retoma su actividad laboral despu¨¦s de las vacaciones de verano. Se estima que el 35% de los 20,3 millones de asalariados espa?oles suele padecer "insomnio, p¨¦rdida de apetito, agotamiento emocional, falta de concentraci¨®n, as¨ª como algunos momentos de ansiedad y vac¨ªo interior", seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (ANEPA).
Todos estos s¨ªntomas, provocados por un desajuste temporal de los h¨¢bitos, desaparecen a los pocos d¨ªas. Sin embargo, "para cada vez m¨¢s espa?oles esta vuelta a la normalidad supone la aparici¨®n de una angustia existencial, que en ocasiones se convierte en la antesala de una profunda depresi¨®n", sostiene el psic¨®logo laboral I?aki Pi?uel, que acaba de publicar La dimisi¨®n interior. Del s¨ªndrome posvacacional a los riesgos psicosociales en el trabajo (Pir¨¢mide).
En su opini¨®n, "la aparici¨®n de este s¨ªndrome pone de manifiesto las condiciones t¨®xicas a las que est¨¢n abocados millones de trabajadores, que padecen da?os ps¨ªquicos a lo largo de todo el a?o, pero que s¨®lo toman plena consciencia de su malestar despu¨¦s de un breve periodo de descanso y desconexi¨®n con la empresa".
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