Gay, Wariner y Felix lideran la revoluci¨®n
Los tres atletas, con ocho oros entre todos, devuelven a Estados Unidos la supremac¨ªa tras los esc¨¢ndalos de los ¨²ltimos a?os
Los relevos, la prueba colectiva que habitualmente cierra el festival del atletismo, han tenido este a?o un car¨¢cter simb¨®lico, aparte de festivo, y representativo. Las cuatro pruebas, hombres y mujeres, largas y cortas, han tenido por primera vez en la historia de los Campeonatos del Mundo el mismo ganador, el equipo de Estados Unidos, en cuyo seno han evolucionado el s¨¢bado y el domingo los tres velocistas que han marcado con su se?al la und¨¦cima edici¨®n: Tyson Gay, el rey de la velocidad, oro en 100, 200 y 4x100; Allyson Felix, la reina m¨¢s vers¨¢til, oro en 200, 4x100 y 4x400, y Jeremy Wariner, el hombre de la vuelta de la pista, oro en 400 y 4x400.
Los tres son muy j¨®venes -el mayor, Gay, acaba de cumplir 25 a?os, 23 tiene Wariner y 22 Felix-, los tres son muy r¨¢pidos -se mueven en unas marcas a la que todos los dem¨¢s tienen vedado el acceso: por debajo de la barreras m¨¢s duras: de los 9,85s en los 100; de los 19,80s y los 22s en los 200; de los 43,50s en los 400-, los tres han devuelto la ilusi¨®n al atletismo, duramente castigado los ¨²ltimos a?os por el hundimiento de las figuras, Montgomery, Marion Jones, Gatlin, v¨ªctimas del dopaje, del caso Balco, de las sustancias prohibidas, han devuelto la primac¨ªa a Estados Unidos, han devuelto las marcas al territorio en el que se mov¨ªan hace una d¨¦cada.
Felix firma el primer triplete desde que lo consiguiera la alemana Marita Koch en 1983
Gay record¨® al 'rey Carl' y demostr¨® tener a su alcance las plusmarcas de la velocidad
Con ellos, otros atletas han contribuido a que la cita de Osaka, el regreso al Jap¨®n caluroso y h¨²medo 16 a?os despu¨¦s de los mitificados Mundiales de Tokio, de Lewis y Powell, haya sido una de las m¨¢s encantadoras y alegres. Ha sido tambi¨¦n el campeonato de Bernard Lagat, el keniano neonorteamericano y veterano, que, a los 32 a?os, ya sin El Guerruj dej¨¢ndole de plata, ha conseguido el mismo doblete que el marroqu¨ª en los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004 -y que el finland¨¦s Paavo Nurmi hace 83-, el 1.500 y el 5.000, comandando, de paso, el reparto entre atletas de origen keniano y et¨ªope de todas las carreras a partir del 800, incluido, en hombres y mujeres, exceptuando el 3.000 obst¨¢culos femenino, ganado por una rusa. Por debajo, salvo un par de excepciones, las vallas de Liu Xiang y Jana Pittman, el 400 de Ohurogu, el 100 de Veronica Campbell, el monopolio ha sido estadounidense.
Como en Atenas 97 y Edmonton 2001, en Osaka 2007 no se ha batido ning¨²n r¨¦cord mundial, lo que no deja de ser una buena noticia para algunos dirigentes y especialistas, que ven en el frenazo a la progresi¨®n de las marcas un s¨ªntoma del ¨¦xito de los programas antidopaje, que han convertido estos Mundiales en los m¨¢s controlados de la historia: 1.020 controles a 926 atletas. Uno de ellos, al menos, para alegr¨ªa de los controladores, result¨® positivo, aunque, a falta del contraan¨¢lisis, la IAAF no ha comunicado ni su nombre ni la sustancia hallada en su orina. No se trata, seg¨²n fuentes cercanas, de un atleta que haya conseguido alguna medalla. Tampoco es espa?ol.
Aparte de las figuras esperadas, un par de atletas destacaron aportando frescura e instinto salvaje a un atletismo que muchas veces prefiere perder excitaci¨®n a cambio de seguridad. Uno fue el saltador de altura bahame?o Donald Thomas, ganador del oro con 2,35 metros, ante atletas consagrados como el ruso Rybakov y el sueco Holm. Tan extraordinaria ha sido su actuaci¨®n, su estilo tan personal, que los datos proporcionados por el an¨¢lisis biomec¨¢nico de su ¨²ltimo salto, de su talonamiento a ojo, de su estilo de jugador de baloncesto entrando a canasta para dar un mate, han dejado incr¨¦dulos a los especialistas: no s¨®lo su velocidad vertical en el momento del despegue -4,74 metros por segundo, 17,06 kil¨®metros por hora: pocos saltadores superaban hasta ahora los 4,6 m/s-, sino, sobre todo, la altura que alcanz¨® su centro de gravedad: 2,52 metros, 17 cent¨ªmetros por encima del list¨®n, lo que habla tanto de un tremendo mal aprovechamiento t¨¦cnico de sus facultades naturales -normalmente, con estilo Fosbury, basta con elevar el centro de gravedad entre uno y cinco cent¨ªmetros por encima del list¨®n para superarlo sin derribarlo-, como de unas posibilidades salvajes de futuro, siempre que el perfeccionamiento t¨¦cnico no mate su instinto natural La otra es la keniana Janeth Jepkosgei, la ganadora de la, seg¨²n el brit¨¢nico Sebastian Coe, carrera m¨¢s hermosa de los Mundiales, los 800 femeninos. La keniana tom¨® la cabeza desde el pistoletazo de salida, condujo al grupo hacia el suicidio -como descubri¨® Mutola- y permiti¨® que Mayte Mart¨ªnez, amplia zancada hasta el final, terminara con unos soberbios ¨²ltimos 100 metros alcanzando la medalla de bronce y logrando su mejor marca personal, 1m 57,62s.
No hubo r¨¦cords, pero tampoco sensaci¨®n de fracaso. De todas maneras, hubo grandes marcas, registros que acercan a sus autores a figuras legendarias del pasado. Gay hizo recordar al rey Carl -tres medallas tambi¨¦n, 100, 4x100 y longitud, en 1983, y 1987- m¨¢s que a Mo Greene -mismo triplete en Sevilla 99-, y eso tanto por la calidad de sus marcas -9,86s, en el 100; 19,75s, en el 200- como por el margen de progresi¨®n que se le adivina: es, desde Lewis, el primer aspirante serio al r¨¦cord mundial en ambas distancias, como demostr¨® magn¨ªficamente en el relevo corto con una posta en la curva lanzada realizada en 9,05s. El gran derrotado de Osaka, Asafa Powell, quien quem¨® todas sus energ¨ªas, v¨ªctima de la ansiedad y el pavor, en los primeros 50 metros de la final de 100 y termin¨® frenando, muerto, en los ¨²ltimos 30, tambi¨¦n demostr¨®, sin embargo, que est¨¢ f¨ªsicamente en condiciones de batir su r¨¦cord de 9,77s: su posta en la ¨²ltima recta del relevo, 8,84s (40,723 kil¨®metros por hora de velocidad media), es una d¨¦cima m¨¢s r¨¢pida que la mejor registrada hasta ahora, la de Lewis en Tokio 91. S¨®lo necesita que no est¨¦ Gay en la carrera.
Allyson Felix, por su parte, primera triple medallista de oro desde Marita Koch en 1983, entr¨® en territorio Marion Jones con los ¨²ltimos 70 metros de la final de 200, en los que aventaj¨® en medio segundo a Veronica Campbell, una diferencia digna de la Jones de su mejor ¨¦poca. Y, como demostr¨® en el relevo largo y en el corto, si se lo propone y si el calendario se lo permite, la atleta de California podr¨ªa plantearse en Pek¨ªn un desaf¨ªo ins¨®lito: ganar los 100, los 200 y los 400 metros.
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