La polic¨ªa podr¨¢ poner camisas de fuerza y cascos a los inmigrantes en las expulsiones

Los sin papeles que sean expulsados en aviones podr¨¢n ser vestidos con camisas de fuerza y chichoneras para evitar que se autolesionen para impedir su repatriaci¨®n. El Ministerio del Interior ha elaborado un protocolo de normas de seguridad para las repatriaciones, que regula qu¨¦ pueden hacer o no los polic¨ªas que custodian a los expulsados. No podr¨¢n, por ejemplo, drogarles ni hacer uso de medidas coercitivas que puedan comprometer "las funciones vitales del repatriado". El objetivo es evitar casos como el de Osamuyia Aikpitanhi, que en junio falleci¨® maniatado y amordazado en un vuelo de repatriaci¨®n.

El protocolo lleva meses elabor¨¢ndose para unificar las dos directivas del Consejo de Europa y las normas espa?olas que hasta ahora se aplicaban. Los sindicatos policiales -muy cr¨ªticos con las condiciones en que trabajan los agentes de la Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones (UCER)- han colaborado en la elaboraci¨®n de la norma, que consideraron vital tras el caso Aikpitanhi, quien falleci¨® amordazado tras resistirse violentamente a la expulsi¨®n en un vuelo comercial en el que se le devolv¨ªa a Nigeria escoltado por tres polic¨ªas, dada su corpulencia.

La norma es cada vez m¨¢s necesaria por el aumento del n¨²mero de expulsiones. Este a?o han sido repatriados 4.630 sin papeles en 123 aviones fletados al efecto, mientras que 3.900 fueron devueltos en vuelos comerciales. En uno de estos ¨²ltimos se produjo la muerte de Aikpitanhi, el ¨²nico incidente "importante" ocurrido este a?o en este tipo de vuelos, seg¨²n el Ministerio del Interior.

Seg¨²n el protocolo, al que ha tenido acceso EL PA?S, los extranjeros deber¨¢n embarcar con un informe m¨¦dico, de forma que se conozca "cualquier circunstancia m¨¦dica que pueda afectar a la expulsi¨®n". Si el jefe del dispositivo policial cree que el estado de salud de un inmigrante no garantiza "un traslado digno y seguro", podr¨¢ suspender la expulsi¨®n.

Los inmigrantes ser¨¢n subidos al avi¨®n esposados con lazos, que se les podr¨¢n cortar a criterio de la polic¨ªa. Eso s¨ª, "los cinturones de seguridad de los repatriados se mantendr¨¢n atados durante toda la duraci¨®n del vuelo", pero se les podr¨¢n desabrochar si quiere ir al ba?o, donde tendr¨¢ que ir escoltado. Antes de que se inicie el vuelo, se advertir¨¢ a los expulsados que el resistirse no va a suponer en ning¨²n caso la cancelaci¨®n del viaje.

Pero si deciden ponerse bravos (violentos en el argot policial) ya dentro del aparato, "podr¨¢n ser inmovilizados por medios que no pongan en peligro su integridad f¨ªsica ni comprometa sus funciones vitales", utilizando una fuerza "proporcional" a la resistencia y respetando "el honor y la dignidad" del extranjero.

?C¨®mo? Pues con "cascos de autoprotecci¨®n para los repatriados violentos, que impidan que se autolesionen" y con "cinturones y prendas inmovilizadoras autorizadas". El primer utensilio servir¨¢ a modo de chichonera, para evitar que el expulsado se d¨¦ cabezazos contra el avi¨®n (como hizo Aikpitanhi) y el segundo es una especie de camisa de fuerza que mantiene los brazos y las manos pegadas al cuerpo. El problema es que esta segunda prenda no est¨¢ en las dotaciones al uso del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, seg¨²n indicaron fuentes del cuerpo.

En principio, una bronca a bordo no ser¨¢ motivo para cancelar el vuelo. Es m¨¢s, en caso de que se produzca la asonada, el jefe del dispositivo (habr¨¢ un polic¨ªa por cada expulsado m¨¢s un ret¨¦n antidisturbios en la trasera del avi¨®n y un m¨¦dico), siempre en contacto con el comandante del aparato, "dirigir¨¢ las operaciones para restablecer el orden".