Im¨¢genes para entender el cosmos
Nos cuesta abarcarlo, incluso imaginarlo. Distancias de millones de a?os luz, temperaturas de millones de grados, tiempos de miles de millones de a?os. Mucho m¨¢s que un mundo fascinante. Un universo donde caben los m¨¢s profundos misterios, como los agujeros negros y la materia oscura. Hemos elegido 12 impactos visuales del libro 'Cosmos' para viajar por el espacio con lo m¨¢s novedoso.
Para algunos, todo lo que se ve en estas fotos ha sido hecho para el hombre. Otros creen que el universo lo ve as¨ª el hombre por el mero hecho de serlo. Lo cierto es que lo que percibimos, nuestra realidad, representa un m¨ªsero 5% de lo que hay en el universo, y que el 95% restante son materia y energ¨ªa oscuras, ambas de naturaleza del todo desconocida. Saber eso, ?no hace que nos sintamos un poco inc¨®modos? En cualquier caso, la mayor¨ªa coincidir¨¢ en que, cuando se abandona la escala humana, las distancias, los tiempos, las temperaturas y las velocidades no son f¨¢ciles de visualizar para nuestro cerebro, por mucho que sea el m¨¢s sofisticado conocido por ahora. Una estrella que se forma r¨¢pidamente tarda varios millones de a?os en nacer; una galaxia peque?a mide unas pocas decenas de miles de a?os luz de di¨¢metro. Y ?c¨®mo imaginar una estrella que explota? totalmente en silencio?
Para introducir un resumen visual del universo como el que se muestra en estas p¨¢ginas, con im¨¢genes del libro Cosmos (RBA), ?qu¨¦ mejor que preguntar a algunos expertos cu¨¢l ha sido el descubrimiento m¨¢s relevante en su ¨¢rea en la ¨²ltima d¨¦cada? Sus respuestas muestran que algunos avances recientes han cambiado dr¨¢sticamente la forma de ver el cosmos. Hace 15 a?os, pocos se hubieran cre¨ªdo que hoy habr¨ªa ya catalogados m¨¢s de 200 planetas orbitando en torno a otras estrellas. O que el universo se expande de forma acelerada, una consecuencia precisamente de la energ¨ªa oscura. O que, lo mismo que hay meteor¨®logos que predicen el tiempo en la Tierra, los hay que lo predicen en el Sol, para evitar que las tormentas solares, con sus potentes chorros de part¨ªculas cargadas, da?en los sat¨¦lites alrededor de la Tierra y provoquen extensos apagones.
La tecnolog¨ªa ha resultado clave para esos descubrimientos. Los telescopios basados en tierra han aumentado mucho su capacidad de recolectar luz, han mejorado sus detectores y han desarrollado t¨¦cnicas para contrarrestar el efecto distorsionador de la atm¨®sfera. Los telescopios espaciales, por su parte, est¨¢n permitiendo aprovechar toda la radiaci¨®n electromagn¨¦tica que llega de los objetos astron¨®micos, no s¨®lo la luz visible -la atm¨®sfera terrestre bloquea gran parte de la luz infrarroja y ultravioleta, y toda la radiaci¨®n X y gamma; de ah¨ª la necesidad de salir al espacio-. Esta nueva capacidad de visi¨®n ha revelado facetas del universo del todo desconocidas. Misiones como XMM-Newton, el telescopio espacial de rayos X de la Agencia Espacial Europea (ESA) o su equivalente en la NASA Chandra han conducido al descubrimiento considerado por Xavier Barcons, del Instituto de F¨ªsica de Cantabria, el m¨¢s importante en astrof¨ªsica de altas energ¨ªas: que los agujeros negros son muy comunes en el cosmos. "Se han puesto al descubierto, ya no caben dudas sobre su existencia. Hay muchos y de muchos tipos; por ejemplo, ahora sabemos que todas las galaxias tienen uno en su centro", dice Barcons. Hoy ya es posible incluso asomarse al horizonte de un agujero negro y estudiar qu¨¦ le pasa a la materia que est¨¢ a punto de atravesarlo. Esto ha convertido estos objetos en un ¨¢rea caliente de investigaci¨®n, un ¨¢rea en la que confluyen f¨ªsicos te¨®ricos y astrof¨ªsicos -los agujeros negros devoran todo lo que se les aproxima, y eso parece incluir la energ¨ªa de quienes siguen buscando una teor¨ªa que describa qu¨¦ pasa en su interior.
En realidad, la interacci¨®n entre la astrof¨ªsica y la f¨ªsica te¨®rica es cada vez m¨¢s frecuente: se da tambi¨¦n a la hora de investigar en qu¨¦ consisten las famosas materia y energ¨ªa oscuras, por ejemplo. ?ltimamente, astrof¨ªsicos y bi¨®logos -y otros- tambi¨¦n forman pareja. Para algunos, el hecho de que la astrof¨ªsica sea tan rica justo en la linde con otras ciencias es casi un resultado en s¨ª. "Significa que est¨¢ muy viva, que est¨¢ creciendo r¨¢pidamente", se?ala Evencio Mediavilla, del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), que trabaja en lentes gravitatorias y cosmolog¨ªa. En su opini¨®n, uno de los resultados m¨¢s importantes de la pasada d¨¦cada es que, tras casi un siglo de especulaciones, se ha logrado determinar con cierta precisi¨®n el valor de las constantes que describen el cosmos. "Por fin podemos ponerles n¨²meros a los modelos cosmol¨®gicos", dice Mediavilla.
En los hallazgos destacados por Jos¨¦ Cernicharo, del Instituto de Estructura de la Materia (CSIC), los astrof¨ªsicos se relacionan con los qu¨ªmicos. Porque la cosa va de astroqu¨ªmica. En la ¨²ltima d¨¦cada ha aumentado mucho el conocimiento sobre los compuestos qu¨ªmicos que se generan en el espacio, y se ha concluido algo relevante, seg¨²n Cernicharo: "La complejidad de las mol¨¦culas que pueden formarse no tiene l¨ªmites; la que es limitada es nuestra capacidad de detecci¨®n". Su grupo ha observado ya numerosos compuestos nuevos en el espacio, incluidos algunos que nadie esperaba encontrar. Eso ha ocurrido con el propileno, un hallazgo publicado a principios de este verano: "Una sorpresa, esta mol¨¦cula no se hab¨ªa considerado nunca. Con ella se hacen pl¨¢sticos y gran cantidad de materiales, como los envases de yogures".
Para Cernicharo, una de las ¨¢reas en que mejor se aprecia el poder de la astroqu¨ªmica es el estudio de discos protoplanetarios, los discos que se forman en torno a las j¨®venes estrellas a¨²n en formaci¨®n y cuyo material se aglomera para dar lugar a planetas. Ahora ya se puede estudiar la composici¨®n qu¨ªmica de estos discos, y esto es importante para conocer la composici¨®n de los planetas que en ellos se formar¨¢n. "Tal vez alg¨²n d¨ªa podamos arrojar luz sobre el origen de la vida".
El hallazgo seleccionado por Teo Roca, del IAC, especialista en f¨ªsica solar, tambi¨¦n tiene que ver con la vida. Con la nuestra. En estos a?os se ha detectado la existencia de una capa en el interior del Sol, la tacoclina, donde se genera el campo magn¨¦tico solar. En su superficie y hasta un tercio de profundidad, el Sol no rota como un s¨®lido, sino que lo hace mucho m¨¢s r¨¢pido en el ecuador que en los polos; m¨¢s adentro, en cambio, la rotaci¨®n s¨ª es como la de una esfera. La tacoclina es donde tiene lugar el cambio de rotaci¨®n. Las fricciones que se producen en esta zona "van generando campos magn¨¦ticos que poco a poco llegan a la superficie y aparecen en forma de manchas solares", explica Roca. El Sol nos queda a unos 150 millones de kil¨®metros, pero ya se sabe que en el cosmos eso no es nada.
El libro 'Cosmos', de Giles Sparrow, sale a la venta en Espa?a el 21 de septiembre, publicado por RBA.
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