La aldea global en la escuela p¨²blica
Colegios estatales con un elevado porcentaje de inmigrantes, incluso superior al 90%, exigen m¨¢s recursos - Algunos directores destacan las ganas de aprender de estos alumnos
El Antonio Moreno Rosales parece Babel. Es la una, acaba de terminar el primer d¨ªa de clase y los padres se acercan a recoger a sus hijos. Velos, minifaldas, saris... En este colegio del barrio madrile?o de Lavapi¨¦s alrededor de un 92% del alumnado es inmigrante. M¨¢s de 25 nacionalidades se agrupan en este antiguo centro de unos 290 alumnos de tres a 12 a?os. "Es un reflejo del barrio, uno de los m¨¢s multiculturales de Madrid", asegura el director, Jos¨¦ Manuel Laureiro. El a?o pasado s¨®lo hab¨ªa 12 alumnos espa?oles.
Este es un caso extremo, pero no raro. Cuatro de cada cinco alumnos extranjeros estudian en colegios p¨²blicos. Los centros estatales tienen a uno de cada diez alumnos de origen extranjero, de media. Un porcentaje que se reduce a la mitad en la ense?anza privada y concertada (sostenida con fondos p¨²blicos). Un desequilibrio que, cuando es excesivo, puede llegar a convertir a algunos en guetos, ya que muchos padres espa?oles acaban prefiriendo la ense?anza concertada, m¨¢s equilibrada.
"Cuando hay m¨¢s de un 25% de inmigrantes, el centro no integra", dice una docente
La reducci¨®n de los espa?oles en las aulas p¨²blicas sigue imparable este curso
"Cuando se supera un 20% o un 25% de alumnado inmigrante el centro deja de ser integrador", dice Lola Camareno, directora del colegio de infantil y primaria El Quijote, de Madrid. Su centro tiene este a?o un 15% de alumnos inmigrantes. "Para evitar los centros gueto, hay que intentar una buena distribuci¨®n del territorio, un reparto, pero es cierto que hay distritos en los que la afluencia de inmigrantes es m¨¢s amplia", dice Camareno, que asegura que deber¨ªa haber un l¨ªmite de alumnos de capas sociales m¨¢s defavorecidas para fomentar la integraci¨®n.
Es el caso del Moreno Rosales de Lavapi¨¦s, un barrio en el que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es inmigrante. En estos casos, los centros responden a la enorme complejidad de su alumnado, a pesar de "la falta de medios", asegura Jos¨¦ Manuel Laureiro. El director se revuelve en su silla cuando escucha la palabra gueto asociada al centro que dirige. "Nos sublevamos ante esa idea. El centro no es conflictivo, adem¨¢s, casi todos los alumnos son hispanoahablantes, lo que facilita las cosas. Y todos los ni?os tienen unas ganas enormes de aprender. El ¨²nico problema es conseguir recursos para darles lo que necesitan", asegura. Laureiro piensa que la ense?anza p¨²blica necesita una "inyecci¨®n de dinero" para terminar con la "mala fama" que lleva a muchos padres a la concertada.
Los programas espec¨ªficos est¨¢n funcionando -atenci¨®n a la diversidad, clases de apoyo, de idioma-, que podr¨ªan incluso tomarse como una ventaja tambi¨¦n para los alumnos espa?oles, no han conseguido que deje de reducirse su presencia en las aulas p¨²blicas. En muchas ocasiones, el desequilibrio se produce, entre los propios centros p¨²blicos. En Almer¨ªa, una de las zonas con m¨¢s inmigraci¨®n de Andaluc¨ªa, s¨®lo seis centros superan el 50% de inmigrantes entre su alumnado. De los 436 centros educativos de la provincia -de ellos, 369 p¨²blicos- s¨®lo seis cuentan con un porcentaje de alumnos extranjeros que oscila entre el 48% y el 52%. En la inmensa mayor¨ªa s¨®lo un cuarto del alumnado es inmigrante, seg¨²n los datos facilitados por Educaci¨®n. El colegio Sol y Mar de Matagorda, en El Ejido, forma parte de esa mayor¨ªa. De sus 420 alumnos el 32% es inmigrante, con tendencia a que dicho porcentaje suba, seg¨²n reconoce el director, Jos¨¦ Pascual.
El Sol y Mar es uno de los centros "veteranos" en recibir inmigrantes en sus aulas, mucho antes de que existieran protocolos de actuaci¨®n para afrontar el reto de la inmigraci¨®n. "Antes de que existieran las Aulas Temporales de Adaptaci¨®n Ling¨¹¨ªstica nosotros ten¨ªamos liberado a un profesor durante siete horas y media a la semana para que le ense?ara el idioma a los alumnos. Hoy en d¨ªa ya existen estas aulas y hay establecido un plan de acogida", apunta el director. El centro de Matagorda es de los muchos centros de Espa?a que no cierra el periodo de matriculaci¨®n hasta bien entrado el curso. Esto factor es, seg¨²n los responsables de muchos centros, hace que muchos inmigrantes reci¨¦n llegados acudan a los centros p¨²blicos. En el Sol y Mar, s¨®lo en septiembre acaban de llegar nueve ni?os b¨²lgaros que no hicieron preinscripci¨®n.
En la Comunidad Valenciana se ha duplicado la matr¨ªcula en un solo lustro, pasando de 45.000 inmigrantes el curso 2001-2001 a 81.319 el actual. En el colegio p¨²blico Ballester Fandos el 70% los 146 alumnos matriculados procede de 20 nacionalidades y culturas distintas. "Los rasgos eslavos, las pieles morenas de los latinoamericanos o los ojos rasgados de los ni?os chinos y japoneses son algo cotidiano y normal, desde que los ni?os llegan a la escuela con tres a?os", dice ?ngela Mart¨ªn, presidenta de la asociaci¨®n de padres y madres del colegio.
"No nos dan miedo los inmigrantes, pero un centro no puede soportar m¨¢s del 25% de matr¨ªcula de extranjeros. La sociedad espa?ola y el sistema educativo no est¨¢n preparados para ello", dice Gemma Piqu¨¦ madre de dos ni?os y miembro de la ejecutiva valenciana de federaciones de padres. Este colegio, como muchos otros, intenta suplir esas carencias mediante el programa de Aulas PASE (dise?adas para facilitar la integraci¨®n idiom¨¢tica de los extranjeros).
En Catalu?a, como en Baleares y Madrid, el porcentaje de los inmigrantes en escuelas e institutos superan el 12%. En Catalu?a son el 12,5% del total. El 83% acude a centros p¨²blicos y s¨®lo el 17% a privados. La Generalitat puso en marcha el curso pasado dos medidas para paliar este desequilibrio. La primera, dar m¨¢s dinero a los centros concertados que acojan inmigrantes. La segunda, firmar con ellos contratos-programa con 27 centros para mejorarles la financiaci¨®n global a cambio de que dejen de cobrar cuotas y logar as¨ª la incorporaci¨®n de m¨¢s inmigrantes y de colectivos con necesidades espec¨ªficas.
Muchos extranjeros acuden a los centros del barrio barcelon¨¦s de El Raval, donde m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n es inmigrante. Es el caso de la escuela Mil¨¤ i Fontanals, donde el porcentaje de alumnado inmigrante ronda el 90%. Jessica, de 12 a?os, es de la Rep¨²blica Dominicana; y Yakelsy y Jihane, de la misma edad, de Marruecos. Las tres compa?eras charlaban ayer a la puerta de su centro. Acaban de dejar la escuela Mil¨¤ i Fontanals y se incorporan al instituto Miquel Taradell, pegado a su antiguo colegio. No tienen problemas distintos a los de sus otros compa?eros y han ido aprobando los cursos. "Voy un poco peor en catal¨¢n que en castellano", dec¨ªa Yakelsi, contenta de volver a las aulas. "Mejor en castellano", dec¨ªa Jessica, que quiere ser enfermera.
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Mar¨ªa R. Sahuquillo (Madrid), Neus Caballer (Valencia), M. J. L¨®pez D¨ªaz (Almer¨ªa) y Sebasti¨¢n Tobarra (Barcelona).
Frenar los filtros de la concertada
La concentraci¨®n de poblaci¨®n inmigrante en determinados barrios o zonas rurales donde s¨®lo existen escuelas p¨²blicas, complica la situaci¨®n de la presencia del alumnado inmigrante en los colegios estatales. Una situaci¨®n agravada por la "resistencia" de algunos centros concertados a acoger inmigrantes, seg¨²n dijo Mercedes Cabrera, ministra de Educaci¨®n, en declaraciones a la SER.
Para tratar de frenar los filtros que algunos colegios concertados ponen a los inmigrantes, la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n, establece que estos centros tendr¨¢n que reservar un n¨²mero de plazas, establecido por las comunidades aut¨®nomas, para los inmigrantes que lleguen con el curso empezado. Algo que hay que "vigilar atentamente", seg¨²n Emilia Carpio, directora del Colegio P¨²blico San Ildefonso de Madrid.
En el famoso colegio de los ni?os de la loter¨ªa un 40% del alumnado es inmigrante; hace cuatro a?os representaban un 60%. "Desde que el centro es bilingue tenemos mucha demanda de padres espa?oles", cuenta Carpio.
Este curso han dejado fuera el 50% de las solicitudes de admisi¨®n, la mayor¨ªa, seg¨²n Carpio, de alumnos espa?oles. "Si ofertamos algo de calidad, en este caso una educaci¨®n bilingue, como hacen muchos centros concertados, la demanda de plazas en el colegio sube. Si no das calidad o imagen de calidad los espa?oles se van", dice.
Para muchos expertos la soluci¨®n a esta concentraci¨®n de inmigrantes en la escuela p¨²blica pasa por la redistribuci¨®n por la zona. Sin embargo, no todos est¨¢n de acuerdo. "Ser¨ªa estigmatizar a los alumnos extranjeros", cree Jos¨¦ Manuel Laureiro, director del Antonio Moreno Rosales, un centro madrile?o con un 92% de alumnos inmigrantes.
RADIOGRAF?A DEL DESEQUILIBRIO
El porcentaje de alumnos extranjeros en las escuelas espa?olas se ha duplicado en los ¨²ltimos cinco cursos, y este a?o rondar¨¢ el 9,4%, seg¨²n las estimaciones del Ministerio de Educaci¨®n.
Cuatro de cada cinco hijos de inmigrantes estudian en la escuela p¨²blica.
Los centros privados y concertados escolarizan a m¨¢s de un 32% de los alumnos, pero s¨®lo al 18% de los extranjeros.
En las aulas p¨²blicas, uno de cada 10 alumnos es for¨¢neo. En las privadas, estos estudiantes representan el 4,2% del alumnado.
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