Ni regreso, ni ¨¦xito

Lo de menos es que Bush haya anunciado el retorno de 5.700 soldados de Irak para las navidades, y otros 18.000 para el pr¨®ximo verano apoy¨¢ndose en las recomendaciones del general Petraeus. No es un "regreso con ¨¦xito", como lo ha calificado el presidente de Estados Unidos, porque en julio pr¨®ximo quedar¨¢n m¨¢s tropas americanas que antes del refuerzo s¨²bito (surge) comenzado en enero pasado. Bush ha admitido con desfachatez que EE UU seguir¨¢ all¨ª, con una fuerza significativa, "m¨¢s all¨¢ de mi presidencia" con lo que le pasar¨¢ esta guerra a su sucesor o sucesora, dem¨®crata o republicana, en la Casa Blanca. No hay variaci¨®n en el objetivo de pedir que los iraqu¨ªes vayan asumiendo m¨¢s su seguridad y avancen hacia una reconciliaci¨®n cada vez m¨¢s dif¨ªcil, aunque al menos es la primera vez que Bush anuncia una retirada de tropas y no un refuerzo.

"Una vez m¨¢s el presidente no ha logrado presentar un plan para concluir la guerra con ¨¦xito o una raz¨®n convincente para continuarla", dictamin¨® correctamente el senador dem¨®crata Jack Reed. Barack Obama, aspirante dem¨®crata a la Casa Blanca, ha sido de los m¨¢s claros al afirmar que "tenemos que acabar con esta guerra ya". Pero terminarla, inevitablemente mal, tendr¨¢ un coste para EE UU y para el resto del mundo. La cuesti¨®n es de limitaci¨®n de da?os, no de ¨¦xitos.

Puede que Bush tenga raz¨®n al afirmar que si se retiraran de Irak Al Qaeda ganar¨ªa nuevos reclutas y nuevos santuarios, Ir¨¢n se beneficiar¨ªa del caos y se ver¨ªa alentado en sus esfuerzos por dotarse del arma nuclear y dominar la regi¨®n, y los extremistas podr¨ªan controlar una parte clave del suministro global de energ¨ªa. Pero a esa perspectiva se ha llegado por esta guerra ilegal, equivocada y mal llevada, de la que Bush no sabe c¨®mo salir. El inquilino de la Casa Blanca nunca ha reconocido sus errores. Al contrario. No ha tenido verg¨¹enza alguna al afirmar que sus tropas "est¨¢n actuando de forma brillante" e insistir en el ejemplo del supuesto ¨¦xito en la pacificaci¨®n de la provincia de Al Anbar, donde, a los pocos d¨ªas de reunirse con ¨¦l, ha sido asesinado uno de sus nuevos aliados clave, el jeque sun¨ª Abdul Sattar Abu Risha. Para saber qu¨¦ piensa realmente Bush, m¨¢s interesante que su discurso televisado puede ser su previa sugerencia de Corea como posible modelo para Irak: los iraqu¨ªes se encargar¨ªan de su seguridad interna y EE UU de la externa. Pero, en contra de la mayor¨ªa de los iraqu¨ªes hoy, los surcoreanos apoyaron la presencia militar americana, que sigue 57 a?os despu¨¦s.