ONG marroqu¨ªes denuncian la compra de votos en las elecciones
El Gobierno difunde, con d¨ªas de retraso, los resultados detallados de los comicios
Cuando los apresurados aplausos de la comunidad internacional se disipan, surgen las voces de la sociedad civil de Marruecos. Decenas de ONG marroqu¨ªes y una internacional han criticado a finales de esta semana, juntas o por separado, la falta de transparencia y la compra de votos en las elecciones legislativas del 7 de septiembre, cuyos resultados definitivos pormenorizados se conocieron a ¨²ltima hora de la tarde de ayer.
Sus denuncias dan, en parte, la raz¨®n a las acusaciones formuladas desde el islamista Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD) sobre el empleo del dinero para fines electorales sobre todo por parte del vencedor, el partido nacionalista Istiqlal. Pero la formaci¨®n islamista tampoco sale bien librada porque varios informes le reprochan la utilizaci¨®n de la religi¨®n y de las mezquitas para atraer a los votantes. Las segundas elecciones del reinado de Mohamed VI fueron las primeras de la historia de Marruecos supervisadas, con el acuerdo del Ministerio del Interior, por observadores internacionales y marroqu¨ªes, pero su n¨²mero era muy escaso para las 38.000 mesas electorales del pa¨ªs y tampoco asistieron a determinadas fases del recuento de papeletas.
El medio centenar de observadores internacionales, patrocinados por el estadounidense National Democratic Institute, fueron los primeros en dar su visto bueno a las elecciones en un informe preliminar difundido 24 horas despu¨¦s del cierre de las urnas. Se "caracterizaron por un esp¨ªritu de transparencia y de profesionalidad", reza el documento.
Tres d¨ªas despu¨¦s se manifest¨® el Consejo Consultivo de Derechos Humanos, un organismo oficial marroqu¨ª que envi¨® sobre el terreno a un centenar de observadores. Su presidente, el ex preso pol¨ªtico Ahmed Herzenni, insisti¨® tambi¨¦n en que se hab¨ªan "desarrollado correctamente". Reconoci¨® que se hab¨ªan comprado votos, pero "el fen¨®meno no tiene una envergadura desproporcionada". No es ¨¦sa la opini¨®n de la sociedad civil. Decenas de ONG marroqu¨ªes se unieron para desplegar a casi 2.000 observadores y en el informe que publicaron el jueves sostienen que el "uso ilegal del dinero y de bienes materiales o prometidos" pone en entredicho "la honradez de las elecciones".
"Si en los colegios las cosas se desarrollaron m¨¢s o menos correctamente hubo, en cambio, utilizaci¨®n a gran escala del dinero en las casas, en las calles" adyacentes a los lugares donde se vot¨® "y a trav¨¦s de intermediaros", explic¨® Azedin Akesbi, presidente de Transparency Marruecos. En el informe se reprocha tambi¨¦n al partido islamista "el empleo de mezquitas con fines electorales". La Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos, integrada por muchos ex izquierdistas, fue la m¨¢s beligerante con el PJD. Carg¨® contra los islamitas por "instrumentalizar la religi¨®n".
Curiosamente, la sociedad civil apenas hace hincapi¨¦ en la no divulgaci¨®n por el Ministerio del Interior del reparto de los sufragios por circunscripci¨®n y a nivel nacional, as¨ª como los datos de la abstenci¨®n (63% del censo) por zonas geogr¨¢ficas. "Esas cifras permitir¨ªan, sin embargo, a cada uno valorar la veracidad de los resultados globales", sostuvo ayer Democracy Reporting International, una ONG alemana.
Adem¨¢s de los observadores, la UE, la Comisi¨®n Europea, el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y el ministro de Exteriores espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos, aplaudieron el desarrollo de las elecciones marroqu¨ªes. Lo hicieron antes de que acabara la funci¨®n cuyo ¨²ltimo acto, la retenci¨®n de datos, no ha sido el m¨¢s brillante.
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