Buen trabajo

- Calder¨®n. S¨®lo hay una palabra para resumir su actuaci¨®n: impresionante. Su crecimiento como jugador parece no tener techo, lo mismo que su ascendencia en el equipo. A sus muchos valores t¨¦cnicos y t¨¢cticos ha a?adido un tiro de tres decisivo, sobre todo ante los griegos. Dirige, anota, siente el baloncesto por los cuatro costados. Un crack.

- Navarro. Resulta casi incre¨ªble que, despu¨¦s de todas las cosas que le hemos visto, sea capaz de sorprendernos. Una lesi¨®n le tuvo en el dique seco en la primera fase, pero llegaron los momentos decisivos y volvi¨® a demostrar que no hay un jugador tan capaz de rendir de forma sobresaliente en las situaciones m¨¢s complicadas y cuando a la mayor¨ªa de los mortales no les llega la camisa al cuerpo. Lo del d¨ªa de Grecia, memorable.

- Jim¨¦nez. En un quinteto base con Calder¨®n, Navarro o Pau Gasol, resulta un contrapunto fundamental, pues equilibra al equipo en las tareas menos vistosas. Su constancia en el esfuerzo, unida a una capacidad de sacrificio superlativa, resulta conmovedora. Incluso estuvo algo m¨¢s incisivo ofensivamente, sobre todo en los tiros de tres. Pero lo suyo no sale en las estad¨ªsticas. Es otra cosa.

- Garbajosa. Protagonista antes del campeonato, no lo fue tanto despu¨¦s, pero dio m¨¢s de lo que puede esperarse de quien llevaba cinco meses sin jugar. Se le not¨® la inactividad en la movilidad y algunas decisiones, pero su sola presencia fue un b¨¢lsamo psicol¨®gico para el grupo, que conf¨ªa ciegamente en ¨¦l. No se le puede pedir m¨¢s, aunque seguro que, si hubiese podido disputar los encuentros de preparaci¨®n, su rendimiento habr¨ªa sido mayor.

- Pau Gasol. Descubr¨¢monos una vez m¨¢s ante el mejor jugador de la historia del baloncesto espa?ol. Como en Jap¨®n, fue la columna fundamental que mantuvo erguido al equipo. Aport¨® puntos, rebotes, tapones y un liderazgo indiscutible. A pesar de recibir le?a un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n, nunca se descentr¨® y se dedic¨® a lo suyo, que no es ni m¨¢s ni menos que ser un dominador en los dos lados del campo. Es el Indur¨¢in del baloncesto.

- Rudy Fern¨¢ndez. Con la lesi¨®n de Navarro, salt¨® al quinteto titular y cumpli¨® casi siempre. S¨®lo el d¨ªa de Grecia se le vio algo rebasado por la tensi¨®n y la dureza de sus adversarios. Sigue creciendo y tiene m¨¢s confianza en sus quehaceres. En un par de a?os y si mantiene su progresi¨®n, ser¨¢ imparable.

- Sergio Rodr¨ªguez. La peor nota en cuanto a calificaciones individuales. Agitador por naturaleza, sus escasos minutos no le han servido para ning¨²n tipo de reivindicaci¨®n. Demasiado ansioso por demostrar su val¨ªa, su actuaci¨®n seguro que no le deja un buen sabor de boca. A los aficionados, tampoco.

- Mumbr¨². Genuino representante, junto a Cabezas y Berni, de chico para lo que haga falta. Su rendimiento fue parejo al de Jap¨®n, lo que ha sido suficiente. Entiende su papel y lo ejecuta con convicci¨®n. Ha hecho lo necesario para considerarse parte activa del ¨¦xito

- Felipe Reyes. La lesi¨®n de Garbajosa le aup¨® a un lugar preferente en las rotaciones, pero no ha sido el habitual. Pele¨®n e intenso, no ha terminado de cuajar un partido de los suyos. Pepu se ha ido inclinando por los habituales en Jap¨®n, por lo que perdi¨® presencia. De todas formas, es impensable esta selecci¨®n sin su concurso.

- Berni Rodr¨ªguez. Se puede decir algo parecido a lo de Mumbr¨². Con una presencia intermitente y teniendo por delante a Navarro y Rudy, no fue muy utilizado, pero su labor nunca fue para mal. En el complicado equilibrio que siempre representa una plantilla, su flexibilidad para jugar o no hacerlo es un valor destacable. Se merece estar entre los doce.

- Cabezas. Buen trabajo como alternativa o descanso de Calder¨®n. Si ¨¦ste representa la explosividad, en ¨¦l prima la sobriedad. Dio pausa al equipo cuando lo necesitaba y defensivamente es un dolor para el rival. Sus buenos partidos en la preparaci¨®n le hicieron ganarse ser el primer recambio y no lo solt¨®.

- Marc Gasol. Cuesta creer que hace poco m¨¢s de un a?o su val¨ªa estuviese en entredicho y su papel en el Bar?a fuese insignificante. Sigue madurando y su presencia nunca desenton¨®. Tiene cuerpo y mano. Y est¨¢ ganando en fiereza, fundamental en su posici¨®n.