Plata ejemplar

La generaci¨®n m¨¢s brillante de la historia del baloncesto espa?ol no pudo cerrar un ciclo maravilloso que comenz¨® en el Mundial juvenil de Lisboa en 1999 y alcanz¨® su cl¨ªmax en el Mundial absoluto de Jap¨®n. Rusia le cerr¨® el paso en su Eurobasket dom¨¦stico (60-59), una decepci¨®n que no rebaja para nada la excelente imagen de una selecci¨®n ejemplar, dentro y fuera de la cancha. Pocas veces Espa?a ha tenido una selecci¨®n capaz de enganchar con el p¨²blico como lo han conseguido los chicos del baloncesto. Un grupo cohesionado, que respeta las jerarqu¨ªas pero en absoluto resulta clasista: los NBA se comportan como los ACB, la comuni¨®n total, sin distinciones ni caprichos a la carta. La afici¨®n espa?ola, la de toda la vida y la conquistada por esta fant¨¢stica cosecha de jugadores, as¨ª lo ha entendido desde el inicio.

Con Pau Gasol a la cabeza, un senador en la legendaria liga norteamericana, todos se han comportado como un grupo de mosqueteros: desde Garbajosa, que forz¨® su recuperaci¨®n f¨ªsica a¨²n a costa de poner en riesgo su brillante y multimillonaria carrera en Toronto, hasta Sergio Rodr¨ªguez, un NBA que ha aceptado sin rechistar ser el aguador.

Nadie termin¨® m¨¢s frustrado que Pau Gasol, el mejor que haya acunado jam¨¢s el baloncesto espa?ol. El catal¨¢n se hab¨ªa perdido por lesi¨®n la final de Jap¨®n y en Madrid no pudo sellar la victoria. Su ¨²ltimo tiro fue escupido por el aro. Asfixiada f¨ªsicamente, Espa?a se desinfl¨® en la hora final, pero lo hizo con grandeza, sin exabruptos ni culpables se?alados. El equipo se comport¨® con el mismo se?or¨ªo que en el carnaval japon¨¦s de septiembre de 2006. El grupo de Pepu Hern¨¢ndez hizo los deberes; Rusia, que vuelve a la cumbre, tambi¨¦n. Nada que objetar: una victoria limpia que no empa?a a la expedici¨®n espa?ola. Un ejemplo a seguir, como quiz¨¢ haya comprendido el voleibol espa?ol, que se proclam¨® en Mosc¨² campe¨®n europeo, el primer gran t¨ªtulo de su historia. Hay victorias, como la de la selecci¨®n de voley, que amplifican la extraordinaria pujanza del deporte espa?ol. Hay derrotas, como la del baloncesto, que no lo parecen. Una plata ejemplar.