Reino Unido lleva las clases a la calle
Reino Unido introdujo la asignatura de Citizenship (Ciudadan¨ªa) en el oto?o de 2002. "El primer a?o fue complicado", explica Benvinda Moreira, del British Council. "Los profesores todav¨ªa no ten¨ªan muy claro lo que deb¨ªan ense?ar, ni c¨®mo hacerlo". Sin embargo, asegura Moreira, desde entonces el programa ha mejorado y se han ido definiendo con m¨¢s claridad los contenidos.
La asignatura, que tiene car¨¢cter voluntario en educaci¨®n primaria y se convierte en obligatoria en secundaria, introduce, por ejemplo, los derechos y deberes fundamentales en las democracias, el papel de los ciudadanos en la sociedad y ante la ley y cuestiones de identidad cultural y de g¨¦nero; desentra?a la estructura del parlamento y del sistema judicial del Reino Unido y otras formas de gobierno, o explica las funciones de la Uni¨®n Europea y de las Naciones Unidas.
La asignatura introduce derechos y deberes de los ciudadanos y ense?a a ponerlos en pr¨¢ctica
El programa no prev¨¦ libros de texto obligatorios, aunque s¨ª recomienda a los docentes algunas lecturas metodol¨®gicas, por ejemplo, Citizenship at key stages (Ciudadan¨ªa en etapas clave) o Assesing citizenship (Evaluar la ciudadan¨ªa). Las pautas que se proporcionan son parecidas: animar al debate entre estudiantes, hacerles reflexionar acerca de su lugar en la sociedad, justificar las opiniones, organizar actividades pr¨¢cticas e iniciarles al llamado "pensamiento cr¨ªtico". Y es que, seg¨²n explica Moreira, el sistema educativo brit¨¢nico no suele evaluar a los alumnos s¨®lo en funci¨®n de las horas lectivas, sino tambi¨¦n por las habilidades y los "conocimientos adquiridos" a lo largo de un curso.
Por eso, el Ministerio no fija, igual que ocurre tambi¨¦n en la organizaci¨®n de otras asignaturas, un n¨²mero m¨ªnimo de horas semanales. Porque esos conocimientos se pueden adquirir incluso fuera de clase, en la calle. ?C¨®mo? "Para aprender a respetar a los dem¨¢s, a no hacer distinciones entre razas, culturas o religiones, y aportar sus ideas, los alumnos pueden incluso participar en proyectos extraescolares", explica Moreira. El programa oficial de estudios lo detalla as¨ª: "Los estudiantes pueden participar en actividades ciudadanas tanto en la escuela como en su comunidad de pertenencia, y despu¨¦s reflexionar sobre su participaci¨®n. (...) Pueden colaborar con distintas organizaciones". ?Alg¨²n ejemplo? Trabajar en un comedor social, organizar una exposici¨®n o colaborar en una campa?a de una ONG.
El esp¨ªritu general es, seg¨²n destaca el programa, "ayudar a los j¨®venes y desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para desempe?ar un papel eficaz y responsable en la vida p¨²blica". Por eso, uno de los objetivos fundamentales de las clases de Citizenship consiste tambi¨¦n en educar a comunicar ideas e interpretar los temas de actualidad informativa. Los docentes suelen proponer sesiones de lectura cr¨ªtica de peri¨®dicos o visi¨®n de telediarios. Para aprender, por ejemplo, que lo que estudia en otras asignaturas no est¨¢ desvinculado de lo que pasa en el mundo. Y, por ejemplo, animar a "estudiar el medioambiente y la sostenibilidad en asignaturas como geograf¨ªa y ciencias".
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