Bush pide firmeza internacional frente a Ir¨¢n

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, advirti¨® ayer de que toma "muy en serio" las amenazas del mandatario de Ir¨¢n, Mahmud Ahmadineyad, y confi¨® en que la presi¨®n diplom¨¢tica de la comunidad internacional sea suficiente para detener los planes nucleares iran¨ªes. Pero la conferencia de prensa celebrada ayer por sorpresa en la Casa Blanca puede tener mayor trascendencia por lo que el presidente de Estados Unidos no dijo, por la reiterada negativa de Bush a comentar la misteriosa incursi¨®n a¨¦rea israel¨ª sobre Siria, ocurrida a principios de mes.

Las autoridades de Nueva York proh¨ªben a Ahmadineyad visitar la 'zona cero'

Por tres veces, el presidente estadounidense se neg¨® a contestar sobre qu¨¦ informaci¨®n dispon¨ªa acerca de lo ocurrido en Siria el 6 de septiembre. Ese d¨ªa, aviones israel¨ªes penetraron en el espacio a¨¦reo sirio y dispararon contra objetivos desconocidos. Israel no hab¨ªa dado hasta hoy ninguna explicaci¨®n. Siria se limit¨® a condenar el hecho con el lenguaje habitual y sin acompa?arlo de acciones militares o diplom¨¢ticas.

Estados Unidos tampoco destac¨® el suceso, pese a que portavoces norteamericanos reconocieron que Siria estaba tratando de obtener asesoramiento en materia nuclear por parte de Corea del Norte y que, en aquellos d¨ªas, funcionarios norcoreanos se encontraban trabajando en territorio sirio.

Desde aquel d¨ªa, este episodio ha sido uno de los temas estrella en las tertulias pol¨ªticas de Washington y uno de los objetivos preferidos de los periodistas de investigaci¨®n norteamericanos. Ninguno ha podido a¨²n aportar ni un solo elemento porque se han encontrado con un aut¨¦ntico muro oficial en este pa¨ªs. "En 30 a?os de trabajo en esta ciudad, no he conocido jam¨¢s semejante secretismo", comenta un conocido analista de Washington.

Siria es actualmente un aliado de Ir¨¢n. Ambos pa¨ªses tienen frontera con Irak, ambos son acusados frecuentemente por Estados Unidos de armar a los terroristas y ambos tienen ambiciones hegem¨®nicas, como potencia chi¨ª, Ir¨¢n, y como poder sun¨ª, Siria. Ambos representan, por tanto, en estos momentos una amenaza prioritaria para Estados Unidos. Por eso la tercera pregunta de la conferencia de prensa de ayer fue sobre el episodio de Siria. Tras la insistencia de un segundo periodista, George W. Bush accedi¨® a hacer lo que llam¨® "una declaraci¨®n general" sobre la participaci¨®n de Corea del Norte en la proliferaci¨®n nuclear. "Mi Gobierno ha dejado claro a Corea del Norte en las conversaciones a seis partes [el formato en el que desde hace a?os se discute el programa nuclear norcoreano] que tiene que renunciar a toda proliferaci¨®n nuclear si quiere que esas conversaciones sean exitosas", se limit¨® a decir el presidente estadounidense.

Todo este conflicto se entiende estrechamente vinculado al enfrentamiento con Ir¨¢n, que cobra estos d¨ªas mayor vigencia en Estados Unidos al acercarse la anunciada visita del presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, durante la pr¨®xima semana para participar en la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas. La opini¨®n p¨²blica norteamericana estaba encendida por el hecho de que el presidente iran¨ª hubiera pedido permiso para visitar la zona cero de los ataques del 11-S. Ese permiso, finalmente, le ha sido denegado por parte de las autoridades neoyorquinas, y Bush respald¨® ayer esa decisi¨®n.

El presidente norteamericano mencion¨®, adem¨¢s, la necesidad de que el marco de Naciones Unidas sirva para "enviar un firme mensaje" a Ir¨¢n en el sentido de que "ponga fin a sus ambiciones nucleares". George W. Bush no quiso amenazar con acciones militares e insisti¨® en que conf¨ªa en resolver este conflicto por la v¨ªa diplom¨¢tica. "Para terminar con esto estamos trabajando con nuestros aliados y amigos para enviar un mensaje a Ir¨¢n de que existe para ellos un camino mejor que el del aislamiento financiero y las sanciones econ¨®micas", manifest¨®.

Bush aprovech¨® la ocasi¨®n de su conferencia de prensa para enviar tambi¨¦n un mensaje positivo sobre la marcha de la econom¨ªa estadounidense, a la que muchos expertos ven abocada a la recesi¨®n. "Las bases de la econom¨ªa de nuestra naci¨®n", se?al¨® el presidente, "est¨¢n s¨®lidas. No hay duda de que se vive un momento de incertidumbre en el mercado de la vivienda y en los cr¨¦ditos asociados con ese mercado". Sin embargo, en t¨¦rminos generales, asegur¨® que se siente "optimista". "S¨®lo ser¨ªa pesimista", a?adi¨®, "si pensara que el Congreso podr¨ªa seguir adelante con su prop¨®sito de subir los impuestos".