Alonso, de accidente en accidente
Sentado en un rinc¨®n del nuevo pabell¨®n de McLaren Mercedes, Fernando Alonso no parece feliz. Hace tiempo que se ha refugiado en su padre, Jos¨¦ Luis, y en su representante, Luis Garc¨ªa Abad, y en alg¨²n que otro periodista espa?ol incondicional. Pero poco m¨¢s. Aunque ¨¦l asegura que es feliz cuando tiene "un coche competitivo" y cuando gana carreras, lo cierto es que han pasado demasiadas cosas en los ¨²ltimos meses en McLaren como para que el doble campe¨®n mundial pueda aislarse por completo y pensar s¨®lo en su trabajo, en las carreras.
Ahora mismo est¨¢ a dos puntos de Lewis Hamilton, l¨ªder del Mundial, cuando faltan tres grandes premios para la conclusi¨®n del campeonato. Necesita imperiosamente el apoyo del equipo para poder continuar la embestida hacia el t¨ªtulo que comenz¨® el pasado mes de julio, cuando concluy¨® el Gran Premio de Francia. Entonces la distancia era de 14 puntos. Ha reducido 12 en seis carreras. Un mundo. Pero le faltan tres. Y, aunque afirma todo lo contrario, no est¨¢ convencido de que McLaren le ofrezca las mismas armas que a su compa?ero de equipo, Lewis Hamilton, contra el que est¨¢ luchando todo el a?o por la supremac¨ªa en la F-1. Su batalla se plantea pues en dos frentes.
No entiende por qu¨¦ el asunto del espionaje de Ferrari ha da?ado su imagen tanto o m¨¢s que la de McLaren y su patr¨®n, Ron Dennis
Est¨¢ convencido de que su escuder¨ªa va a favorecer a Hamilton, del que le separan dos puntos tras recortar 12 en seis carreras
Los 'e-mails' entre ¨¦l y De la Rosa demostraban que los datos circulaban con fluidez en el equipo
Su supuesto chivatazo a Ecclestone le convirti¨® en "delator y estafador" para la prensa alemana
Una nueva pol¨¦mica golpea cada d¨ªa al pliloto espa?ol, que, aislado de su equipo, s¨®lo ve una salida: ganar el Mundial
Cerradas las puertas de Ferrari y BMW, su futuro s¨®lo tiene una salida: Renault, o sea, Briatore
Ya no se habla con nadie en McLaren, donde la convivencia se ha vuelto insoportable del todo
Desde que el pasado mes de julio estall¨® todo el asunto del espionaje, Fernando Alonso y la escuder¨ªa McLaren se han instalado en el ojo del hurac¨¢n. De forma involuntaria, claro. Pero est¨¢n ah¨ª. La acusaci¨®n de Ferrari de que McLaren le estaba espiando fue adquiriendo peso a medida que iban apareciendo evidencias. El asunto se desvel¨® de forma circunstancial, cuando la esposa del ingeniero de McLaren, Mike Coughlan, jefe de dise?o, acudi¨® a una tienda cercana a Woking para escanear un dossier confidencial de Ferrari de 780 p¨¢ginas. El due?o del negocio, un seguidor de Ferrari, avis¨® inmediatamente a los responsables de Maranello. Y Ferrari interpuso una querella en Londres contra Coughlan y otra en M¨®dena contra su propio empleado, Nigel Stepney, que hab¨ªa robado y pasado toda la informaci¨®n a Coughlan.
Paralelamente, denunci¨® el asunto a la FIA, que convoc¨® una reuni¨®n del Consejo Mundial para juzgar a McLaren. Se produjo el 26 de julio. Pero la escuder¨ªa brit¨¢nica sali¨® bien parada: se estableci¨® que era culpable de poseer documentos secretos de Ferrari, pero no se le sancion¨® porque no logr¨® demostrarse que aquella informaci¨®n era conocida por el resto del equipo, ni que hubiera sido utilizada en la configuraci¨®n de sus coches. Fue una sentencia que dej¨® en ascuas a Ferrari. Su reacci¨®n y la del presidente de la Federaci¨®n Italiana, Macaluso, fue tan brutal que a Mosley, enemigo ac¨¦rrimo de Dennis, no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir y convocar al Tribunal de Apelaci¨®n para el 13 de septiembre.
Pero entonces todo el asunto dio un vuelco espectacular. Tras una discusi¨®n en el Gran Premio de Hungria, en la que Dennis afirma que Alonso le amenaz¨® con mostrar a la FIA una informaci¨®n que pose¨ªa sobre el caso de espionaje, el propio Dennis llam¨® a Max Mosley, presidente de la FIA, para advertirle de la existencia de estos documentos. Seg¨²n la versi¨®n de Dennis, cuando Alonso se fue a disculpar por su actitud, volvi¨® a llamar a Mosley para decirle que todo hab¨ªa sido un calent¨®n y que, probablemente, los papeles no eran importantes. Las discrepancias en este punto son notables, porque otra versi¨®n avala que fue Dennis quien al final, tras darse cuenta de que Mosley no le daba importancia al asunto, amenaz¨® a Alonso si mostraba estos documentos. De alguna forma, los e-mails de los que hablaba Alonso fueron a parar a manos de Bernie Ecclestone. El abogado de Ferrari, Nigel Tozzi, afirm¨® que hab¨ªa sido Alonso quien se los hab¨ªa hecho llegar. El caso es que Ecclestone avis¨® a Mosley y ¨¦ste mand¨® de inmediato una carta a Alonso, Pedro de la Rosa y Lewis Hamilton para que enviaran toda la informaci¨®n que poseyeran sobre el caso de espionaje. Mosley desconvoc¨® tambi¨¦n al Tribunal de Apelaci¨®n y llam¨® de nuevo al Consejo Mundial para el mismo d¨ªa 13.
El resultado es ya conocido. Los correos entre De la Rosa y Alonso se convirtieron en un elemento decisivo, porque demostraron que la informaci¨®n que pose¨ªa Coughlan circulaba por el equipo con notable fluidez. Pero m¨¢s importante que ello, fueron los datos que aport¨® el juzgado de M¨®dena, seg¨²n los cuales Coughlan y Stepney manten¨ªan un contacto constante: se hab¨ªan mandado m¨¢s de 300 sms, al menos 20 e-mails y sus llamadas se incrementaban en los fines de semana de gran premio. Y el detalle definitivo fue que Coughlan era consultado por sus compa?eros cuando surg¨ªa un problema, para comprobar c¨®mo lo hab¨ªa resuelto Ferrari. As¨ª que el Consejo Mundial no tuvo problema para demostrar que McLaren era culpable no s¨®lo de poseer informaci¨®n industrial confidencial de Ferrari, sino de que fuera conocida por todo el equipo y de ser susceptible de ser utilizada. "Si no se ha utilizado", se?alaba la FIA en sus conclusiones, "es porque t¨¦cnicamente era casi imposible porque los coches son muy distintos".
Si un culpable hab¨ªa en todo este caso, no era otro que McLaren, que no hab¨ªa cerrado los grifos de informaci¨®n procedentes de Ferrari hasta que el asunto estall¨®. Sin embargo, Dennis quer¨ªa mantener su nombre limpio y seguir proclamando su honestidad profesional. Por eso no se fren¨® a la hora de implicar a Alonso. En todo este asunto Dennis, McLaren y Alonso son los tres perdedores. Y en igual medida. El patr¨®n de McLaren no puede sostener por m¨¢s tiempo su estudiada ignorancia. Alonso, que mantuvo una postura distante con el equipo, firme contra Hamilton en la pista y fuera de ella y guerrera contra Dennis, fue acusado de delaci¨®n tanto por su propio equipo como por la prensa inglesa y alemana, algo que ¨¦l nunca ha aceptado. Tambi¨¦n se supo que el espa?ol primaba a su grupo de mec¨¢nicos con 1.000 euros por cabeza en cada carrera si se esmeraban en su trabajo. Y McLaren perdi¨® credibilidad porque fue declarado culpable de espionaje industrial.
Todo eso complic¨® a¨²n m¨¢s la existencia de Alonso en McLaren. La convivencia en el seno del equipo se ha hecho insoportable para ¨¦l y su incierto futuro no parece ligado a la escuder¨ªa brit¨¢nica. Aparentemente al menos, no puede seguir all¨ª. No se habla con nadie, est¨¢ aislado. El mismo Ron Dennis, propietario de McLaren, lo explic¨® con pelos y se?ales durante la ¨²ltima reuni¨®n del Consejo Mundial de la FIA, de la que el equipo sali¨® con una multa de 100 millones de d¨®lares y con la p¨¦rdida de todos los puntos en el Campeonato de constructores. "Desde el Gran Premio de Hungr¨ªa [5 de agosto] no hablo con Alonso", coment¨®. "Nuestra relaci¨®n es extremadamente fr¨ªa. Fernando est¨¢ convencido de que nuestra pol¨ªtica, en la que cada piloto recibe el mismo trato, no refleja el reconocimiento a un campe¨®n del mundo. Y considera que su experiencia, sus conocimientos y lo que aport¨® de Renault, le hacen merecedor de un mejor trato que a Hamilton".
?Puede Alonso seguir en McLaren y sufrir el calvario diario que le supone ya ahora acudir a los grandes premios? Todo el mundo cree que no. La prensa alemana public¨® la semana pasada que Alonso no era digno de conducir una flecha plateada. "Es un estafador y un chantajista", dijo el diario Bild, que insisti¨® en que se le rescindiera de inmediato el contrato. Y la inglesa se pregunt¨®: "?C¨®mo puede alguien que ha causado una p¨¦rdida de 100 millones de d¨®lares a su empresa seguir ah¨ª sin que le despidan?". Pero Garc¨ªa Abad, su representante, no deja de afirmar que s¨ª. "Hay un contrato en vigor y McLaren sigue siendo nuestra primera opci¨®n". ?Es estrategia? Probablemente. Romper un contrato de F-1 cuesta un dineral. Jenson Button tuvo que pagar m¨¢s de cinco millones de euros cuando en 2006 recompr¨® su contrato con Williams, porque cre¨ªa m¨¢s en el proyecto de Honda.
Los abogados deber¨ªan esmerarse a tope para hacer valer las cl¨¢usulas de imagen que suelen existir en todos los contratos de la F-1, con el fin de conseguir la libertad de Fernando Alonso. Por eso, Garc¨ªa Abad, que es abogado, parece haber adoptado la estrategia de afirmar que ellos siguen y que si alguien quiere romper el contrato, que sea McLaren. Lo cual les permitir¨ªa no s¨®lo salir libres, sino tambi¨¦n exigir una indemnizaci¨®n millonaria. Justo la postura contraria de McLaren, que no quiere a Alonso pero pretende una compensaci¨®n por rescindir el contrato.
El problema es que la rescisi¨®n puede llegar demasiado tarde. A ninguna de las dos partes le interesa ahora mismo romper el contrato. Est¨¢ en juego el t¨ªtulo mundial y McLaren se lo quiere asegurar, ya sea para Alonso o para Hamilton. Y el espa?ol ha decidido alejarse de todo el mundo, encerrarse en su habitaci¨®n en el pabell¨®n de McLaren, olvidarse de los medios de comunicaci¨®n, de todas las cr¨ªticas que est¨¢ recibiendo y de todos los problemas internos del equipo, especialmente con Hamilton, y centrarse exclusivamente en ganar el campeonato. Necesitan seguir juntos hasta el final de la temporada. Pero despu¨¦s, la mayor parte de los equipos habr¨¢n cerrado ya los contratos con sus pilotos.
Eso ocurri¨® con BMW Sauber a mediados de agosto. Mario Thiessen, director de la escuder¨ªa, hab¨ªa ofrecido un proyecto comprometido a Alonso para 2008 si consegu¨ªa que Dennis le diera la libertad. Algunos diarios italianos afirmaron en agosto que el patr¨®n de McLaren se la hab¨ªa prometido a Alonso, pero que incumpli¨® su palabra cuando lleg¨® el momento clave. La cuesti¨®n es que Alonso no pudo comprometerse con el equipo BMW, que renov¨® a Nick Heidfeld por otro a?o adem¨¢s de mantener en n¨®mina a Robert Kubica. Ferrari, la mejor opci¨®n para el espa?ol, tiene tambi¨¦n en contrato a sus dos pilotos para la pr¨®xima temporada. Existe una oferta de Toyota, pero la mejor opci¨®n para Fernando parece su regreso a Renault. All¨ª, Flavio Briatore le espera con los brazos abiertos. Hasta el punto de que se especula con que el magnate italiano ha pedido a su patrocinador principal, ING, que aporte otros 10 millones de euros para fichar al espa?ol.
Sin embargo, Alonso no quiere ahora pensar en ello. Est¨¢ enfrentado a su equipo, eso es cierto. Pero su mentalidad se refuerza en estas situaciones. Quiere ganar el t¨ªtulo. Es lo primero. Lo dem¨¢s, ya lo decidir¨¢ despu¨¦s. Cuando toque.
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