"A¨²n no he tocado techo"

Samuel S¨¢nchez, sincero como siempre y rotundo como acostumbra, reconoc¨ªa antes de disputar los 20 kil¨®metros contrarreloj en Villalba, que esos nueve segundos pod¨ªan ser un muro demasiado alto frente a un especialista como Cadel Evans. Que era una l¨¢stima quedarse fuera del podio por esa desventaja que no pudo limar el d¨ªa anterior en la gran etapa de Abantos. Que s¨ª, que saldr¨ªa a por todas, pero que ser¨ªa muy dif¨ªcil, casi un imposible. Era un Samuel S¨¢nchez realista, que unas horas despu¨¦s se convert¨ªa en un Samuel S¨¢nchez atronador que consegu¨ªa lo imposible: reducir la desventaja con Evans y alcanzar el podio con el que hab¨ªa so?ado desde que la Vuelta parti¨® de Vigo. Pero consigui¨® m¨¢s. Su af¨¢n por superar al australiano le llevo m¨¢s lejos. M¨¢s all¨¢ de lo imposible estaba lo impensable ("la etapa no es un objetivo, el objetivo es el podio", hab¨ªa dicho). Y la etapa cay¨® en su bolsillo de una forma tan inesperada como indiscutible. Tan imperial se pase¨® por las v¨ªas de servicio de la Autopista de A Coru?a, que a punto estuvo de arrebatarle a Carlos Sastre la segunda plaza, que el abulense conserv¨® por 15 segundos.

La ambici¨®n y la fuerza pueden m¨¢s, en los finales de las grandes Vueltas, que la especializaci¨®n o la t¨¦cnica. Samuel sab¨ªa que la etapa era corta, que discurr¨ªa a gran velocidad (a 54 km/h de media circul¨® el ganador) y que las curvas que a ¨¦l le gustan para aprovechar su buena t¨¦cnica sobre la bici eran muy escasas. S¨®lo esperaba que lloviese para a?adir un grado de dificultad que pudiera favorecerle. Si acaso un par de repechos le invitaban a la aventura imposible. Llovi¨® pero muy al final de la etapa y no influy¨® en su desenlace...

Y a por ello fue con la referencia del buen tiempo marcado por el holand¨¦s Clement, que hab¨ªa doblado a tres corredores. A priori el candidato al triunfo era Menchov, que ten¨ªa la oportunidad de cerrar su triunfo final con otra victoria parcial que premiase su indiscutible jerarqu¨ªa en el pelot¨®n. En el primer punto intermedio, S¨¢nchez ya le hab¨ªa robado a Evans cuatro segundos. El sue?o era posible. Menchov cumpl¨ªa las expectativas y aventajaba a Samuel en nueve segundos. Samuel transmit¨ªa fuerza, Evans, serenidad y Menchov, dominio. Sastre, tranquilidad.

Pero la contrarreloj pesaba m¨¢s de la cuenta a estas alturas de la carrera. En el segundo paso, en el kil¨®metro 15 (a cinco de la llegada), salt¨® la sorpresa: S¨¢nchez superaba a Evans en 13 segundos, a Sastre en 31 y a Menchov en dos. La constancia y la fortaleza del asturiano del Euskaltel eran brutales. Bien acoplado a la bicicleta, mov¨ªa con soltura un desarrollo de 55-11, igual al de sus principales rivales. En la meta se produjo la explosi¨®n: 12 segundos a Menchov, 19 a Evans y 41 a Sastre.

Era la explosi¨®n final de un ciclista que ha acabado la carrera con una fuerza envidiable, yendo de menos a m¨¢s y anunciando buenas noticias para el Mundial del domingo en Stuttgart. Todas las previsiones de Euskaltel saltaron por los aires. Por fin consigui¨® su primer podio en la Vuelta y, adem¨¢s, se vuelve con tres victorias de etapa, todas a cargo de S¨¢nchez, de todos los estilos: una, la de Granada, fraguada en un descenso marca de la casa. Otra, en una ascensi¨®n preciosa a Abantos, y la ¨²ltima, la m¨¢s sorprendente, en una contrarreloj corta y directa. Todo un compendio de virtudes que, al final, han servido para recomponer el podio de la Vuelta y la imagen gris de la segunda semana. Como se preve¨ªa, la Vuelta ha sido una cuesti¨®n de principio y fin, con un intermedio rutinario. Y la carrera ha acabado por recompensar a sus dos representantes m¨¢s combativos.

Sastre y S¨¢nchez escoltar¨¢n a Denis Menchov, un l¨ªder que ha sabido jugar sus cartas con cara de p¨®ker; los tres amparados por tres equipos s¨®lidos que de una u otra manera han logrado sus objetivos o incluso los han superado. S¨¢nchez, con tres victorias, acaba la Vuelta como ?scar Freire. Una buena noticia para el ciclismo espa?ol. Porque Samuel S¨¢nchez huele a futuro. Lo dijo en la meta de Villalba: "A¨²n no he tocado techo. Trabajo, me cuido, aprendo de los errores y, como dec¨ªa Armstrong, hay que saber rodearse de los mejores". As¨ª de f¨¢cil.