Fantasmas en el Pazo de Meir¨¢s

Intrigado ando como si fuera una pel¨ªcula de Tim Burton por saber si ya los funcionarios de la Xunta han cruzado el umbral del Pazo de Meir¨¢s y si ha ca¨ªdo sobre ellos una maldici¨®n. Intrigado estoy por conocer qu¨¦ sienten los herederos del Caudillo cuando el nuevo poder gallego llama a las puertas de la fortaleza, qu¨¦ pensamientos cruzan por su cabeza y c¨®mo ven la pel¨ªcula desde la torre del homenaje. A veces pienso si les pasa igual que a Maria Antonieta y Luis XVI cuando la chusma se acercaba lentamente a Versalles y hab¨ªa cristales en a?icos y rumor en la cuberter¨ªa y los perros ladraban ante la luminaria de las antorchas y la realeza se asomaba tras los visillos asustada por los rumbos que tomaban los acontecimientos. Porque a veces, hoy como ayer, es dif¨ªcil derrocar al Antiguo R¨¦gimen desde el Estado Llano, y todav¨ªa ahora hay familias de los tiempos de Luis XVI que tienen una deuda con la Ilustraci¨®n. Y veo por la mirilla del castillo un bufete de abogados de esos que no se sabe qui¨¦n es m¨¢s facineroso y unos legajos de t¨ªtulos de propiedad, de esos cartapacios de los tiempos de el yugo y las flechas, y veo a los herederos gast¨¢ndose las propiedades en un Casino en Marbella, Montecarlo o Estoril, o disponiendo de sus negocios de restauraci¨®n o incluso montando a caballo o por ah¨ª comprando antig¨¹edades a espuertas o abriendo un negocio de antig¨¹edades como la nieta que ahora baila en TVE. Total, que ellos tan campantes y los funcionarios de la Xunta ah¨ª esperando con Anxela Bugallo que dice est¨¢ a punto ya de conseguirlo, porque esta nueva legalidad tiene incluso piedad con los que nos dejaron en su momento sin derecho alguno, que si no llega a ser por eso el Pazo lo invaden como Versalles. Conozco gente de Sada y de Betanzos que se apuntar¨ªa a un buen aquelarre, sin arruinar el patrimonio, que el Pazo es un se?or Pazo, sin estar la familia dentro, que eso es delito y allanamiento y aqu¨ª todos somos muy corteses, que hemos hecho una Transici¨®n con may¨²sculas, Carrillo, Fraga, hasta Blas Pi?ar, y todos se han quedado con un Pazo por lo menos y algunos directos herederos del tirano viven de memorias, conferencias, televisiones y frusler¨ªas porque la verdad es que a mucha gente le interesa saber o husmear, por ejemplo, si el marqu¨¦s de Villaverde era un cirujano o un vampiro. Por eso digo que es pel¨ªcula de Tim Burton y hasta el viejo alcalde de Sada pod¨ªa ser un mu?eco de plastilina, tan famoso el Moncho, dar¨ªa papel para una pel¨ªcula de Tim Burton, ya lo creo, con el flash back aquel de la primera dama de cuatro o cinco vueltas de perlas cultivadas que se iba por A Coru?a a hacer la compra en joyer¨ªas. Pero ahora ya est¨¢ bien de aguantar esas prebendas. Parece todav¨ªa mentira que tengamos que pedir permiso, aunque, ojo, son leg¨ªtimos propietarios, entiendo, y aqu¨ª con la propiedad hay que tener cuidado, no nos vayamos a meter en un l¨ªo con la Audiencia Nacional y un superjuez por medio.

El caso es que Meir¨¢s es como una piedra en el zapato de este presente y Galicia no camina bien con esa piedra en el zapato de esta Memoria Hist¨®rica, que yo tampoco digo que hay que revolver y sacar a los muertos en procesi¨®n, que estoy m¨¢s por la alta velocidad que por la venganza, pero lo que realmente me indigna es que todav¨ªa tengamos que andarnos con miramientos con esa dinast¨ªa que viven del cuento familiar y estar todav¨ªa con el forcejeo de que si no les dejo pasar, que si son unos palurdos todos esos del Bloque, que aqu¨ª la historia, hasta do?a Emilia Pardo Baz¨¢n, nos pertenece a los Franco, ese arrebato tan dif¨ªcil de tragar, tan dif¨ªcil de asimilar, tan venenoso...

Meir¨¢s con su crep¨²sculo, Meir¨¢s filos¨®fico, Meir¨¢s para pasear por los bosques encantados, por el romanticismo del rel¨¢mpago y del trueno, Meir¨¢s para leer los cuentos de do?a Emilia a la sombra del magnolio, Meir¨¢s por el musgo encantado que deja su rastro de terciopelo en las piedras y el agua de la fuente y el grajeo de las urracas en invierno, Meir¨¢s para la memoria, para el paseante solitario, incluso Meir¨¢s para los fantasmas (a cada uno el suyo), pero no para este desprop¨®sito, para aquel Antiguo R¨¦gimen.