La parada de los monstruos
El coraz¨®n es un cazador solitario, la primera novela de la escritora estadounidense Carson McCullers (1917-1967), es uno de esos libros que justifican por s¨ª solos la carrera de un escritor. La adolescente Mick Kelly, el comunista alcoh¨®lico Jake Blount, el resentido doctor negro Benedict Mady Copeland y el tabernero Biff Brannon. Cuatro personajes incapaces de establecer v¨ªnculos con otros seres humanos y fascinados por el fascinante John Singer, la ¨²nica persona con la que cada uno de ellos logra establecer una comunicaci¨®n genuina. Lo que pasa es que John Singer es sordomudo. ?ste es el entra?able humor negro que gasta Carson McCullers. Singer es el ¨²nico ser humano que entiende sus corazones. Eso piensan. Eso quieren pensar. Singer es para cada uno de ellos lo que cada uno de ellos desea que Singer sea. Pero en realidad para John Singer el mundo se reduce a su antiguo compa?ero de casa, el gigantesco Antonapoulos, tambi¨¦n sordomudo, que acaba de ser internado en un hospital psiqui¨¢trico. La ternura con la que est¨¢ tratada esta grotesca relaci¨®n amorosa es otra marca de la Casa McCullers. Eso, y la sensaci¨®n de que por debajo de lo que se cuenta, en esta y en todas sus novelas, hay algo m¨¢s, algo que nunca se nombra y que es la aut¨¦ntica raz¨®n por la que los personajes son como son y hacen lo que hacen.
La literatura de McCullers viene de Dostoievski, Ch¨¦jov y Tolst¨®i, de En busca del tiempo perdido; de James Joyce, y naturalmente de Faulkner. Los manuales de literatura estadounidense la colocan en la vitrina de los novelistas barrocos del sur. Gotic la llaman por mezclar la tragedia y el humor, y por incluir en sus cuentos, novelas y nouvelles seres deformes, incompletos o que por alguna raz¨®n (que en muchos casos es una raz¨®n sexual) viven en conflicto con su entorno. Manuales de literatura, dicho sea de paso, que siguen mencion¨¢ndola a pie de p¨¢gina. El ¨²nico libro que estudia detenidamente sus novelas es un ensayo espa?ol: La novel¨ªstica de Carson McCullers, de Constante Gonz¨¢lez Groba. Para las historias de la literatura al uso s¨®lo existe Faulkner, Faulkner y Faulkner.
En Carson MacCullers se rastrea m¨¢s f¨¢cilmente que en otros autores el material autobiogr¨¢fico con que todos los escritores moldean su obra. Como la Mick Kelly de El coraz¨®n y la Frankie Addams de Frankie y la boda, ella tambi¨¦n era hija de un relojero de Columbus, Georgia, y la m¨²sica tambi¨¦n fue su primera vocaci¨®n. Como la Frances Bienchen de "Wunderkind", quiso ser concertista. A los quince a?os contrajo unas fiebres reum¨¢ticas que le quebraron la salud para siempre, y que la confinaron en los ¨²ltimos a?os de su corta vida a una silla de ruedas, paralizada, convertida en una freak digna de cualquiera de sus novelas, ¨¦sas donde la realidad del cuerpo est¨¢ siempre tan presente.
Pronto sustituy¨® el piano
por la m¨¢quina de escribir y se march¨® a Nueva York a estudiar escritura creativa. Como la se?ora Penderton de Reflejos en un ojo dorado, la joven Lula Carson Smith tambi¨¦n se cas¨® con un militar homosexual, Reeves McCullers, con quien mantuvo una tormentosa y alcoh¨®lica relaci¨®n, semejante a la de Marshall y su mujer en 'El instante de la hora anterior', a la de Martin y Emily en 'Dilema dom¨¦stico' y a la de Ken y Marian de '?Qui¨¦n ha visto el viento?'. En 1940 public¨® su primera y excelente novela, El coraz¨®n es un cazador solitario. El ¨¦xito fue inmediato; la gente se preguntaba c¨®mo era posible que una muchacha de 23 a?os pudiera escribir con tanta hondura acerca de la soledad y del deseo. "Todo lo que sucede en mis relatos", contest¨® Carson McCullers, "me ha sucedido o me suceder¨¢".
![La autora estadounidense Carson McCullers vista por Tullio Pericoli.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R3TIQUEZHT55NIBDX2RX7AHCB4.jpg?auth=c46bb0be6225ce8647b20766455a6f6f844c779d591b01ff742f9b535686acb1&width=414)
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