Desaparecidos
La noche del 13 de junio de 1976, B¨¢rbara, de ocho a?os, oy¨® por ¨²ltima vez a su madre. Fue un grito lejano, amortiguado por las voces de los militares que la arrastraban fuera de su casa bonaerense. Luego sigui¨® el silencio. Ahora, 31 a?os despu¨¦s, una comisi¨®n investigadora ha concluido su primer informe sobre los desaparecidos espa?oles durante la dictadura militar argentina. En ella aparecen la madre de B¨¢rbara y 56 nombres m¨¢s.
Una patada en la puerta cambi¨® la vida de B¨¢rbara Garc¨ªa a los ocho a?os. Los militares se llevaron a su madre
"Sent¨ª consuelo al saber que Horacio llevaba los calcetines puestos cuando lo mataron"
Cecilia Fern¨¢ndez: "A¨²n hay gente que no cree lo que pas¨®. Durante a?os hemos sido apestados"
A Mariana L¨®pez le exigieron para ir a Uruguay el permiso por escrito de su desaparecido padre
Hoy, la Marina argentina abandonar¨¢ la ESMA. El centro de tortura ser¨¢ un museo de la memoria
Una patada en la puerta basta para entrar de golpe en la vida adulta aunque s¨®lo se tengan ocho a?os. El estruendo de la madera que revienta, producido una noche de invierno austral de hace tres d¨¦cadas, le bast¨® a B¨¢rbara Garc¨ªa para tomar, en cuesti¨®n de segundos, su primera gran decisi¨®n: salvar a su hermano de cuatro a?os a toda costa aunque fuera saltando por la ventana. "Pero la ventana estaba atorada... y s¨®lo ¨¦ramos un par de ni?os asustados", recuerda ahora mientras observa una foto en la que aparece una joven sonriente en una playa de Mar del Plata. La chica sostiene en sus rodillas a una ni?a regordeta.
La ni?a es ella, y la mujer, su madre, Roc¨ªo Mart¨ªnez, el objetivo de los militares argentinos que asaltaron su casa de la localidad bonaerense de Haedo aquella lejana noche del 13 de junio de 1976. Desde su habitaci¨®n, abrazada a su hermano y tapados con una manta, B¨¢rbara la oy¨® gritar... y luego, nada. Una escena repetida una y otra vez en los miles de casos de ciudadanos secuestrados por la dictadura militar argentina (1976-1983) de los que hasta hoy no ha habido noticia.
En el secuestro y desaparici¨®n de Roc¨ªo Mart¨ªnez hay un matiz que la hace especial a ojos de las autoridades espa?olas: hab¨ªa nacido en Gij¨®n y era ciudadana espa?ola. Desde hace dos a?os funciona en Argentina una Unidad Especial de Investigaci¨®n sobre espa?oles desaparecidos. Formada por forenses especializados, investigadores de la Secretar¨ªa de Derechos Humanos de Argentina, la Comisi¨®n Nacional de Desaparecidos, la Embajada de Espa?a y asociaciones de espa?oles desaparecidos, ha logrado, en apenas 24 meses, que la lista de v¨ªctimas espa?olas pase de 36 a 57 casos oficiales, aunque sus responsables advierten de que "hay otros cientos de ellos pendientes de ser investigados". La formaci¨®n de este equipo es un caso ¨²nico, ya que Argentina no ha formado ninguna unidad similar con otros pa¨ªses.
Si la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica es una tarea complicada en cualquier circunstancia, las dificultades se multiplican en el caso de Argentina, donde, hasta junio de 2005, todas las investigaciones judiciales estaban paralizadas por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, aprobadas en los primeros a?os de democracia, donde hasta el a?o pasado los servicios de espionaje militar ni siquiera ten¨ªan que informar al ministro de Defensa y donde, todav¨ªa hoy, los archivos militares permanecen cerrados a los investigadores.
La misma cifra de desaparecidos provoca pol¨¦mica. El pr¨®ximo 9 de noviembre se inaugurar¨¢ en Buenos Aires el Parque de la Memoria, un complejo monumental en el que, a lo largo de metros y metros de l¨¢pidas, se muestran los nombres de 8.718 desaparecidos. "Aunque la cifra aceptada es de 30.000, solamente hemos puesto los casos totalmente confirmados", explica Florencia Battiti, coordinadora de la comisi¨®n que dirige la construcci¨®n del monumento, quien no obstante advierte de que constantemente van apareciendo nuevos casos de desapariciones que los familiares no se hab¨ªan atrevido a denunciar.
"Mir¨¢ vos, su nombre est¨¢ ahora aqu¨ª, a pocos metros de donde estudiaba", apunta Aid¨¦ Garc¨ªa-Gaztelu mientras acaricia el nombre de su hijo Horacio grabado en la piedra. Ten¨ªa 21 a?os cuando fue secuestrado en agosto de 1976 junto a su novia, Ada Victoria Porta, de tan s¨®lo 17. La estela se alza a la vista de la Universidad de Buenos Aires. Aid¨¦ destaca la importancia de conocer el paradero de los desaparecidos. El 24 de abril de 2001, los forenses llamaron a su puerta y le explicaron lo que le hab¨ªa sucedido a Horacio. Apenas 27 d¨ªas despu¨¦s de su secuestro, y tras la muerte de un general, le inyectaron una sustancia adormecedora, le pegaron un tiro en la cabeza, y junto a otros 29 prisioneros, le hicieron volar por los aires con dinamita en la localidad de F¨¢tima. Luego pusieron un cartel que proclamaba: Montoneros 30 a 1.
Ada Victoria no ha aparecido y Aid¨¦ la sigue buscando. "Es curioso, pero sent¨ª consuelo al saber que Horacio llevaba calcetines puestos cuando lo mataron. Pens¨¦ que al menos no pas¨® fr¨ªo", recuerda Garc¨ªa-Gaztelu, quien insiste en fotografiarse con el pa?uelo de las Madres de Plaza de Mayo puesto. "Este pa?uelo me dio la vida", recalca.
El abuelo de Horacio era de Pontevedra, y su padre es un espa?ol que ten¨ªa un negocio familiar bautizado como Barcelona. Sin embargo, el nombre del joven no figura en la lista que maneja la Unidad Especial de Investigaci¨®n. En un doloroso asunto donde no hay acuerdo sobre las listas definitivas de desaparecidos, uno de los puntos espinosos en lo referente a las v¨ªctimas espa?olas es a qui¨¦nes se considera como tales. Los 36 casos manejados como espa?oles desaparecidos durante d¨¦cadas eran los que figuraban en un recurso de h¨¢beas corpus presentado en 1983 ante el Consulado General de Espa?a. La lista ampliada ahora hasta 57 sigue siendo incompleta, entre otras cosasn porque se refiere ¨²nicamente a nacidos en Espa?a. "El n¨²mero real es mucho m¨¢s amplio. Hhan pasado 30 a?os y todav¨ªa se est¨¢n denunciando casos nuevos", destaca una fuente diplom¨¢tica espa?ola.
"Los espa?oles en Argentina son doblemente v¨ªctimas porque el Estado espa?ol no desconoc¨ªa lo que suced¨ªa con sus ciudadanos", subraya B¨¢rbara Garc¨ªa, quien preside la Asociaci¨®n de Memoria Hist¨®rica Asturiana. Esta hija de desaparecida y nieta de un l¨ªder minero de Canales de Cabrales (Asturias), quien tras la Guerra Civil pas¨® por la c¨¢rcel y tuvo que exiliarse en Argentina, reconoce los avances hechos por la Unidad de Investigaci¨®n, pero rechaza de plano las cifras de v¨ªctimas espa?olas que se manejan. "S¨®lo por el caso Scilingo, Espa?a tendr¨ªa que reconocer al menos a 600 desaparecidos". Rodeada de fotos de sus tres hijos en el sal¨®n de su casa de San Isidro, en la provincia de Buenos Aires, se muestra tajante. "Ya s¨¦ que Zapatero no tuvo la culpa, pero tiene que hacerse cargo de sus ciudadanos", subraya.
Las v¨ªctimas espa?olas se han visto en ocasiones desamparadas por una burocracia que desconoce las interminables visitas a comisar¨ªas y destacamentos militares para preguntar por los desaparecidos, las conversaciones a escondidas en las colas de los supermercados o las sistem¨¢ticas preguntas a los taxistas, foto en mano. "?Ha visto a esta persona?". Y as¨ª durante a?os. Una maquinaria administrativa ciega a ambos lados del Atl¨¢ntico.
"Espa?a est¨¢ haciendo lo m¨¢ximo; siempre hemos estado en contacto con el Gobierno argentino, y as¨ª seguiremos hasta lograr el esclarecimiento de los casos de los desaparecidos espa?oles", asegura la secretaria de Estado para Iberoam¨¦rica, Trinidad Jim¨¦nez. "Queda a¨²n mucho camino por recorrer, dada la planificaci¨®n y la brutalidad extraordinaria de los cr¨ªmenes".
A pesar de las buenas intenciones del Ejecutivo espa?ol, Mar¨ªa Consuelo Casta?o, la presidente de la Comisi¨®n de Espa?oles Desaparecidos en Argentina, lamenta que "esta p¨¢gina dolorosa de la emigraci¨®n espa?ola sea muy poco conocida all¨ª. Reclamar por ellos es lo mismo que impedir que se repita otra vez esta forma de violencia". Y critica, asimismo, que, "a pesar de insistir", ning¨²n representante del Congreso de los Diputados pida un informe permanente de los avances obtenidos hasta el presente por el Estado argentino en la investigaci¨®n. "De haberlo logrado, no tendr¨ªamos una situaci¨®n de exclusi¨®n interna, viendo que algunas autonom¨ªas aportan ayudas y otras no". Trinidad Jim¨¦nez no le quita raz¨®n a Casta?o, pero reconoce que "no es sencillo" y que "hay que ser perseverantes. Espa?a no juega un papel activo en la unidad de investigaci¨®n, pero est¨¢ pendiente en todo momento".
Despu¨¦s de 30 a?os de batalla, Casta?o mantiene intacta la esperanza: "Se dan todas las condiciones bilaterales entre Espa?a y Argentina en materia de derechos humanos para avanzar en el tema". El mismo contexto, advierte, para que "la sociedad espa?ola y todas sus instituciones, cada vez que rechacen cualquier forma de violencia, no se olviden del peor crimen: la desaparici¨®n forzada".
A veces se producen situaciones que rozan el absurdo. A Mariana L¨®pez Luppo, por ejemplo, las autoridades migratorias argentinas le exigieron ya en democracia, en 1991, presentar la autorizaci¨®n firmada por su padre para cruzar a Uruguay, su primer viaje al extranjero. Es una medida que se pide rutinariamente a cualquier argentino menor de 21 a?os. Sin embargo, en este caso hab¨ªa una peculiaridad: el padre de Mariana, Urbano, es un gallego que ten¨ªa 28 a?os cuando fue secuestrado el 16 de diciembre de 1976. "Era absolutamente rid¨ªculo que los que me quitaron a mi padre me pidiesen despu¨¦s su firma", explica indignada en Barcelona, donde reside desde hace seis a?os y ejerce como veterinaria. Un caso similar al de Ver¨®nica Caama?o, hija de Jos¨¦, un carpintero nacido en la localidad coru?esa de Villapadr¨®n, a quien en 2001 le pidieron en el consulado espa?ol de Buenos Aires un certificado de defunci¨®n de su padre para poder tramitar la nacionalidad espa?ola. Jos¨¦ fue secuestrado en su domicilio familiar de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, en la v¨ªspera de Nochebuena de 1976. Lo ¨²ltimo que recuerda Ver¨®nica, que entonces ten¨ªa cuatro a?os, es a su padre gritando: "?Las manos no, las manos no!". Esta mujer, que tuvo que ponerse a trabajar a los 12 a?os, ya tiene su pasaporte espa?ol, pero no guarda buen recuerdo del trato recibido por Espa?a cuando su padre fue secuestrado. "Ni siquiera se pasaron por aqu¨ª para saber c¨®mo est¨¢bamos, o si est¨¢bamos".
Caama?o pone el dedo en la llaga en un aspecto a menudo oscurecido por el propio drama de la desaparici¨®n: los a?os de silencio y discriminaci¨®n que han sufrido los familiares de los desaparecidos. "Durante a?os hemos sido apestados, pero lo peor es que hay gente que todav¨ªa no se lo cree", se lamenta Cecilia Fern¨¢ndez, madre de Cecilia Vi?as, hija de un catal¨¢n. Cecilia constituye uno de los casos m¨¢s enigm¨¢ticos de los desaparecidos descendientes de espa?oles. Secuestrada el 13 de julio de 1977, cuando estaba embarazada, fue llevada a dar a luz a la ESMA (Escuela de Mec¨¢nica de la Armada), el siniestro centro de tortura. Nunca m¨¢s se supo de ella ni de su hijo hasta que, en diciembre de 1983, es decir, con las primeras elecciones democr¨¢ticas ya celebradas, llam¨® a su casa de Mar del Plata y habl¨® con Cecilia, su madre, quien supo as¨ª que el ni?o hab¨ªa nacido sano. Las llamadas se repitieron hasta abril de 1984. En ellas, Cecilia hija confirmaba que segu¨ªa presa. Fueron grabadas y se comprob¨® su autenticidad. Despu¨¦s vino el silencio. "Mi hija es la primera desaparecida de la democracia", destaca Fern¨¢ndez, a quien al menos le queda el consuelo de haber recuperado a su nieto Javier. "Hay gente que me dice que he tenido suerte, pero ?cu¨¢l? He perdido a mi hija dos veces".
Precisamente hoy, la Marina Argentina abandonar¨¢ definitivamente la ESMA. El recinto, situado en una de las avenidas m¨¢s importantes de Buenos Aires y a escasa distancia del estadio Monumental, lo que permit¨ªa que los torturados escuchasen a los aficionados festejar los goles, ser¨¢ inaugurado como Museo de la Memoria. Un paso m¨¢s para resta?ar una herida que sigue abierta en la sociedad argentina y para el cual ha sido fundamental la presi¨®n durante d¨¦cadas de la sociedad civil.
Casta?o mantiene, por ejemplo, que la Unidad Especial de Investigaci¨®n es fruto del trabajo de las organizaciones de familiares. Y aunque, en un primer momento, le pareci¨® una gran ayuda -"es un compromiso serio por parte de ambos Estados de trabajar para esclarecer la situaci¨®n de nuestros desaparecidos"-, la intensidad de la colaboraci¨®n entre su organizaci¨®n y la Unidad fue a menos en apenas tres meses.
En aquel tiempo se iniciaron contactos entre la Secretar¨ªa de Derechos Humanos argentina y algunas comunidades aut¨®nomas. Para Casta?o, esto es un peligro, ya que, en su opini¨®n, "quedar¨ªan excluidos los familiares de desaparecidos que no pertenezcan a una comunidad aut¨®noma con iniciativa".
Mientras los militares argentinos no hac¨ªan distinci¨®n entre sus v¨ªctimas, y secuestraban, torturaban y asesinaban hombres, mujeres o reci¨¦n nacidos, son las mujeres las que han llevado durante todos estos a?os el peso de la lucha por el esclarecimiento de la verdad.
Mariana L¨®pez Luppo recuerda c¨®mo desde peque?a, ella y su hermano acud¨ªan junto a su madre a los distintos actos que se organizaban. "Siempre ha sido ella quien ha llevado las riendas, quien acud¨ªa a cualquier evento relacionado con los desaparecidos; desde siempre ha sido una mujer reivindicativa", explica.
A pesar de los a?os transcurridos, del dolor marcado en los rostros y de la raz¨®n que dicta que los seres queridos no volver¨¢n, el no saber d¨®nde est¨¢n deja un resquicio, casi inconfesable, a la esperanza, tal y como apunta B¨¢rbara Garc¨ªa mirando el rostro sonriente de su madre: "S¨¦ que parece una locura, o algo ingenuo, pero en el fondo, en el fondo, sigo esperando que aparezca viva".
1.- Dominga Abad¨ªa Crespo. 2.- Felicidad Abad¨ªa Crespo. 3.- Mar¨ªa Gloria Alonso Cifuentes. 4.- Salvador Arest¨ªn Casa¨ªn. 5.- Ricarda Azucena Bermejo Garc¨ªa. 6.- Jos¨¦ Caama?o Uzal. 7.- Alberto C¨¢novas Estap¨¦. 8.- Eduardo Carlas Sala. 9.- Pablo Carpintero Lobo. 10.- Luis Justo Cervera. 11.- Gustavo Adolfo Chavarno Cortes. 12.- Manuel Coley Robles. 13.- Atl¨¢ntida Coma Velasco. 14.- Mar¨ªa Guadalupe del Reguero S¨¢nchez. 15.- Jos¨¦ Quesada Maestro. 16.- Antonio Adolfo D¨ªaz. 17.- Luis Miguel D¨ªa Salazar. 18.- Ricardo Dom¨ªnguez de Castro. 19.- Jos¨¦ Nicasio Fern¨¢ndez ?lvarez. 20.- Antonia Margarita Fern¨¢ndez Garc¨ªa. 21.- Ernesto Fern¨¢ndez Vidal. 22.- Ram¨®n Garc¨ªa Ulloa. 23.- Mar¨ªa Elsa Mart¨ªnez Mesejo. 24.- Manuel G¨®mez Aguirre. 25.- V¨ªctor Labrador Mart¨ªn. 26.- Miguel ?ngel Labrador P¨¦rez. 27.- Palmiro Labrador P¨¦rez. 28.- Celia L¨®pez Alonso. 29.- Urbano L¨®pez Fern¨¢ndez. 30.- Juan Antonio Mart¨ªn Mart¨ªn. 31.- Angela Roc¨ªo Mar¨ªnez Borbolla. 32.- Jos¨¦ Manuel Monteagudo Ferrero. 33.- Francisco S¨¢nchez Quejedo. 34.- Mar¨ªa Soane Toimil. 35.- Manuel Ram¨®n Souto Lest¨®n. 36.- Antonio Rafael Tamayo Ruiz. 37.- Lucina ?lvarez Rodr¨ªguez. 38.- Andr¨¦s Mar¨ªa Armend¨¢riz Leache. 39.- Josefa Mar¨ªa Badell Suriol. 40.- Salvador Barbeito Doval. 41.- Juan Carlos Casariego de Bel. 42.- Sim¨®n Cayuela Zamora. 43.- Berta Cuesta Morales. 44.- Ceferino Fern¨¢ndez ?varez. 45.- Isidoro Ferreiro Barbeito. 46.- Mateo Gonz¨¢lez Cap¨®n. 47.- Urbano Lago Castro. 48.- Pedro Llorente Serrano. 49.- Jos¨¦ Luis L¨®pez Lage. 50.- ?ngela L¨®pez Mart¨ªn. 51.- Juan Daniel Puigjane. 52.- Jos¨¦ Mar¨ªa Pujadas Badel. 53.- Jos¨¦ Mar¨ªa Pujadas Valls. 54.- Mario Vicente Rodr¨ªguez Fern¨¢ndez. 55.- Tom¨¢s S¨¢nchez P¨¦rez. 56.- Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Fern¨¢ndez. 57.- Francisco Vidal Viturro.
LA LISTA DEL HORROR
DURANTE MUCHOS A?OS, la lista de los desaparecidos espa?oles durante la dictadura militar argentina constaba tan s¨®lo de 36 nombres. El trabajo de una unidad especial de investigaci¨®n la ha ampliado ahora hasta 57. Y podr¨ªa llegar a abarcar a centenares de personas m¨¢s. ?stos son todos los casos, ya admitidos oficialmente, que maneja el grupo especial de trabajo. LISTA HASTA LA CREACI?N EN 2005 DE LA UNIDAD ESPECIALEn 1983, los familiares de los siguientes desaparecidos espa?oles presentaron un h¨¢beas corpus (requerimiento a las autoridades para que presenten al detenido ante el juez) ante el Consulado General de Espa?a en Buenos Aires.1. DOMINGA ABAD?A CRESPONaci¨® en Folgoso (Zamora) el 9 de marzo de 1950. Fue secuestrada el 2 de noviembre de 1977 en su casa de Boulogne sur Mer, provincia de Buenos Aires, por tres hombres que se identificaron como polic¨ªas. El edificio en que viv¨ªa hab¨ªa sido rodeado por militares. Hay datos que indican que desapareci¨® a manos de miembros del Comando N? 1 del Ej¨¦rcito.2. FELICIDAD ABAD?A CRESPOHermana de Dominga, naci¨® el 1 de septiembre de 1952. Desapareci¨® el mismo d¨ªa y en las mismas circunstancias que su hermana.3. MAR?A GLORIA ALONSO CIFUENTESNatural de M¨¢laga. Fue secuestrada el 29 de junio de 1977, cuando sal¨ªa del almac¨¦n en el que trabajaba en Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. Ten¨ªa 51 a?os.4. SALVADOR AREST?N CASA?NNacido en Renter¨ªa (Guip¨²zcoa) el 29 de noviembre de 1948. Emigr¨® a Argentina en 1950. Era abogado y padre de dos hijos. Fue secuestrado el 6 de julio de 1977 en su despacho de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires.5. RICARDA AZUCENA BERMEJO GARC?ANaci¨® en Salamanca el 13 de agosto de 1953. Fue secuestrada el 2 de noviembre de 1976 en su casa de Tucum¨¢n (norte de Argentina) junto con su marido, Jorge Osvaldo Rondoletto, su cu?ado y sus suegros. Estaba embarazada de cuatro meses. Se cree que fue mantenida con vida hasta que dio a luz.6. JOS? CAAMA?O UZALNacido en A Coru?a el 1 de agosto de 1946, estaba casado y con dos hijos. Era delegado sindical de la compa?¨ªa Astarsa, donde trabajaba como carpintero. Fue secuestrado en su domicilio, en Tigre, provincia de Buenos Aires, en presencia de sus hijos. Ocurri¨® la v¨ªspera de la Nochebuena de 1977.7. ALBERTO C?NOVAS ESTAP?Naci¨® en Barcelona el 18 de agosto de 1949. Estaba casado y ten¨ªa dos hijos. Trabajaba de mec¨¢nico en la factor¨ªa de Fiat en C¨®rdoba (norte de Argentina), donde fue secuestrado el 27 de marzo de 1976.8. EDUARDO CARLAS SALANatural de Barcelona. Trabajaba en el sanatorio de Santa Isabel, en Buenos Aires. Ten¨ªa 29 a?os cuando fue secuestrado el 15 de enero de 1977 a la salida del hospital.9. PABLO CARPINTERO LOBONacido el 17 de julio de 1957 en Madrid. Fue secuestrado en Villa Ballester, provincia de Buenos Aires, el 9 de enero de 1977. Ten¨ªa 20 a?os.10. LUIS JUSTO CERVERANacido en Barcelona. Fue secuestrado con otras personas cuando paseaba por la confluencia de las calles Callao y Cangallo, en pleno centro de la capital argentina, el 20 de mayo de 1977. Ten¨ªa 51 a?os.11. GUSTAVO ADOLFO CHAVARNO CORTESNaci¨® en Melilla el 13 de enero de 1948. Trabajaba en Vialidad Nacional y fue secuestrado el 18 de noviembre de 1977 en la calle de Lacarra, en la ciudad de Buenos Aires, cerca de la escuela industrial donde hab¨ªa estudiado.12. MANUEL COLEY ROBLESNacido en Barcelona en 1934. Fue secuestrado en su casa en Quilmes, provincia de Buenos Aires, el 27 de octubre de 1976.13. ATL?NTIDA COMA VELASCONacida en Barcelona el 22 de julio de 1937. Trabajaba como secretaria en la empresa Unifrance Films. Fue secuestrada en Buenos Aires junto con su marido, Roberto Ardito, hijo de espa?oles, el 13 de julio de 1976.14. MAR?A GUADALUPE DEL REGUERO S?NCHEZ15. JOS? QUESADA MAESTROElla naci¨® en Le¨®n el 8 de noviembre de 1924, y su marido, en Zamora el 20 de marzo de 1922. Secuestrados en General Rodr¨ªguez, provincia de Buenos Aires, el 28 de diciembre de 1977.16. ANTONIO ADOLFO D?AZNacido en Ferrol el 5 de febrero de 1952. Estaba casado con Estela Maris Riganti. Fue secuestrado junto con su esposa por militares uniformados el 15 de mayo de 1976 en su casa de San Fernando, provincia de Buenos Aires.17. LUIS MIGUEL D?A SALAZARNatural de Huelva, donde naci¨® en 1954. Fue secuestrado el 27 de julio de 1978 junto a su esposa, de nacionalidad uruguaya, embarazada de seis meses, en su casa de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires.18. RICARDO DOM?NGUEZ DE CASTRONacido en Algeciras el 25 de enero de 1941. Desapareci¨® el 21 de julio de 1976.19. JOS? NICASIO FERN?NDEZ ?LVAREZEstudiante nacido en A Coru?a el 8 de febrero de 1949. Secuestrado el 9 de noviembre de 1976 en su casa de Wilde, provincia de Buenos Aires.20. ANTONIA MARGARITA FERN?NDEZ GARNaci¨® en Morera (Asturias) en 1943. Secuestrada el 4 de mayo de 1978 en Mar del Plata (Buenos Aires) junto a su esposo, Ricardo T¨¦llez.21. ERNESTO FERN?NDEZ VIDALNaci¨® en Ourense el 8 de octubre de 1949. Trabajaba como int¨¦rprete en el hotel Bristol de la capital porte?a. Fue secuestrado en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1976.22. RAM?N GARC?A ULLOANacido en Lugo el 30 de agosto de 1920. Secuestrado en su casa de Buenos Aires junto con su esposa, Dolores del Pilar Iglesias, el 6 de octubre de 1976.23. MAR?A ELSA MART?NEZ MESEJONacida en Gondomar (Pontevedra) el 14 de octubre de 1945. Casada y con dos hijos. Fue secuestrada el 4 de agosto de 1979 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, por un grupo de oficiales del Ej¨¦rcito de Mataderos. Ten¨ªa 33 a?os. 24. MANUEL G?MEZ AGUIRRENacido el 7 de agosto de 1924. Fue secuestrado de su domicilio en Mor¨®n, provincia de Buenos Aires, el 14 de mayo de 1977. Era obrero metal¨²rgico.25. V?CTOR LABRADOR MART?N26. MIGUEL ?NGEL LABRADOR P?REZ27. PALMIRO LABRADOR P?REZPadre y dos hijos originarios de San Esteban de la Sierra (Salamanca). Residentes en Rosario (provincia de Santa Fe). Fueron secuestrados en una fecha indeterminada entre septiembre y noviembre de 1976. V¨ªctor Labrador, nacido en 1919, estaba casado con Esperanza P¨¦rez y ten¨ªan cuatro hijos.28. CELIA L?PEZ ALONSONacida en Barcelona el 18 de octubre de 1937. Trabajaba en el Banco Espa?ol del R¨ªo de la Plata. Fue secuestrada en Buenos Aires el 13 de octubre de 1976.29. URBANO L?PEZ FERN?NDEZNacido el 12 de febrero en Consagrada (Lugo). Fue secuestrado en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1976.30. JUAN ANTONIO MART?N MART?NNaci¨® en Madrid el 20 de julio de 1949. Trabajaba en la factor¨ªa maderera de Lules (Tucum¨¢n). Fue secuestrado en esa misma f¨¢brica el 27 de diciembre de 1975.31. ?NGELA ROC?O MART?NEZ BORBOLLANacida en Gij¨®n (Asturias) el 5 de mayo de 1945. Secuestrada en Haedo, Buenos Aires, el 4 de junio de 1976 en presencia de sus dos hijos peque?os. Era maestra. Su hermano Herminio fue deportado a Espa?a en 1975 por presiones del Ej¨¦rcito argentino.32. JOS? MANUEL MONTEAGUDO FERRERONacido en Caldas de Reis (Pontevedra) el 24 de febrero de 1945. Fue secuestrado junto con su esposa en su domicilio de La Plata el 22 de junio de 1977. All¨ª qued¨® su hija, que contaba con 20 d¨ªas de edad.33. FRANCISCO S?NCHEZ QUEJEDONaci¨® en Almer¨ªa el 12 de enero de 1949. Fue secuestrado en C¨®rdoba (centro-norte de Argentina) el 14 de abril de 1978 por las fuerzas de seguridad. Era comerciante.34. MAR?A SOANE TOIMILNacida en Pontevedra el 14 de diciembre de 1953. Fue secuestrada en casa de sus padres, en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, el 12 de mayo de 1977. Era estudiante.35. MANUEL RAM?N SOUTO LEST?NNacido en A Coru?a el 30 de enero de 1946. Fue secuestrado el 12 de junio de 1976 en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Era chapista.36. ANTONIO RAFAEL TAMAYO RUIZNacido en Granada el 10 de mayo de 1941. Fue secuestrado el 1 de marzo de 1978 en San Mart¨ªn, provincia de Buenos Aires.LISTA ACTUALIZADA A PARTIR DE 2005Relaci¨®n de los 21 desaparecidos espa?oles confirmados despu¨¦s de la puesta en marcha de la unidad especial en 2005. 1. LUCINA ?LVAREZ RODR?GUEZProfesora y periodista. Desapareci¨® el 7 de mayo de 1976. Ten¨ªa 31 a?os.2. ANDR?S MAR?A ARMEND?RIZ LEACHEFue ejecutado sumariamente a los 26 a?os el 26 de marzo de 1977.3. JOSEFA MAR?A BADELL SURIOLEjecutada sumariamente el 14 de junio de 1975.4. SALVADOR BARBEITO DOVALSeminarista que fue ejecutado sumariamente el 4 de julio de 1976, cuando ten¨ªa 29 a?os.5. JUAN CARLOS CASARIEGO DE BELAbogado de 52 a?os. Desapareci¨® el 15 de junio de 1977.6. SIM?N CAYUELA ZAMORATen¨ªa 66 a?os cuando desapareci¨® el 3 de septiembre de 1976.7. BERTA CUESTA MORALES30 a?os. Licenciada en letras. Desapareci¨® el 6 de agosto de 1975.8. CEFERINO FERN?NDEZ ?LVAREZDesapareci¨® el 31 de agosto de 1975. Por aquel entonces ten¨ªa 32 a?os.9. ISIDORO FERREIRO BARBEITO24 a?os. Estudiante. Desapareci¨® en junio de 1975.10. MATEO GONZ?LEZ CAP?NOperario de 33 a?os. Desapareci¨® el 3 de junio de 1976.11. URBANO LAGO CASTRO26 a?os. Desapareci¨® el 24 de enero de 1977.12. PEDRO LLORENTE SERRANO32 a?os. De profesi¨®n, carpintero ebanista. Desapareci¨® el 6 de junio de 1977.13. JOS? LUIS L?PEZ LAGE27 a?os. Desapareci¨® el 5 de noviembre de 1973.14. ?NGELA L?PEZ MART?N30 a?os. Maestra. Desapareci¨® el 25 de septiembre de 1975.15. JUAN DANIEL PUIGJANEComerciante. Desapareci¨® el 8 de septiembre de 1972.16. JOS? MAR?A PUJADAS BADELEjecutado el 14 de agosto de 1975.17. JOS? MAR?A PUJADAS VALLSFue ejecutado sumariamente el 14 de junio de 1975.18. MARIO VICENTE RODR?GUEZ FERN?NDEZ28 a?os. Estudiante. Fue ejecutado sumariamente, por su supuesta militancia pol¨ªtica, el 13 de diciembre de 1974.19. TOM?S S?NCHEZ P?REZ59 a?os. Obrero. Desapareci¨® el 14 de marzo de 1975.20. JOS? ANTONIO V?ZQUEZ FERN?NDEZ27 a?os. Mec¨¢nico. Desapareci¨® el 20 de marzo de 1978.21. FRANCISCO VIDAL VITURROEjecutado sumariamente el 17 de diciembre de 1975.
Mar¨ªa Consuelo Casta?o vivi¨® para contarlo
"ES UNA LUCHA QUE MERECER?A la pena aunque s¨®lo fuese por un desaparecido", subraya Mar¨ªa Consuelo Casta?o, presidenta de la Comisi¨®n de Espa?oles Desaparecidos en Argentina.Casta?o, nacida en Noya (A Coru?a) en 1952, pertenece al escas¨ªsimo grupo de personas que conoci¨® el horror de la dictadura argentina y que sobrevivi¨® para poder contarlo. El 13 de septiembre de 1979, un grupo de militares irrumpi¨® en su casa y se la llevaron junto a sus tres hijas: Delia Teresa, de 5 a?os; Eva Judith, de 4, y Mariana, de 3. De su marido,Regino Adolfo Gonz¨¢lez, de nacionalidad argentina, se sigue sin conocer suparadero.Ella fue trasladada a la Escuela M¨¦canica de la Armada (Esma), de siniestra memoria, de la que sal¨ªan los detenidos sedados para ser arrojados vivos al R¨ªo de la Plata desde aviones en los frecuentes y tristemente conocidos como vuelos de la muerte.Sus hijas, candidatas al tr¨¢fico de ni?os perpetrado por los jefes militares, estuvieron secuestradas durante varias semanas hasta que, milagrosamente, fueron devueltas a sus abuelos.Casta?o fue una de las escas¨ªsimas secuestradas en Argentina a las que el r¨¦gimen militar reconoci¨® que ten¨ªa en su poder. Su secuestro se produjo durante una visita de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos a Argentina y el r¨¦gimen militar tuvo que hacer p¨²blica su detenci¨®n. Salv¨® la vida, pero no recobr¨® la libertad. Sometida a un consejo de guerra, fue condenada a 18 a?os de prisi¨®n por "actividades terroristas".
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