Arranca la 'guerra del ?rtico'
Los cinco pa¨ªses ¨¢rticos reclaman a la ONU la propiedad del Polo, alentados por el deshielo y las enormes reservas de gas y petr¨®leo
La semana pasada, el Senado de Estados Unidos puso en marcha una comisi¨®n aparentemente t¨¦cnica y aburrida sobre "el tratado de la Ley del Mar". Expertos en pol¨ªtica internacional, en derecho mar¨ªtimo y militares desfilar¨¢n por la C¨¢mara para ver si EE UU ratifica, 25 a?os despu¨¦s, este tratado internacional que regula y concede el derecho sobre las aguas territoriales. ?Por qu¨¦ ahora Estados Unidos se interesa por un tratado de Naciones Unidas que ha despreciado desde 1982? La respuesta est¨¢ en el c¨ªrculo polar ¨¢rtico.
La Ley del Mar establec¨ªa un plazo para que, a partir de 2009, los pa¨ªses pidiesen extender las 200 millas que la ONU les concedi¨® como aguas territoriales. "Si un pa¨ªs demuestra que su plataforma continental, el lecho marino anexo al continente, se extiende m¨¢s all¨¢ de las 200 millas, puede reclamar su soberan¨ªa", explica Kim Holmen, director del Instituto Polar Noruego, el organismo oficial del pa¨ªs sobre el ?rtico.
EE UU firmar¨¢ la ley del mar 25 a?os despu¨¦s para poder reclamar las aguas en disputa
As¨ª que la Administraci¨®n de Bush necesita ratificar el tratado pronto porque, como se?ala Holmen, ya han comenzado los estudios geol¨®gicos sobre su fondo marino para demostrar que su plataforma continental llega hasta el Polo Norte y as¨ª reclamar su parte del ?rtico. Al ratificar el tratado m¨¢s tarde, EE UU tiene m¨¢s a?os para presentar los estudios. Pero si tarda, puede encontrarse con que otros pa¨ªses ya han logrado la soberan¨ªa. Hay prisa.
No es el ¨²nico pa¨ªs. Ralph Rayner, director del Instituto de Ingenier¨ªa Marina de Londres y reputado consultor para las petroleras que quieren operar entre hielos, afirma que "todos los pa¨ªses involucrados, Noruega, Rusia, Estados Unidos, Canad¨¢ y Dinamarca, por Groenlandia, tienen en marcha esos estudios para reclamar su soberan¨ªa hasta el polo".
Los estudios son complicad¨ªsimos -hay que investigar el lecho marino; a temperaturas bajo cero y durante meses enteros es imposible porque la oscuridad es total-. Es dif¨ªcil, pero no imposible, demostrar que esa plataforma existe, ya que la cordillera submarina de Lomonosov recorre el ?rtico de punta a punta, tiene casi 4.000 metros de alto y sus picos se encuentran a menos de 1.000 metros de la superficie. "Sale de Groenlandia y llega hasta Rusia, y a todos los pa¨ªses les toca una parte", explica Holmen.
Aprovechando esa cordillera, Rusia coloc¨® una bandera bajo el Polo Norte el pasado 3 de agosto y reclam¨® su soberan¨ªa. Noruega prepara su informe, los daneses trabajan en las extremas condiciones de Groenlandia y Canad¨¢ lleva cuatro a?os recabando datos sobre su lecho marino para exig¨ªrselo a la ONU.
S¨®lo Rusia ha publicado sus pretensiones de dominar el ?rtico hasta el Polo Norte, pero, conociendo el lecho marino y la situaci¨®n, nadie duda de que "todos pedir¨¢n hasta el mism¨ªsimo Polo Norte" para intentar repartirse la tarta y acabar con la actual indefinici¨®n.
Pablo Pareja, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pompeu Fabra y autor de un estudio sobre los l¨ªmites del ?rtico y sus implicaciones legales, afirma que el Polo no es de nadie: "El ?rtico es un territorio en disputa, en proceso de regulaci¨®n. No es de nadie, pero tampoco son aguas internacionales. Durante la guerra fr¨ªa hubo gran inter¨¦s, porque era una plataforma magn¨ªfica para lanzar misiles entre EE UU y la URSS, pero acordaron dejar el problema congelado. Ahora resurge por la proximidad de 2009, cuando comienzan las reclamaciones sobre nuevas aguas territoriales y porque ning¨²n pa¨ªs puede presentarse ante su opini¨®n p¨²blica sin reclamarlo".
Pareja asegura que la disputa puede tardar a?os en resolverse, ya que puede desbordar a la ONU: "No s¨¦ si Naciones Unidas ser¨¢ capaz de decidir algo o dir¨¢ que se pongan de acuerdo entre ellos. EE UU tramitar¨¢ su adhesi¨®n a la Ley del Mar, pero a la vez intentar¨¢ alcanzar un acuerdo con Rusia en el Consejo ?rtico y d¨¢rselo hecho a la ONU antes que jug¨¢rselo a lo que decidan los ge¨®logos de la ONU". Aunque en Naciones Unidas hay mucha pol¨ªtica, en las decisiones influyen mucho las opiniones de los ge¨®logos.
Adem¨¢s de la fecha marcada por la Ley del Mar, hay otros factores que explican esta disputa, unos energ¨¦ticos y otros ambientales, pero que van de la mano.
Los energ¨¦ticos comienzan con un informe del servicio geol¨®gico de Estados Unidos de 2000 que afirm¨® que "el ?rtico alberga un 25% de las reservas desconocidas de petr¨®leo y gas". Rayner explica que la cifra "es m¨¢s una adivinaci¨®n que un c¨¢lculo", pero la frase sirvi¨® para excitar a los jefes de Estado de la zona. Explotar esas reservas ser¨¢ complicado, pero, con el precio por las nubes y las reservas agot¨¢ndose, cada vez m¨¢s factible.
El pasado 13 de septiembre se encendi¨® por primera vez la chimenea de la planta de gas natural licuado que la sociedad estatal noruega Statoil, junto a Gaz de France y Total, construye desde 2002 en Hammerfest, la ciudad m¨¢s al norte del pa¨ªs -ellos dicen que del mundo, pero hay varios lugares que se colocan ese cartel-. La planta extrae el gas mediante un sistema submarino a 130 kil¨®metros de la costa y 250 metros de profundidad. Se trata de la mayor planta de gas licuado de Europa y la m¨¢s al norte del mundo.
La exploraci¨®n ha comenzado por la costa noruega porque la corriente del golfo de M¨¦xico hace que el clima sea menos fr¨ªo que en Groenlandia o Canad¨¢. Hammerfest se ha convertido en un ejemplo perfecto de la nueva fiebre del oro en el ?rtico. All¨ª, 2.700 profesionales de medio mundo (hay ingenieros y t¨¦cnicos rusos, canadienses y finlandeses, y personal poco cualificado hasta de Afganist¨¢n) han trabajado por enormes sueldos y bajo un fr¨ªo infernal para levantar la planta. En el pueblo, de 9.000 habitantes, s¨®lo hay dos bares y en uno de ellos, el Kai Kanteen, las pintas de Mack, la cerveza del ?rtico, se tiran sin cesar. No hay apenas mujeres y hay tantas drogas y peleas como en Berl¨ªn. En el centro del pueblo, una estatua al oso polar recuerda que un d¨ªa fue el origen de las primeras expediciones para conquistar el polo.
Al este de ese yacimiento, ya en la zona rusa, la empresa estatal Gazprom se apresta a explotar el yacimiento de Stockman, una enorme bolsa de gas. Las principales petroleras est¨¢n perforando all¨ª en busca de yacimientos y en medio del conflicto, ya que Noruega afirma que parte de esas aguas son suyas, no rusas. Lo llaman "la zona en disputa", y Statoil intenta llegar a alg¨²n acuerdo con Gazprom para explotarlo conjuntamente. "Trat¨¢ndose de Rusia y Noruega, lo normal es que Gazprom comience a explotar el yacimiento y luego el conflicto se dirima en los tribunales", explica Pareja. La zona en disputa es la primera, pero habr¨¢ muchas m¨¢s.
"No hay plataformas capaces de soportar la presi¨®n del hielo, as¨ª que estamos dise?ando dispositivos submarinos o que no sean permanentes y que funcionen cuando en verano no haya hielo. Estos yacimientos son mucho m¨¢s caros que los normales, pero el petr¨®leo llegar¨¢ a 100 d¨®lares pronto -ahora est¨¢ en 80, y en 2003, en 28- y cada vez la restricci¨®n ser¨¢ menor", explica Rayner, cuya empresa hace trabajos de ingenier¨ªa sobre los impactos del cambio clim¨¢tico en los sistemas de explotaci¨®n desde el golfo de M¨¦xico hasta el ?rtico. Aunque muchas petroleras niegan el cambio clim¨¢tico, en sus planes a medio y largo plazo s¨ª que lo tienen en cuenta.
Y es que el calentamiento global es el segundo factor que ha acelerado la carrera por el polo. El ?rtico es la zona del mundo m¨¢s vulnerable al calentamiento -al fundirse el hielo, deja paso al agua, que, en vez de reflejar la luz solar, la absorbe y funde m¨¢s hielo-. El pasado 16 de septiembre registr¨® el m¨ªnimo hist¨®rico de extensi¨®n de hielo, muy por debajo del m¨ªnimo de 2005. "El deshielo se est¨¢ acelerando. Si esto no es el punto de no retorno, no s¨¦ c¨®mo ser¨¢", sostiene el investigador principal del Centro Nacional del Hielo de EE UU, Mark Serreze, cuyos sat¨¦lites miden desde 1979 casi a diario la extensi¨®n del hielo. El deshielo se ha acelerado y en verano de 2040 puede quedar completamente libre de hielo (otros estudios dicen que en 2070).
Este a?o, por primera vez, ha quedado abierto durante unas semanas el Paso del Noroeste, una ruta que acorta un 23% el trayecto entre Tokio y Nueva York. El del noreste, que cruza por Siberia, sigue cerrado, pero se abrir¨¢ en unos a?os. Y ah¨ª surge la tercera gran disputa, tras la ampliaci¨®n de las aguas territoriales y la lucha por las reservas de gas y petr¨®leo: qui¨¦n controlar¨¢ las rutas mar¨ªtimas cuando est¨¦n abiertas.
Desde 1973, Canad¨¢ sostiene que el Paso del Noroeste es suyo. Los barcos cruzan entre islas canadienses y sobre la plataforma continental canadiense. As¨ª que es canadiense, es su argumento. El primer ministro, el conservador Stephen Harper, se plant¨® el pasado 10 de agosto en Resolute Bay, un remoto asentamiento de 200 personas (inuits, empresarios del turismo de aventura e investigadores) para anunciar que construir¨ªa all¨ª una base militar con 1.000 personas.
"El Gobierno canadiense comprende que el primer principio de la soberan¨ªa del ?rtico es o la usas o la pierdes", dijo entonces en pleno c¨ªrculo polar, en el centro del paso del noroeste, cerca de las tumbas de una expedici¨®n que en 1845 falleci¨® all¨ª buscando el paso. Las cosas han cambiado tanto que este verano, por primera vez, los habitantes de Resolute apenas han visto hielo desde sus ventanas. Canad¨¢ construir¨¢, adem¨¢s, tres nuevos rompehielos para controlar la ruta.
El nuevo paso s¨®lo ser¨¢ accesible unos meses al a?o, pero puede permitir en unas d¨¦cadas sacar con petroleros o gaseros los recursos de esas prospecciones. Seg¨²n Rayner, ya hay empresas noruegas y rusas dise?ando "buques contenedores semirrompehielos, porque siempre puede haber un iceberg".
La batalla por el ?rtico est¨¢ ya abierta y, como explica Pareja, "habr¨¢ vencedores y vencidos".
Espa?a mira por la pesca
Los intereses de Espa?a en el ?rtico son, todav¨ªa, escasos. La principal preocupaci¨®n espa?ola es que el Paso del Noroeste sea considerado aguas internacionales y no canadienses. No s¨®lo por el derecho de paso, sino principalmente por la pesca. La guerra del flet¨¢n demostr¨® la importancia del caladero ¨¢rtico: en 1995, Canad¨¢ apres¨® un pesquero espa?ol, el Estai, y la cosa a punto estuvo de acabar a tiros. Adem¨¢s, Noruega apres¨® en julio de 2006 a tres buques espa?oles que pescaba flet¨¢n azul en el ?rtico junto a las islas Svalbard. Espa?a considera que son aguas internacionales.
Adem¨¢s, hay ingenier¨ªas y el¨¦ctricas pendientes de los yacimientos, aunque en segunda l¨ªnea. BP, Statoil, Total o incluso la italiana ENI est¨¢n por delante al tener m¨¢s experiencia en esas condiciones, seg¨²n un consultor. Iberdrola ha comprado parte de la producci¨®n de gas del reci¨¦n abierto yacimiento de Snohvit, en Noruega, una planta cuya parte principal fue construida en C¨¢diz por ACS.
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